Después de un primer momento de la cuarentena en el que no ingresaron denuncias, en las últimas semanas se multiplicaron las presentaciones por presuntas estafas cometidas a través de medios tecnológicos. La Fiscalía especializada en Cibercrimen recibe, desde hace unas semanas, un promedio de cinco denuncias diarias por presuntos engaños. En pocos días ha acumulado alrededor de 100.
El aislamiento social obligatorio y la imposibilidad de movilizarse colocaron a los consumidores en estado de vulnerabilidad por la exposición en redes sociales durante más tiempo y los ideólogos de las estafas, que tienen terreno fértil para concretarlas.
Una maniobra nueva es el engaño perpetrado a partir de contactos en plataformas confiables y que se presumen seguras. PERFIL CORDOBA contactó a una damnificada que describió en detalle cómo la “sacaron” de la plataforma, terminó realizando una transferencia de $30.000 a un tercero y jamás recibió el producto que creía haber adquirido.
También entrevistó a un comprador de un teléfono celular por Facebook, aunque todo terminó en una estafa.
Ambos casos fueron denunciados a la Justicia.
Los expedientes abiertos refieren a un amplio abanico de engaños a través de correo electrónico, Instragram y Facebook, donde se usan imágenes de bancos u organismos oficiales, como Anses, para promocionar la gestión de supuestos beneficios. En el caso de entidades financieras, los damnificados no solo denunciaron robos de depósitos sino también la solicitud de créditos a su nombre. Los fondos tramitados online luego fueron también robados y derivados a otras cuentas. Son captados a través de los logos oficiales, pero detrás no está la entidad real sino los estafadores.
Hay casos de personas que recibieron correos electrónicos con alertas sobre futuros cortes de serviciosde streaming o Wi-fi. En plena cuarentena quedarse sin esos servicios representa un problema. Accedieron al link y, una vez adentro, les absorbieron todos sus datos personales.
Otra característica particular de las maniobras es la triangulación de la operación: piden transferir el dinero a ‘cuentas mulas’ y de ahí se derivan a los verdaderos destinatarios. Eso hace más compleja la investigación.
UN TELEFONO DE $30 MIL POR FACEBOOK
“Fue un engaño por Facebook. Al no tener experiencia nos vimos vulnerables y accedimos a creer lo que se nos ofrecía. Realizamos una transferencia y resultó ser un engaño”. Así comenzó su relato un denunciante cuyos datos prefiere que se mantengan en reserva.
Había decidido adquirir el aparato por una necesidad laboral. Dio con el sitio Fry´s Phone Store: aparecía como un negocio en Estados Unidos pero con oficinas de distribución en Catamarca.
Le dijeron que la compra llegaría dos días hábiles después de realizada la transferencia. “Primero me pidió que fuera al banco a sacar el dinero. Después, me dio los datos de una cuenta en Rapipago. Les dije que estábamos en cuarentena y no iba a salir. Insistieron y a los 20 minutos me llamaron para decirnos que podíamos hace una transferencia bancaria”, continuó con su relato el damnificado.
Finalmente, el cliente hizo una transferencia de $30 mil para abonar el celular y según pudo averiguar, la cuenta donde se depositó el dinero es de una financiera.
Pasaron dos semanas y nunca llegó el aparato que habían comprado, por lo que se presentó en la Justicia y denunció.
Ahora, también tiene limitada su cuenta en el banco porque al haber formulado la denuncia judicial no puede disponer del dinero libremente.
UNA NOTEBOOK POR MERCADO LIBRE
En este caso, una compradora de una computadora tomó todos los recaudos posibles. Sin embargo, resultó igualmente defraudada.
Buscó en Mercado Libre una notebook. Encontró una a buen precio y con las especificaciones que necesitaba. El vendedor era categoría Platinum, acreditaba 15 mil ventas y operaba desde hacía ocho años. Preguntó si tenían en stock pero no le respondieron inmediatamente, sino días después.
El 6 de abril realizó la compra por la misma plataforma. Pasaron 48 horas y no recibió ninguna notificación sobre el envío, previsto entre el 13 y el 17 de ese mes. Consultó y le llegó un mensaje pidiéndole disculpas porque el correo no retiraba la mercadería. Le ofrecieron cancelar la operación y realizarla por Mercado Pago, pero fuera de la plataforma de Mercado Libre. Ella se negó e igualmente le anularon la compra.
La negociación se desarrolló íntegramente en la mensajería de Mercado Libre. Le activaron un botón de pago por Mercado Pago ofreciéndole un descuento de 10% con el argumento de que se ahorraba la comisión. Así la ‘sacaron’ del sitio.
Ella realizó el pago por esa vía y le dijeron que debían pasar dos días para que se acreditara el dinero. Le ofrecieron, una vez más, cancelar la operación y realizar una transferencia inmediata, cosa que finalmente sucedió.
Antes de realizarla, la compradora investigó los datos de la cuenta de destino, el nombre de su titular, antecedentes en Afip y el Banco Central. Cuando volvieron a comunicarse para el supuesto envío, le dieron otro número telefónico y ahí cristalizó la sospecha de que había sido estafada.
Al intentar desentrañar lo sucedido, supo que aparecieron más cuentas ligadas al mismo vendedor que figuraba en Mercado Libre, pero con datos falsos y que cada una de ellas había estafado a unas 40 personas.
Cree y espera que la Justicia esclarezca si las personas que realizan los contactos son prestanombres que permiten que sus datos figuren y a cambio cobran un porcentaje. “Mercado Libre bloqueó esas cuentas inmediatamente –relató a este medio- pero como terminamos haciendo la operación por fuera de la plataforma ellos no se hacen cargo del fraude del que fui víctima”, sostuvo.
El caso, catalogado raro incluso por los investigadores, plantea la duda sobre si resultaron vulnerados los mecanismos de seguridad con que opera una plataforma íntegramente digital como Mercado Libre.
DONDE DENUNCIAR: Unidad Judicial de Delitos Económicos: Teléfonos (351) 433-2640 – 448-1616, interno 34481