James Joyce, el gran escritor irlandés, hubiera cumplido 139 años el 2 de febrero de 2021. Su frase célebre “ya que no podemos cambiar de país, cambiemos de tema”, inspira esta nota. Miremos el mundo en esta oportunidad.
Al referirse a los rasgos comunes en todo episodio de euforia financiera, John Kenneth Galbraith –entre otros–, destaca la creencia de que hay algo nuevo en el mundo y el exceso de liquidez y/o de crédito barato.
La pandemia del coronavirus provocó una profunda recesión en la economía mundial en el segundo trimestre de 2020 (-14% anual), debido al cierre de la actividad. El comercio global cayó 12.1% en abril de 2020, lo que representa la mayor reducción desde 2009. Al terminar el cierre forzoso, el crecimiento fue más rápido de lo esperado: un alza del 15% anualizado.
La inyección de liquidez, consensuada por los bancos centrales del mundo, contribuyó a la recuperación. El incremento histórico de la emisión monetaria, más la reducción de las tasas de interés y dólar a la baja, favoreció a los mercados emergentes, por el alza del precio de las comodities (superciclo en ciernes) y las tasas insignificantes. Consecuencia: euforia en productos básicos y en las empresas tecnológicas.
Ahora, la inflación comienza a tener más protagonismo. Inevitablemente, en el futuro, se retirarán los estímulos y el peligro de una nueva recesión se hará presente.
Radiografía de la economía digital
- El valor agregado de dicha ‘economía’ representó en China el 36.2% del PBI en 2019. En Big Data, su diferencia es abrumadora con el resto del mundo, pues emite cinco veces más información que el resto del mundo y tiene 840 millones de usuarios de Internet.
- La ventaja de Estados Unidos es también clara. Hay más de 400 centros de innovación: el primero es Silicon Valley. La digitalización abarca más del 80% de la economía –la mayor del mundo (25% del PBI mundial). La cuarta revolución industrial (digitalización plena de la manufactura y los servicios) no tiene solo un significado tecnológico: está vinculado además a la inversión (EE UU ha recibido más de US$ 12 billones de inversiones del mundo en los últimos tres años). Apple, Amazon, Microsoft se han volcado a un proceso de calificación del personal en Inteligencia Artificial y en tecnología 5-G.
- La situación post pandemia se caracteriza por haber desatado la digitalización –nueva fase de esta revolución tecnológica–, a través de la extraordinaria generalización del teletrabajo y el comercio por Internet (e-commerce), que se han expandido 35%, con un salto de productividad del 20% en 2020, lo que ha dotado a la producción mundial de una eficiencia inédita.
- La crisis ha alentado las tendencias preexistentes y ha permitido en solo meses un salto de productividad. Otro dato interesante: el intercambio es menor en el comercio de bienes físicos que en el intercambio digital de servicios.
- La estructura del comercio internacional está constituida por siete plataformas digitales globales –cinco norteamericanas y dos chinas– (Amazon, Alibaba, etcétera) y tiene más de 5.000 millones de usuarios, a través de ‘la nube’.
- La pandemia ha ampliado en más de 30% la frontera tecnológica global, lo que acelera todas las tendencias económicas a través de los indicadores instantáneos (nowscast), recortando el tiempo de comprensión y facilitando las tareas.
En este marco, luce que la liquidez excedente puede ser razonablemente absorbida por una producción muy superior. Repensar el trabajo es, por lo tanto, prioritario.
Todo el desarrollo está, sin duda, orientado por genios. “Los genios no cometen errores. Sus errores son siempre voluntarios y originan algún descubrimiento” (Joyce).
Gestor de patrimonios financieros y Contador Público.
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