“La escuela sola no podrá con todos los desafíos”, advierten desde UEPC

Desde el gremio docente cordobés reconocen que la escuela debe ser un “polo articulador” de políticas vinculadas a la alimentación, la salud y la promoción social y cultural del niño y la familia; pero, no puede cargar sola con toda la mochila.   

“La escuela hace y  mucho construyendo vivencias que vienen a llenar ese vacío social en el que están los niños más vulnerables, pero las políticas públicas deben colaborar para sostener al alumno en la escuela. Si para el control de las vacunas, la distribución del alimento, el trabajo con las familias, la resolución de conflictos está el maestro…  al final la escuela queda en soledad para enfrentar tantos desafíos”, afirma Gonzalo Gutiérrez, director del Instituto de Capacitación e Investigación de los Educadores de Córdoba (ICIEC), dependiente de la Unión de Educadores de la Provincia de Córdoba (UEPC). 

El gremio reclama la presencia efectiva en las escuelas de trabajadores sociales, equipos de salud y demás dispositivos que permitan la implementación de las políticas asistenciales que garantizan al niño alcanzar las condiciones psico-físicas mínimas necesarias para aprender.

“No se puede enseñar a un niño con hambre” enfatiza Gutiérrez, pero advierte que es preciso dar un salto en la consideración de la escuela como “un lugar donde el maestro debe estar abocado a fomentar el amor al conocimiento”. Para el director del ICIEC, “no se valora lo que la escuela, sí puede construir con los chicos”.

Resignificar la escuela. El director del ICIEC apunta dos cuestiones fundamentales que contribuirían sustancialmente a elevar el estándar de la institución educativa, más allá de su actual rol de contención social: “Necesitamos mayor formación docente orientada a la enseñanza y dotar a todas las escuelas de modo equitativo con tecnología, libros, materiales didácticos y hasta útiles escolares. Necesitaríamos un ‘Paicor pedagógico’ “, remarca.

El análisis del ICIEC adquiere todo sentido al contrastarse con los datos elaborados por el Barómetro de la Deuda Social de la Infancia. En efecto, en esta investigación de la UCA se señala que 13% de los niños y adolescentes cordobeses (entre 5 y 17 años) muestran déficit en el acceso a la educación.

Esto implica concretamente que “si bien asisten a la escuela, tienen una oferta curricular incompleta en el caso de la educación primaria; o el adolescente presenta sobre-edad y además se encuentra trabajando”, señala el documento del Barómetro. 

Al mismo tiempo, esta investigación advierte que 17,5% de esa población infanto- juvenil tiene privación respecto al derecho de información. “Esto se trasunta en menores oportunidades de acceso y uso de diferentes recursos materiales de información y de expresión como son la computadora, internet, libros infantiles y biblioteca”.

Masificar no alcanza. Subir cada vez más niños al sistema educativo es un gran logro de la provincia de Córdoba. “En el grupo de edad de 6 a 11 años, el acceso al sistema educativo en las áreas urbanas está casi universalizado, se alcanza en todos los niveles de ingreso tasas de asistencia cercanas al 100%”, reconoce UNICEF. 

“En el tramo de 12 a 17 años, se observan más disparidades en función del ingreso: quienes pertenecen al grupo que percibe menores ingresos alcanzan niveles de escolarización en torno al 83%”; de todos modos es un porcentaje elevado. A la vez, desde 2008 se incluyó dentro del nivel inicial la oferta de jardines maternales (ya hay más de 6.000 estatales en toda la provincia). 

“Con la ampliación de la cobertura se visibilizó la problemática social en la que están miles de niños; en ese contexto, se naturalizó el rol de la escuela con prácticas de cuidado y contención social, pero hoy necesitamos de nuevos dispositivos para articular esas políticas públicas dentro de la escuela”, señala el director del ICIEC. Sobre todo porque la escuela necesita recuperar rol que de constructor de sentido.