Su agenda es intensa. Congresos, charlas abiertas, presentaciones y hasta discusiones paritarias se mezclan en el día a día de Hugo Juri, rector de la Universidad Nacional de Córdoba, que parece no parar un minuto. Su nombre ocupa un lugar clave en un año histórico para la casa de estudios que en junio celebra el Centenario de la Reforma Universitaria de 1918, un hito que marcó el curso de las universidades de toda América. En el salón de reuniones del Rectorado, Juri recibió a PERFIL CORDOBA y detalló cómo se viven estos días en la Universidad. Distendido, como exministro de Educación de la Nación, analizó el presente de la enseñanza pública en el país y los desafíos que tiene por delante en el corto plazo.
“Me toca estar en un lugar de gran responsabilidad. La Reforma se hizo en 1918 y los reformistas eran personas que en un momento extraordinario fueron capaces de hacer algo extraordinario. En una ciudad que tenía 150 mil habitantes hicieron algo que impactó durante 100 años en toda América. Deodoro Roca fue una figura estelar y apenas 12 años después decía que la Reforma se había quedado estancada en 1918”, explicó. “Si uno se considera reformista debe pensar en términos reformistas. Lo que menos querrían esos jóvenes es que nosotros solo nos quedá- ramos en los festejos de algo que ellos hicieron hace 100 años y no pensáramos cuál debe ser la función de la universidad pública en la sociedad. Tenemos la obligación de honrar a esa brillante camada de gente y la forma de hacerlo es con los cambios que se necesitan en este siglo”, agregó Juri.
—¿Cómo se prepara la Universidad para ser sede de la Conferencia Regional de Educación Superior en pocos días?
—Estamos con algunas cuestiones por resolver. Van a venir entre siete mil y ocho mil personas a la Conferencia Regional de Educación Superior que se hace cada 10 años y quizás no tenemos la infraestructura necesaria en la ciudad, por ejemplo en hoteles, lo cual nos tiene bastante estresados al anterior rector (Francisco) Tamarit y a mí.
—¿Los valores reformistas están en la Universidad actual?
—La democratización de la Universidad, el espíritu latinoamericano, la democracia en la Universidad, son valores que están. No siempre en esos 100 años se pudieron llevar a la práctica. El desafío es cómo lo resignificamos en el siglo 21. Entonces, debemos preguntarnos: ¿Las puertas abiertas de la Universidad son solo para la que la gente venga acá, al campus, o las puertas abiertas son para que nosotros vayamos adonde no está la universidad?, que ellos también la soportan, por más que vivan en Quilino o en Jovita. Los principios reformistas son válidos, pero tienen que ser resignificados.
—¿Cómo se logra ese cambio de modelo?
—Hay que romper con estructuras cristalizadas, por ejemplo las carreras. Tenemos en la Universidad carreras rígidas, en facultades que son totalmente diferentes unas a otras, que tienen culturas diferentes y que hasta se visten de manera diferente. Hoy se necesitan trayectos multidisciplinarios que unifiquen culturas y que ayuden a resolver los problemas de la sociedad. Entendemos que para la gente del interior no es fácil alquilar en Nueva Córdoba y por eso tenemos que llegar nosotros. Vamos a dar clases semipresenciales y vamos a ampliar el campus virtual.
—Usted es presidente de Consejo Interuniversitario Nacional (CIN). ¿Qué opina del plan de reducción fiscal del Gobierno nacional?
—Yo le mandé una carta al Jefe de Gabinete donde planteé este tema. No nos desentendemos del resto de los problemas del país. Entendemos que problemas como salarios, inflación e inseguridad están siempre en la agenda, pero la educación requiere fondos porque eso da un gran retorno. Después está en nosotros saber cómo usarlos, porque no podemos gastar mal un centavo de la sociedad y sé que podemos usarlos más eficientemente.
—¿Qué pasó con el polémico proyecto de la Autovía de Punilla?
—La opinión de la Universidad en la sociedad es la más respetada, según cualquier encuesta. Sin embargo, debemos explicar que la Universidad se expide a través del Consejo Superior y también lo puede hacer a través del rector. Si un grupo de Ciencias Exactas hace un estudio y dice que está bien ese camino y otro grupo dice que no, ninguno es la voz de la Universidad. Vamos a sacar una resolución que dice que ellos tienen que aclarar quién es la persona o el grupo que se adjudica el estudio. Si le piden al Consejo Superior que se expida sobre este tema, creo que es una falta de ética el hecho de que un odontólogo tenga que decir si una ruta es factible o no. No corresponde porque no es un organismo experto.
—¿Sobre el aborto es la misma situación?
—Sobre el tema del aborto yo he opinado junto a otros rectores (NdeR: El CIN se pronunció a favor de la aprobación de la Ley de Interrupción voluntaria del embarazo). Pero éste es un tema que va más allá de las cuestiones éticas y entran las cuestiones religiosas, por lo que creo que aquí lo que vale son las opiniones individuales. En estos temas una es mi opinión como rector y la otra como funcionario público. Si yo soy funcionario de toda la universidad tengo que respetar las opiniones de todos.
—¿Qué lectura hace de las últimas elecciones?
—El padrón de la UNC es más grande que la provincia de Tierra del Fuego y probablemente que Santa Cruz. El hecho de que un profesor universitario no tenga que tener intermediario me hace muy feliz. El método de elección directa funciona muy bien y ha sido un gran logro de la Universidad.
—El año que viene hay elecciones para rector. ¿Su nombre va a estar entre los candidatos?
—Dije varias veces que no y ahora digo no sé. Habrá que ver.
—¿Su intervención en la política está descartada?
—No es una posibilidad que considere. Conozco cómo es la Municipalidad, la complejidad que tiene, la cual es totalmente distinta a la de una Universidad, y hay gente mucho más capacitada que yo para dirigirla. Me imagino trabajando en la educación superior, ya sea continuando este proyecto o en otros. Me estoy reuniendo con el cooperativismo para armar una universidad cooperativa. Las cooperativas están en ciudades intermedias y es un espacio muy interesante para trabajar.
“La calidad de la educación secundaria se resintió en las últimas décadas”
Hugo Juri fue ministro de Educación de la Nación durante el gobierno de Fernando de la Rúa y es una voz autorizada para hablar respecto a la formación secundaria en el país, un tema central en materia educativa. En ese sentido, para el rector hay dos problemas fundamentales: “Por un lado, la forma en que están llegando los alumnos del secundario a la universidad y por el otro tenemos el 50 por ciento que ni siquiera termina el secundario y no llega. Creo que la primera cuestión que tenemos que resolver es la de los estudiantes que no llegan”, explicó Juri. “El colegio secundario no es de la calidad que era hace muchos años, pero en contrapartida tenemos que decir que se universalizó hace tres décadas y eso es una epopeya latinoamericana, pero no podemos negar que el nivel de la educación resintió su calidad. Los resultados han ido decayendo, no solo en el Pisa, sino también en la Unesco, que nos muestran que nosotros éramos primeros o segundos en América Latina y hoy estamos décimos, detrás de Bolivia, Chile o Uruguay. Para esto se requiere mejor formación de docentes, con mejores sueldos y que vuelvan a tener el prestigio que tenían. En Finlandia es así: tienen máster y los mejores docentes van a los primeros grados. Es un tema complejo que requiere un esfuerzo de varios sectores”, completó.
