Perfil
CóRDOBA
EL HUMOR AL PODER

La patria celebró el meme de Julio

10-7-2022-Cafiero
Si Cafiero consigue que rusos y ucranianos sellen un acuerdo, fanáticas de BTS le encomendarían gestionar que el grupo no se separe. | CEDOC PERFIL

La resonante crisis política que atravesó el gobierno nacional el fin de semana pasado, luego de la renuncia del ministro de Economía Martín Guzmán, no hizo sino confirmar el respaldo pleno que Alberto Fernández le brinda al intendente de Córdoba Martín Llaryora: en medio de la catarata de rumores proveniente del entorno presidencial, el incidente del fallido show de Ulises Bueno quedó más relegado que caramelo Media Hora en una piñata. Por mérito propio, tras tuitear que abandonaba el barco, Guzmán pasó a ser en el blanco de las críticas, que le adjudicaban todos los males habidos y por haber, desde el salto hacia arriba del dólar blue hasta la decisión de Elon Musk de rescindir el contrato de compra de Twitter.

Fueron muchos los nostálgicos a los que se les piantó un lagrimón con el apartamiento del responsable del área económica, no tanto por aprecio hacia él, sino porque extrañaban el clásico ritual argentino de las renuncias de los ministros de economía, más repetidas que el gol con la mano de Matías Suárez. Para saludar a la reemplazante Silvina Batakis, los genios del meme le pusieron a Julio Iglesias una bata de Kiss, pero por las dudas fuera designado Sergio Massa ya habían hecho un collage del cantante español comiendo unas colaciones, y en caso de que el ungido hubiese sido el siempre listo Domingo Felipe Cavallo, lo tenían a Julio montado sobre un potro en uno de los palenques de Jesús María.

Al apaciguarse en los últimos días los ánimos en el Frente de Todos, el canciller argentino Santiago Cafiero se atrevió a pedirles a su par de Rusia, Serguéi Lavrov, y a Antony Blinken, secretario de Estado estadounidense, que inicien un diálogo urgente por la paz en Ucrania. “Si ya conseguimos un alto el fuego entre Cristina y Alberto, ahora nadie nos para hasta juntar a Putin y Zelensky en un jacuzzi”, se entusiasmaba un empleado del palacio San Martín, que tenía órdenes de comprar una espuma que no haga muchas burbujas, “no vaya a ser que exploten y estos empiecen la guerra otra vez”.

Si Cafiero llegara a lograr el milagro de que rusos y ucranianos sellen un acuerdo, hay fanáticas del grupo de k-pop BTS que lo convocarían para que convenza a los integrantes de esa boy band coreana de que no se separen. Y en el Palacio 6 de Julio solicitarían su presencia para mediar entre el municipio y el Suoem en la próxima paritaria. Desde la cancillería descartaron que el titular de esa cartera vaya a mediar en la interna de Juntos por el Cambio en Marcos Juárez, una tarea a la que juzgaron más difícil que comprar un juego de cubiertas nuevas para el auto.

Otros que intentaron cerrar grietas, además de los jardineros del Botánico, fueron los intendentes de diversa extracción política que se reunieron allí para firmar los estatutos del  Ente Intermunicipal de Gestión Metropolitana, una especie de versión cordobesa de la Unión Europea, a la que esperan no le aparezca ningún Boris Johnson. La idea es que desde este organismo se gestionen en conjunto servicios y obras que afecten al denominado Gran Córdoba, como el agua, la basura, el transporte o la campaña electoral de Martín Llaryora para la gobernación. Sobre todo ahora que ha cobrado mayor exposición pública la figura del vicegobernador Manuel Calvo, quien salió a criticar la falta de aportes de la Nación, que es el primer síntoma que manifiesta un dirigente de Hacemos por Córdoba cuando le brotan ganas de candidatearse.

Así como Calvo aprovechó el viaje de Juan Schiaretti a Estados Unidos para elevar su perfil, al ausentarse Llaryora con idéntico fin, había hecho lo mismo el viceintendente Daniel Passerini, uno de los pocos postulantes oficialistas a la intendencia que logró mantenerse en pie luego de que un vendaval de facturas por montos exorbitantes dejara a otros más desorientados que Buzz Lightyear en el Valle de la Luna. “A ese muerto no lo cargo yo”, dicen que se lo escuchó cantar por lo bajo al titular del Concejo Deliberante, quien tiene esperanzas de triunfar en los comicios, sin que le importe confrontar en las elecciones con Rodrigo de Loredo, con el Negro Álvarez y hasta con el mismísimo Pablo Vegetti si fuera necesario.