El siniestro vial que protagonizó el sábado pasado el ahora extitular provisional de la Legislatura, Oscar González, sacudió al peronismo en el momento en el que se preparaba para presentar en sociedad a su flamante candidato a gobernador, Martín Llaryora. Ahora, su renuncia a la presidencia del cuerpo legislativo sacude al schiarettismo, al dejar fuera del puesto tres en la línea sucesoria a una figura clave en la construcción del cordobesismo.
La muerte volvió a tocar la puerta del partido de Gobierno, que aún no se recupera de la tragedia ocurrida hace muy poco y que terminó con el fallecimiento de al menos cinco bebés en el Hospital Neonatal.
Cinco dirigentes que solo coinciden en la filiación partidaria —son peronistas— pero que militan en espacios muy diferentes, manifestaron en off the record antes de que se conociera la noticia de ayer que lo mejor que le podría pasar al oficialismo era que el presidente provisional de la Legislatura pidiera “una licencia extensa hasta que todo se resuelva”.
Y se cumplieron sus pretensiones. Alrededor de las cinco de la tarde del sábado, el gobierno comunicó que el legislador Oscar González había presentado su renuncia a la presidencia de la Legislatura. Añadieron que lo hacía “por prescripción médica y a los fines de permitir un normal funcionamiento del cuerpo legislativo”.
“La Legislatura de la Provincia de Córdoba informa que el legislador Oscar González presentó hoy, sábado 5 de noviembre, su renuncia a la Presidencia Provisoria de este cuerpo”, dice el escueto comunicado, y agrega que González apeló al artículo 15 del reglamento interno, solicitando una prórroga de su licencia (sin goce de sueldo) hasta el 31 de diciembre del 2022.
Gran hermano. En lo formal, el peronismo muestra que es la Unicameral el ámbito de resolución de la situación de González, pero eso es protocolo. Evidentemente, la salida de la presidencia del cuerpo, no de la banca, depende exclusivamente de Schiaretti. El gobernador y jefe máximo del PJ en estas cuestiones actúa como un Gran Hermano que todo lo sabe y todo lo controla en su partido, igual que el personaje de George Orwell, que también es usado para programas de TV de dudosa calidad.
Y Schiaretti, quien eligió una vez más el camino del silencio, conociendo la sensibilidad que este tipo de temas tienen ante el cuerpo social y ante la opinión pública, es quien está detrás de la salida del referente de Traslasierra.
Los disparates
La sesión casi inescrupulosa de automóviles y utilitarios que realiza la Justicia quedó como muestra prebendaria de un sistema injusto que está previsto en una ley, la presidencia de la Legislatura recibió nueve coches de alta gama y González se quedó con cuatro. Un disparate. Esa ley se tiene que derogar o bien se tiene que cambiar radicalmente el sistema de reparto. Una cosa es otorgarle una camioneta importante al padre Mariano Oberlin y otra muy distinta es concederle autos a legisladores con seguro y nafta pagos.
El Tribunal Superior de Justicia (TSJ) deberá ajustar las tuercas y posar su mirada en este tema, que lapida la credibilidad en los poderes del Estado.
Estrategias opositoras
La oposición nucleada en Juntos por el Cambio castigó con severidad al legislador de Villa Dolores, aunque con estrategias diferentes. Luis Juez primero dijo que no pegaba ‘en el suelo’, pero horas después acusó de corrupto a González y consideró que debe dejar el cargo. Su socio, Rodrigo de Loredo, utilizó un lenguaje más pulcro, pero también pidió respuestas veloces de la Justicia y cuestionó al ahora extitular provisorio de la Unicameral.