La consultora Data Driven elaboró, para la organización empresarial Industriales Pymes Argentinos (IPA) un trabajo donde se propuso analizar todos los componentes y actualizar la presión impositiva actual que recae, por todos los niveles, sobre las empresas pequeñas y medianas del sector industrial en el país. El informe comienza recapitulando que la presión impositiva total en Argentina, expresada como el ratio de ingresos fiscales sobre PIB, es considerable y llegaba al 35%, es decir, por cada $100 pesos generados por los argentinos el estado, en sus tres niveles, capturó $35. El trabajo reporta que esa proporción dejó a la Argentina por sobre todos los países de Sudamérica (con un promedio de presión del 23%) y por sobre todos los BRICS -Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica- (con un promedio del 28%). La presión impositiva argentina es, no obstante, ampliamente superada por varios de los miembros europeos de la OECD (promedio 41%): Francia, Noruega y Finlandia ocupan el podio de esta muestra con más del 50%.
En pymes. Ahora bien, el aspecto sobre el que se enfoca el trabajo es sobre qué viene pasando con la presión hacia las pymes productivas de un sector particular, el industrial. En ese sentido se advierte una paradoja ya que países de la OECD, el club de economías desarrolladas, cobran impuestos a la producción relativamente bajos (promedio 41%), pese a que su presión fiscal total es alta. “Argentina, según estadísticas del Banco Mundial, se ubica en la estratósfera de la presión impositiva a la producción: representa el 106% de la ganancia neta (antes de impuestos) de una pyme. Dicho más claro: según datos del Banco Mundial, una pyme argentina que paga todos los impuestos –en promedio- da pérdida”, señala el trabajo. Solo las Islas Comoras (África) quedan por sobre Argentina en este indicador.
La presión fiscal a las empresas pymes en Argentina está por encima de la de todos los países de Sudamérica (promedio 49%) y de los BRICS -Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica- (promedio 50%), grupo dentro del que destaca nuestro socio mayor del Mercosur (65%). “Si una pyme paga todo lo que tiene que pagar el resultado es de pérdida. Eso explica que haya tanta informalidad. Las pymes no pueden hacer frente a todo lo que tienen que pagar. La presión impositiva es un aspecto clave para la competitividad de las pymes industriales, si tenemos una enorme presión sumado a un contexto de caída de la actividad llegamos a un escenario muy delicado”, remarca Daniel Rosato, presidente de IPA.
El otro costo
El informe también remarca que “el verdadero costo” de la presión impositiva es que se traduce en informalidad y quiebra de empresas: la industria argentina se recuperó velozmente de la crisis 2001-2002. “En 2008 se alcanzó el máximo histórico de empresas empleadoras. Desde ese año la cantidad de empleadores ha descendido continuamente. Hoy hay casi 7.500 empresas empleadoras menos”, advierten.