¿Lo peor ya pasó? Esa podría ser una de las primeras conclusiones. Pero también es cierto que el ritmo de respuesta de la economía circunscripta a la actividad privada sigue lejos de los valores que tenía en febrero y marzo de 2020, cuando comenzaron a sentirse los impactos de la pandemia y de las medidas de aislamiento y distanciamiento dispuestas para aplacarla.
A fines de marzo próximo el Indec publicará los datos del mercado de trabajo y las tasas e indicadores socioeconómicos correspondientes al cuarto trimestre del año pasado, que darán una foto cerrada de lo que dejó el primer año de pandemia. Mientras tanto, indicadores mensuales como el Sistema de Riesgos de Trabajo (SRT), de la Superintendencia de Riesgos de Trabajo o información de la Afip que registra el movimiento de empleadores pueden ayudar a mostrar un adelanto de esos escenarios.
El empleo registrado privado fue uno de los más dañados en la crisis que atravesó todo el 2020. A nivel nacional, en febrero del 2019 había 6.634.761 trabajadores privados, ese número bajó a 6.480.539 en febrero del 2020 y en noviembre de 2020 estaba en 6.279.852. Es decir, sólo en 9 meses del año pasado se perdieron más de 200 mil empleos registrados. Entre monotributistas y autónomos el número logró recuperar terreno y se ubica en torno a los 2,4 millones luego de meses de caída muy pronunciada. Pero hubo una faceta del empleo que sí creció: el público.
Los empleados públicos eran 3.169.767 en febrero de 2019, sumaban 3.210.406 en febrero del 2020 y para noviembre del año pasado totalizaban 3.229.496. Así, el sector público se mantuvo inmune, al menos en términos de estabilidad laboral, al efecto de la pandemia.
En Córdoba, donde la participación del empleo privado es una de las fortalezas del ecosistema económico la imagen que quedó es bastante similar a la que registra el cuadro nacional, aunque hay algunas consideraciones puntuales que vale la pena remarcar.
En primer lugar, hay que decir que, en base a datos del SRT se tenía la información de unos 570 mil trabajadores registrados en el sector privado. Entre junio y septiembre ese número había caída hacia la franja de las 550 mil personas y comenzó una lenta recuperación en el último tramo del año pasado. Para noviembre se informaban 560 mil empleos registrados, aún sin poder volver a los valores pre pandemia.
En ese sentido, la información disponible también deja ver que luego de una marcada caída en el empleo privado, comenzó una recuperación que aún no logró ubicarse en los niveles previos, pero que es recuperación al fin. Pero, por otro lado, hay una faceta del sector privado que sigue en rojo y sin signos de revertir su caída, al menos hasta fin de 2020. Se trata de la cantidad de empresas, empresarios o pequeños emprendedores que son empleadores. Córdoba tenía más de 51 mil empleadores registrados operando en el dinámico y competitivo sector privado local. Ese número bajó a 50 mil en mayo y se acercaba a los 49 mil hacia noviembre.
“A mí me pegó mucho la crisis porque nuestros clientes principales son los hoteles, que estuvieron cerrados. Me tuve que ajustar, pero resistimos y desde octubre empezamos a trabajar de nuevo. Nosotros aguantamos, pero para cuando volvió la actividad habían cerrado 5 o 6 empresas de la competencia, empresas más chicas, con menos empleados que hoy ya no están”, contó a PERFIL CORDOBA un empresario pyme al frente de un lavadero industrial en la zona sur de la ciudad.
Desde la Cámara de Comercio, José Viale también aportó los números para el sector, en toda la provincia. Según los datos que relevaron, en base a Afip y datos de Indec durante 2020 el comercio de Córdoba perdió 18.295 empleados formales y 17.259 asalariados informales, es decir más de 35 mil personas quedaron sin empleo. Además, detectaron que 3577 cuentapropistas formales se dieron de baja, completando un complejo panorama. Por otro lado, unos 2717 comerciantes pidieron la baja impositiva.
“El escenario sigue muy complicado. Es cierto que desde fines del año pasado hubo algún quiebre en la tendencia y comenzó a recuperarse algo el empleo, pero algunos rubros siguen muy afectados y el nivel de empleo aún no volvió a ser lo que era”, remarcó Viale.
Así las cosas, los números muestras que la pandemia “se comió” a unos 2.000 empleadores en Córdoba. Para los economistas que analizan y miran esos números este es uno de los datos más destacados y afirman que es notable como no para de caer el número de empleadores, pese a la tibia recuperación que sí se ve en el empleo.
El economista Lucas Navarro, al frente del Instituto de Investigaciones Económicas (IIE) de la Bolsa de Comercio de Córdoba es uno de los profesionales que, junto a su equipo, está mirando de cerca esos números.
Teniendo en cuenta estos datos y los que muestran las estadísticas de Afip plantea un análisis sobre lo que está mostrando el mercado laboral: “En efecto, si bien la máxima destrucción de empresas se sintió en mayo, cuando había 20.850 empleadores menos en el país frente a febrero, desde entonces solo se recuperó el 13% de las empresas que cerraron en los primeros tres meses de la pandemia, tras los retrocesos ocurridos en la segunda mitad del año. Como resultado, hacia noviembre había 18 mil empleadores menos que en febrero, siendo quienes más sufrieron la crisis las micro y pequeñas empresas, ya que más del 90% de los cierres se concentraron en unidades productivas de hasta 25 empleados”, define.
Para Navarro, uno de los motivos centrales por los malos números que aún se mantienen en torno al empleo registrado privado encuentra su génesis en los errores de diagnóstico y la falta de respuestas efectivas de la administración central. “Los datos confirman los efectos persistentes de una crisis que no está siendo atendida adecuadamente desde la política económica, que no presenta un plan integral para controlar la inflación y en cambio acude a excesivos controles, intervenciones y regulaciones sobre los mercados que terminan agravando los problemas. Esto más la expectativa de nuevos aumentos de impuestos, como lo es ahora el caso de Ingresos Brutos en las provincias, dificulta aún más la recuperación y aleja al país de un sendero de crecimiento en el largo plazo”, asegura.
Caída sectorizada
Si bien todos los sectores en noviembre exhibieron menos empleadores frente a la situación prepandemia, durante febrero y noviembre de 2020 casi 70% de la destrucción neta de empresas se explica por el comercio, el transporte, y los rubros de alojamiento y comidas.