Cardiólogos de todo el país se reunieron en Buenos Aires en el 51° Congreso Argentino de Cardiología, el más importante de habla hispana a nivel global y el cuarto más grande del mundo en cantidad de inscriptos (aprox. 14 mil). Allí analizaron los principales desafíos que enfrenta la profesión y fueron críticos al momento de abordar el tema de prevención y tratamiento de la hipertensión arterial, considerada el principal factor de riesgo cardiovascular.
En diálogo con Perfil Córdoba, Pablo Stutzbach, Presidente de la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC), pone en el centro del debate la inequidad que rige el acceso a la salud preventiva en Argentina, el principal factor de riesgo frente a varias enfermedades entre ellas la hipertensión, el colesterol, la diabetes. Para el profesional la condición social define el destino de muchos pacientes.

"En la Fundación Favaloro, donde me tocó trabajar, cuando llegabas te operaba el mejor cirujano, seas indigente o seas rico, eso es equidad," recordó Stutzbach. "Hoy Argentina tiene una fuerte inequidad, en donde peor estamos con el tema de la hipertensión arterial es en gente de bajos recursos".
El panorama en las poblaciones vulnerables es de desconocimiento masivo: "En algunos lugares que me tocó estar en Santiago del Estero, son personas muy humildes, de 10 pacientes, después de los 40 años, siete u ocho son hipertensos y no lo sabían”.

Conciencia Social y Prevención Desatendida
El presidente de la SAC lamentó que, a pesar de la evidencia científica, la sociedad no ha tomado dimensión de la urgencia. "La sociedad aun no tomo conciencia de la importancia de luchar la obesidad y sobre la hipertensión."
El control de factores de riesgo como el colesterol también enfrenta obstáculos sociales y de información. "El principal problema en materia de colesterol es resistencia al uso de las estatinas, debido a muchos videos virales masivos realizados por influencer" señaló, alertando sobre la interferencia de terceros en decisiones médicas cruciales para la prevención de eventos cerebrovasculares e infartos.
Organización y polipíldoras
Stutzbach señaló que el sistema debe volcarse a garantizar la prevención efectiva, lo cual requiere voluntad política para reformular su diseño. "Hay que hacer los gobiernos, el sistema de salud garantizan controles, provisión, con drogas más seguras”.
El especialista enfatizó que la solución para mejorar la adherencia a tratamientos complejos de hipertensión y otros factores de riesgo, pasa por la implementación de la polipíldora, un recurso que simplifica la toma de múltiples fármacos. “Cuando vos a un paciente le das varias pastillas por día, lo más probable es que deje de tomarlas”, señaló.
"Si vos organizas el sistema rápido, la lucha contra estas enfermedades cambiaría diametralmente”, completó Stutzbach.