“Este es el momento de mayor incertidumbre de todos los que ha vivido el gobierno de Cambiemos. Es el más complejo y las dudas que vemos en el plano político se dan en el marco de una profunda crisis económica sin reversión en el corto plazo”. El diagnóstico lo propone el analista Eduardo Fidanza, quien participó por video conferencia de un seminario organizado por la Cámara de Comercio de Córdoba. Para el director de la consultora Poliarquía, en el marco de la crisis que comenzó hace un año, el Gobierno apuesta fuerte a una reducción de la inflación y a una estabilidad del dólar. “Del control de esas dos variables depende la reelección. Por eso hay una aceleración de los tiempos políticos impulsada por la volatilidad del dólar y, en ese contexto, es que aparece la idea de María Eugenia Vidal alternando a Macri”, explicó.
Impacto político. En esa línea, remarcó que, como resultado de la crisis económica, verificaron un descenso fuerte y continuo de los indicadores de apoyo al gobierno de Cambiemos. “Hay una serie de indicadores con caída acentuada en el último año. Los de opinión pública son los peores de los últimos años: 67% de la gente cree que la situación actual del país es negativa, superando en 13 puntos el peor registro de Cristina Fernández que fue en 2008. Casi tres de cada cuatro personas consideran que el país empeoró respecto del año pasado. Y la aprobación de la gestión económica que arrancó con el 64% hoy es del 18%”, subrayó. Fidanza reiteró la incidencia de la mala situación económica: “Los problemas económicos configuran la principal preocupación del 60% de las personas, contra 12% de la inseguridad. El Índice de Confianza del Gobierno, en una escala de 0 a 5, era de 3,14% en enero de 2016. Hoy estamos en 1,53. Durante la crisis del campo fue de 1,04. Estamos en uno de los peores momentos de confianza desde que lo medimos en 2002. Vemos el caldo de cultivo para el voto castigo”.
Tercios. En conclusión, el analista cree que la reelección presidencial se encuentra en riesgo y que hay que replantear la teoría de los tercios de la intención de voto: “Porque el tercio del Gobierno va hacia abajo, en una franja del 30% al 27%. En contrapartida, el tercio del kirchnerismo va hacia arriba del 32% al 35%”. “Hoy dos tercios de la sociedad están en una posición opositora y crítica del Gobierno. El gran capital de este eran los ‘optimistas relativos’, que le hacían el aguante, pero que esperan una contraprestación. Muchos de los que bancaron se están pasando a la posición de ‘desilusionados’ o ‘resentidos’. El trabajo que debería hacer el Gobierno es recuperarlos, pero eso depende de que mejoren las condiciones económicas”.
Cuatro escenarios. Para graficar las opciones esperables de cara a octubre, Fidanza describe y atribuye probabilidades cualitativas a los distintos escenarios, al tiempo que detalla las condiciones que se deberían dar para que sean posibles:
Escenario 1. Reelección de Macri. Requiere recuperación de la economía a partir del segundo trimestre; mejora del empleo y del consumo; control de la inflación y dólar estable. Desciende la probabilidad de la reelección si no se cumplen esas condiciones. Reconocimiento del liderazgo profesional; peronismo dividido sin candidatura sólida. Hoy un 20% votaría a Macri “seguramente” y un 26%, “podría votarlo”. Un 53%, “seguro no lo votaría”.
Escenario 2. Plan V. Declinación de Macri: María Eugenia Vidal mantiene imagen pública alta a pesar de la imagen presidencial; economía recuperada al menos levemente; descenso de inflación. Hoy por las condiciones actuales tiene mayor probabilidad.
Escenario 3. Peronismo no K.: Empeoramiento de las condiciones económicas; consolidación de intención de voto castigo; consolidación de una figura como Lavagna, un peronista que tiene aprecio en el radicalismo y en el peronismo aunque debe instalarse. Un 17% “seguramente votaría” a un candidato no peronista.
Escenario 4. Retorno de CFK. Agravamiento de condiciones económicas; gran rechazo a medidas liberales; voto castigo canalizando hacia la figura de Cristina Fernández; peronismo federal sin resolución de un liderazgo; su figura no resulta afectada por las causas de corrupción. Un 25% “seguramente la votaría”, un 23%, “podría votarla”
