Córdoba se convirtió definitivamente en el gran asterisco del mapa que tiene el comando de campaña de Alberto Fernández, el candidato del Frente de Todos. Este fin de semana, después de concluir su tercera visita al territorio mediterráneo en la previa a las Paso, el cabeza de lista de la boleta de Cristina Kirchner decidió cerrar la campaña en Forja el próximo jueves por la noche y luego de su incursión por Rosario.
Fernández encabezará el acto en la ciudad santafesina junto a su compañera de fórmula, y una vez concluida esa actividad que será por la tarde, el candidato del Frente de Todos arribará a Córdoba para el acto en Forja junto a los integrantes de la lista en el tramo de diputados nacionales por la fuerza: Eduardo Fernández, Gabriela Estévez, Pablo Chacón, Marta Iriondo y Franco Saillén, en los primeros cinco casilleros.
La decisión sorprendió al PJ local que impulsa la boleta corta con Hacemos por Córdoba y que no tiene previsto hacer un acto de cierre de campaña. Y se suma además a la tensión que se viene generando en el último tiempo por la decisión de varios referentes, como el senador Carlos Caserio o el intendente de Villa María, Martín Gill, de hacer explícito su apoyo a la fórmula del kirchnerismo.
Este fin de semana, en el mismo sentido se expresaron otros dirigentes con peso dentro del oficialismo provincial como es el caso de Domingo “Mingui” Carbonetti, apoderado del PJ, muy cercano al delasotismo y estratega de varias instancias electorales. Carbonetti recibió a Fernández el viernes por la noche en Bell Ville como “el futuro presidente de todos los argentinos”; pero además recordó una anécdota de 2007 citando a la expresidenta “compañera Cristina Fernández de Kichner” y al exministro de Planificación “el compañero y amigo Julio de Vido”.
Esto último cayó muy mal en los despachos de El Panal por los constantes esfuerzos del gobernador Juan Schiaretti por diferenciarse del kirchnerismo. De hecho, en el oficialismo provincial reconocen habitualmente que comparten votantes con el presidente Mauricio Macri.
Larga cena y sobremesa. Fernández llegó a Córdoba el viernes cerca del mediodía y partió rumbo a General Deheza, al encuentro con Roberto Urquía, presidente de Aceitera General Deheza (AGD). Ambos compartieron el mismo espacio político en 2008 cuando el actual candidato era el jefe de Gabinete de CFK y el empresario ocupaba una banca en el Senado.
En ese momento, Urquía quedó en medio del conflicto con el campo y decidió bajar el perfil. Los que estuvieron el viernes con Fernández cuentan que lo vieron conforme con el reencuentro. “Fue y estuvo con el dueño de la mitad de la provincia”, repitieron ayer en el entorno del candidato, casi como graficando cuál es la mirada que tienen del empresario que en febrero pasado debió declarar ante el juez Claudio Bonadio en el marco de la causa de los Cuadernos.
Lo que vino después fue aún más sustancioso: el encuentro en Bell Ville con Carbonetti de anfitrión pero con Caserio y Gill casi como escuderos. Tal como lo había adelantado este diario la semana pasada, el objetivo de pasar por territorio de afinidad delasotista y tratar de apelar a la imagen del fallecido exgobernador, se cumplió.
“Creo que si los cordobeses revisan lo que pasó y comparan este presente con el de cuatro años atrás todos, salvo los banqueros y los que nos dan luz y gas, todos los demás estamos peor”, dijo tras realizar un homenaje a De la Sota.
En el acto partidario en el sudeste provincial estuvieron varios intendentes delasotistas, algunos que horas antes habían estado en una reunión con la diputada nacional y última esposa del exgobernador, Adriana Nazario.
La cena posterior al acto fue con una sobremesa extensa. Y cuentan los que estuvieron compartiendo la reunión con Fernández, Caserio, Carbonetti y Solá que ahí se tomó la decisión de cerrar la campaña en Córdoba. El delasotismo fue el que respaldó a Fernández para concluir la agenda previa a las Primarias en Córdoba, pero la iniciativa partió del candidato aseguraron ayer.
Una vez tomada la decisión se lo comunicó a Eduardo Fernández y a Estévez en las últimas horas de la noche del viernes. Y a pesar de que algunos insinuaron sobre la posibilidad de que llegue con su compañera de fórmula, desde el entorno de Alberto F. lo desestimaron por completo. Hay temor en el albertismo de dilapidar la jugada que enhebraron si arriba la expresidenta.
Si llega solo, lo más probable es que los dirigentes del PJ local que estuvieron cerca de Fernández en las últimas semanas, también se sumen al acto en Forja. Lo que sumará más tensión a las convulsionadas aguas del peronismo cordobés.
