“Por más que acá venga el Papa y hable de un acuerdo nacional, nosotros no lo vamos a acatar. Y menos ante la presión de algunos que son de acá y no tiene votos”. Así, con énfasis, uno de los dirigentes de Juntos por el Cambio que más conoce la relación entre Luis Juez y Rodrigo de Loredo respondió a PERFIL CORDOBA por los dichos de los radicales Facundo Manes y Gerardo Morales en la semana.
El martes, el diputado nacional recibió a un grupo de intendentes, legisladores y dirigentes cordobeses de la UCR y les dijo que va por un compañero de fórmula del PJ y que, además, lo definirá en 60 días. El jueves, en la sede de la UCR en Nueva Córdoba, el presidente del radicalismo a nivel nacional les dijo en la cara a Mario Negri y Ramón Mestre que “hay que ser más amplios” y no cerrarle la puerta al peronismo federal dentro de Juntos por el Cambio.
Frase que fue tomada con resignación por la primera línea de la UCR cordobesa y que generó algunos gritos de la dirigencia y militancia que desde las últimas filas del salón empezaron a gritar “¡con (Juan) Schiaretti no!”.
Porque, se sabe, tanto Morales como Manes se mostraron muy cercanos al gobernador cordobés en el último tiempo.
Con este clima, radicales, juecistas, lilitos y el PRO se vieron las caras en la fría mañana del viernes en Río Cuarto y hubo de todo. Reclamos por lo bajo y algunos más fuertes como el del propio Juez diciéndole en la cara a Morales, Patricia Bullrich y María Eugenia Vidal: “los necesitamos, pero queremos que vengan a ayudar y poner en vía a sus dirigentes partidarios con el objetivo puesto en el final del ciclo de este gobierno en Córdoba”.
“Cambiemos Córdoba quiere gobernar esta provincia. Lo digo con claridad, quiero que los dirigentes nacionales se vayan con la idea clara de que Córdoba quiere ser gobernada por Juntos por el Cambio. El próximo gobernador de Córdoba tiene que ser de Juntos por el Cambio, así que todo lo que hagan en ese sentido va a ser bienvenido”, apuró Juez.
Furia juecista. Aquellos que compartieron con él algunas horas previas y posteriores al encuentro en el Imperio del Sur sostienen que el enojo de Juez era indisimulable. “Está muy caliente y se lo hizo saber a varios”, resumió a este diario un hombre que compartió un buen rato con el senador en Río Cuarto.
En realidad, Juez venía acumulando en la semana después del encuentro de los radicales cordobeses con Manes el martes; el jueves por la noche se reunió a solas con De Loredo en su casa, y ése fue el motivo por el que el diputado no fue al encuentro con Morales en modo rosca radical. Ambos, tanto Juez como De Loredo reconocen que hay algunos movimientos de fuerzas externas dispuestos a condicionar sus aspiraciones electorales en 2023. A presionarlos.
Por eso el cierre y el juego en tándem. “Están mejor que nunca” dijo un hombre que observa cómo en el peronismo y también varios radicales cordobeses cercanos en los últimos meses tratan de instalar la figura de alguna fricción.
“El principal activo de Juntos en Córdoba es la sociedad de Luis y Rodrigo, y con un respeto muy firme por la identidad de cada uno. El que no entienda eso no entiende que son la única opción para mantener la unidad y ganar el año que viene”, resumió un interlocutor de la sociedad que surgió en el 2021.
El reglamento, la traba de siempre. En Río Cuarto, y en plena distancia con Morales, Juez reactivó el plumaje halcón y mostró cercano a Bullrich y a Miguel Pichetto. Los dos, a su turno, reivindicaron la figura del senador y ratificaron su intención de ganar Córdoba.
Aunque la presidenta del PRO fue más allá, y en el corto tiempo que estuvo en el Imperio del Sur dejó una señal clave para empezar a acomodar el desordenado rompecabezas cordobés: habló del reglamento.
Bullrich sostuvo con firmeza la necesidad de contar con un reglamento que ordene cómo se van a resolver las diferencias. La gran deuda de los socios cordobeses desde enero pasado.
“Acá hay tres mecanismos para definir candidaturas: diálogo, encuesta o interna. Pero antes debe haber un marco en el cual podamos definir esto porque las aspiraciones de todos son legítimas y el que quiera competir, dentro de estas reglas, está en todo su derecho”, dijo un radical presente en Río Cuarto.
Aunque no lo diga, Juez sigue escapando a la interna porque observa la chance latente de una mano PJ. Sabe que los números le dan bien y no piensa resignar su candidatura. Por lo tanto, el problema es hacia afuera y ve con preocupación que los radicales y el PRO no pueden contener a la tropa completa.
Para cerrar, la frase la dejó una mujer del radicalismo que observa las ambiciones de los hombres de su partido; y las desavenencias de las figuras nacionales. “Acá vienen, hacen un raid y nos traen sus propios problemas. Entonces, no nos va a quedar otra a nosotros que empezar a alambrar, porque si llega a implosionar Juntos en Córdoba, las consecuencias también van a ser nacionales”, dijo.