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FERNANDO DESBOTS

"La foto del último fin de semana largo fue la antesala del verano"

El flamante presidente de Fehgra estimó que habrá una "muy buena temporada" impulsada por el PreViaje. "Queremos que el programa se quede para siempre, como política de Estado", indicó.

FERNANDO DESBOTS
FERNANDO DESBOTS. | DESTINO CÓRDOBA

El empresario hotelero Fernando Desbots, quien recientemente fue designado presidente de la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica (Fehgra), consideró que el programa PreViaje si bien nació para paliar una coyuntura de emergencia del sector, “queremos que se quede para siempre, como una política de Estado, porque fue y es una gran ayuda para el sector turístico”.

También manifestó su optimismo respecto a la venidera temporada veraniega, la que consideró que “será muy buena” y destacó el último fin de semana largo como “la antesala de lo que sería el verano”. Pero aclaró que “no hay que mirar solo la foto, sino la película, porque venimos de dos años sin actividad”.

Esta fue el diálogo con PERFIL CÓRDOBA.

–Para poner un poco en contexto y ante su designación en Fehgra, ¿es la primera vez que un cordobés ocupa la presidencia de la entidad?

–No, no es la primera vez que un cordobés ocupa la presidencia de Fehgra, antes estuvo Oscar Ghezzi.

–Los resultados del PreViaje II están siendo exitosos, ¿qué incidencia han tenido en el sector que representa Fehgra? ¿Hotelería y gastronomía registraron un impacto fuerte, neutro, leve?

–El programa PreViaje nació para paliar la coyuntura económica del sector y hoy estamos bregando, pidiendo, para que quede. Queremos que continúe, que quede para siempre, como una política de estado. Fue y es una gran ayuda para el sector turístico. Lo más importante es que el programa, si bien nació para paliar una coyuntura de emergencia, sería bueno que quede para el futuro.

–Todo parece apuntar a que tendremos una temporada de verano con buenos índices de movimiento, ¿qué expectativas tiene el sector hotelero – gastronómico?

–Te voy a contar algo: los lugares turísticos por naturaleza ya tienen todo reservado para la temporada y todas las reservas que se han hecho han ingresado por el PreViaje. El movimiento turístico interno que genera esto es enorme, porque el cambio (del dólar) nos favorece y es más que positivo. Ha sido un impacto muy fuerte, sobre todo para la hotelería que, por supuesto, después derrama en otras cosas. El crédito del 50%, se puede volcar a la gastronomía, por ejemplo, ya que podés ir a comer a un restaurante todas las noches hasta que te alcance, por supuesto en aquellos que estén debidamente ordenados y registrados.

Yo vislumbro una temporada que no va a ser buena, sino muy buena. A ver: la foto de este fin de semana largo (20, 21 y 22 de noviembre), fue una antesala de lo que se viene en el verano. Yo siempre digo que tampoco hay que mirar solamente la foto, hay que mirar la película, porque seguimos siendo una actividad crítica, estuvimos dos años cerrados, con pasivos acumulados. Por eso hay que mirar la película, porque el mes tiene 30 días, el año tiene 365 días, pero la foto fue de tres días. Eso es lo que se tiene que analizar para hacer una buena observación. Hay números que son políticos, pero esta es la realidad: hoy la actividad con esto no se recupera, van a tener que pasar varios años para poder recuperarnos en un escenario de este tipo. Los números estarían mostrando niveles de prepandemia y hasta mejores, pero el tema es la rentabilidad, que viene por otro lado. Los pasivos fueron muy grandes. Seguimos siendo una actividad crítica y no queremos que nos saquen de esa categoría.

–¿En qué medida se cumplieron las disposiciones de auxilio y apoyo al sector frente a la crisis? ¿Hubo diferimientos de tributos, exenciones de impuestos y tasas, créditos blandos, alguna herramienta que hayan podido utilizar?

–Sí, tuvimos ayudas importantes. Desde la Provincia hubo exenciones en el pago del impuesto Inmobiliario y también colaboración de los distintos organismos para poder pagar en cuotas, se bajaron las categorías de grandes consumidores en la energía eléctrica, por ejemplo, etc. Hubo mucha ayuda, pero cuando uno tiene cerrado el negocio, todo es insuficiente, porque los 931 (formulario de Afip para aportes al sistema de seguridad social) te llegan, al igual que los aportes y contribuciones. También está el tema del personal que la pasó mal, pero por suerte tuvimos la ayuda del sindicato (gastronómico) que fue un gran colaborador.

–Específicamente en el sector hotelero se nota una reactivación de nuevas inversiones, pero en establecimientos medianos y chicos. ¿Esto estaría señalando una nueva tendencia hacia hoteles de menor volumen, alta gama y excelencia de servicios en detrimento de las grandes superficies de muchas habitaciones?

–Entre las grandes superficies, transpoladas a Córdoba, vas a ver que hay varios hoteles de 5* que están cerrados y algunos cerraron definitivamente sus puertas. Ahora, estos hoteles chicos o medianos han demandado grandes inversiones, tienen altos costos operativos con pocas habitaciones, cuyo precio lo fija el mercado y es muy difícil cobrar lo que marca el mercado, entonces los niveles de rentabilidad pasan por un delgado hilo.

–En ese sentido, ¿hay alguna ‘señal’ o dato respecto a la nueva bandera que luciría el Sheraton?

–La marca Sheraton no existe más en Córdoba, es de Marriot, pero todavía no hay nada definido por parte de los dueños de la propiedad, la familia Álvarez Rivero. Yo creo que se va a volver a abrir y como muchos hoteles que hoy están cerrados, esa reapertura va a pasar para el 2022. Sé que estaban en conversaciones con Marriot.