Hace 15 años la Municipalidad de Agua de Oro recuperó una de las primeras grandes casonas, construida en 1913, en terrenos de la familia Vergonjeanne (una escuela en Villa Allende lleva hoy el nombre de Gastón Vergonjeanne).
En aquel entonces, la ruta por la que se llega a la casa no existía y la fisonomía de esa localidad serrana distaba mucho de lo que puede verse en la actualidad.
Daniel Guardia, director de Cultura del municipio, dialogó con PERFIL CÓRDOBA sobre la puesta en marcha de este proyecto que le demandó 20 meses y que finalizó el sábado pasado con una gran inauguración a la que asistieron los vecinos de esa localidad. “La casona había estado abandonada durante más de 30 años y el intendente actual, Orlando Belli, tuvo la voluntad política de ponerla en valor nuevamente. En la propiedad también funciona el Concejo Deliberante, el juzgado de paz y la Universidad Popular. Además tenemos una sala grande en la que hacemos muestras de arte”, detalla el funcionario.
Para poner en pie el museo, se dieron a la tarea de recuperar dos espacios: el subsuelo de la casa y la parte de atrás, que era la cochera donde antiguamente guardaban los carruajes.
ARQUEOLOGÍA. Todas las piezas exhibidas fueron donadas por vecinos de la zona, quienes así demuestran su interés por el museo.
Un museo regional. Una de las cosas que destaca Guardia tiene que ver con lo abarcativo del proyecto: “El museo no es solamente de Agua de Oro sino que es regional. Es decir que abarca todo el territorio del corredor de las Sierras Chicas”.
Dividido en dos secciones, en el subsuelo de la casa se encuentra todo lo vinculado a lo histórico, que contempla la historia del último siglo: “Fue un trabajo de hormiga porque fui hablando con los distintos pobladores y ellos me fueron facilitando las fotografías que hoy están en exhibición. Además hay objetos de uso cotidiano que me han ido entregando los vecinos que se van entusiasmando con esta idea y nos ceden cada vez más cosas. Una
vecina de 80 años nos entregó unas herramientas de trabajo de albañil que eran de su padre, objetos que para ella son muy preciados. Y a los más jóvenes y niños les gusta mucho porque acá se nota cómo va cambiando la fisonomía, no son como las grandes ciudades donde no se nota mucho el cambio”, detalla.
El museo exhibe 45 de las casi cien piezas que tiene a resguardo y que contemplan elementos de inmigrantes de pueblos vecinos –como Colonia Caroya y Jesús María– que se asentaron en esa localidad y que fueron conformando el poblado. “La idea es que la muestra vaya rotando. Este es un museo vivo porque el plan es que se siga alimentando con donaciones de los vecinos; nosotros vamos a recibir piezas de todo el corredor de las Sierras Chicas y tenemos a futuro la idea de ampliar el espacio de exhibición”, agrega.
En el subsuelo de la casona principal se pueden ver también copias de los primeros planos de la zona y de un mapa que data de 1896. “También hay fotografías, como la del restaurante ‘Mi rincón’, un clásico de Agua de Oro que sigue estando; estamos hablando de fotos de hace más de 50 años atrás. Es muy fuerte para la gente de acá y a los turistas les gusta que le cuenten la historia del pueblo que están visitando”, cuenta entusiasmado.
En la parte trasera de la casa, se encuentra el espacio en el que se exponen las piezas arqueológicas, desde morteros y conanas (utilizados como herramientas para reducir vegetales y para producir harinas, respectivamente), hasta herramientas de trabajo como unas puntas de piedra de talla bifacial en forma de hojas de laurel o lanceolada, conocidas como 'ayampitín'.
“Para montar esto trabajamos con la museóloga Marcela Fernández; ella indicó medidas y alturas para ubicar todos los elementos y también con el director del museo arqueológico del Cerro Colorado y un arqueólogo de Córdoba, para armar el guión museográfico y contar cómo era la vida en aquella época. Lo interesante es que determinaron que estas piezas datan de entre el 4000 y el 8000 a.C., es decir que hace 10.000 años había gente viviendo en esta zona”, asegura.
En este guión museográfico, se cuenta también la historia del resto humano más antiguo encontrado en la provincia de Córdoba: “Es un pedacito de cráneo que perteneció a un niño y se encontró acá, en Candonga”.
Entre los planes futuros tienen la idea de formar parte del circuito provincial de museos: “Estamos en este momento con el tema de los registros y ya hemos presentado lo que hace a lo administrativo. Además queremos estar en la Noche de los Museos este año, en noviembre”, finaliza.
DANIEL GUARDIA. El director de Cultura del municipio trabajó casi dos años en la puesta en pie del museo.