Córdoba es parte de la Región Centro e integra el denominado Corredor Bioceánico Central, una franja del territorio del Cono Sur del continente que accede con sus productos al comercio de la región geográfica más alejada de los puertos en Sudamérica, a través del medio de transporte interior de menor costo: la red de hidrovías de la Cuenca del Plata.
En ese contexto, la provincia es un centro logístico de distribución y procesamiento de insumos y mercaderías que combina una importante oferta de servicios. Entre ellos se destacan la educación, el turismo y la tecnología derivada de su histórica estructura industrial metalmecánica y, de manera incipiente, los nuevos emprendimientos en el área de la información y las comunicaciones.
Además, cuenta con un recurso natural único conformado por su riqueza agropecuaria que aventaja a similares regiones en Brasil y EEUU por la corta distancia entre la producción y los puertos del Paraná. En ese marco, ¿por qué hemos perdido tanta participación en la exportación de granos, carnes y alimentos procesados cuando nos comparamos con las otras jurisdicciones subnacionales de Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay?
¿Cómo se explica la enorme diferencia en el desarrollo de la empresa Fadea respecto a Embraer cuando hace pocas décadas atrás los técnicos e ingenieros aeronáuticos brasileros venían a observar con admiración el desarrollo de la industria de la aviación cordobesa? Tal vez deberíamos analizar las razones en la debilidad de nuestro perfil de gobernanza y competitividad.
Entre los seis indicadores del Banco Mundial que miden la primera, desde 1996 para más de 200 países, hay uno que interrelaciona ambos atributos del desarrollo: la calidad de regulación de los mercados por parte del gobierno. El indicador ubica a la Argentina dentro del ranking de 2017 en el puesto 123 sobre 209 países, y viene empeorando.
Para mejorar la gobernanza y la competitividad se necesita promover la competencia e integrar la economía nacional al resto del mundo en vez de asfixiar la competitividad y crear más pobreza. Deberíamos empezar por hacer algo distinto.
Por ejemplo, es necesario modificar la estructura impositiva y reducir el nivel de presión tributaria y, luego, eliminar las trabas al comercio exterior como lo hacen los países de la Alianza del Pacífico. En un entorno de estas características, la Región Centro podría integrar sus cadenas de valor productivas a las existentes en las regiones de los países vecinos obteniendo mayores economías de escala y mejor acceso a los avances tecnológicos.
El mundo necesita cada vez más alimentos naturales de alta calidad y el principal ofertante en las próximas décadas será Sudamérica. También el turismo internacional busca nuevos destinos. En materia de educación terciaria y universitaria Córdoba tiene una significativa historia y un prestigio que no podemos perder.
¿Qué se puede hacer? Tal vez poco si enfrenta sola el desafío de cambiar las actitudes y la cultura prevaleciente en el país dirigida en buena parte desde la zona de influencia del puerto. La provincia necesita una Región Centro más fuerte, una intensa paradiplomacia con las jurisdicciones subnacionales aledañas de los países vecinos y una férrea defensa al federalismo sustentada en una buena administración pública y privada.