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CóRDOBA
DEUDA DE CORDOBA

La reestructuración desató un foco de tensión entre El Panal y Nación

El ministro Guzmán criticó, sin mencionarlo directamente, al acuerdo con bonistas. "Algunas provincias miran un retorno de corto plazo inmediato político", disparó.

17-01-21DEUDA
SEGUIMIENTO. El ministro de Finanzas de Córdoba, Osvaldo Giordano, en la mesa de Unidad de Apoyo de Sostenibilidad de la Deuda de las provincias que tiene Nación. | Cedoc

Mientras en el gobierno de Córdoba buscan aprovechar el envión político que significó lograr el acuerdo con los bonistas para alcanzar una reestructuración de la deuda externa de la provincia, al cierre de la semana comenzaron a llegar señales que amenazan con empañar esa gestión. Y más grave aún, se tensionó aún más la siempre tensa relación entre El Panal y la Casa Rosada.

El lunes 11 por la tarde y sobre el filo de la cesación de pagos, el gobernador Schiaretti anunció que se acordó con los bonistas. Según expresó el mandatario provincial, ese convenio implicó cambiar los vencimientos de deuda lo que se tradujo en que por 4 años la Provincia deja de erogar US$ 700 millones. El otro aspecto negociado fue una reducción en la tasa promedio a pagar, que se bajó de 7,23% a 6,08%. También según Schiaretti, ese punto se traduce en un ahorro, en los próximos años, cercano a los US$ 200 millones.

“Córdoba acaba de reestructurar su deuda externa de títulos con jurisdicción extranjera de manera exitosa y sin entrar en default. Somos la primera provincia argentina que consigue reestructurar su deuda sin entrar en cesación de pago”, dijo Schiaretti. Esa última frase no cayó bien en la Casa Rosada ni en el ministerio de Economía que conduce Martín Guzmán.

Justamente, el funcionario nacional al que durante mucho tiempo se lo tildó de “ministro de la deuda” por su visceral enfoque para resolver la deuda externa contra los fondos buitres es uno de los más atentos a la hora de seguir la reestructuración de deuda de las provincias. Un punto clave, que no mencionó Schiaretti, es que la Provincia de Córdoba acordó con los bonistas una tasa promedio que casi duplica a la que Guzmán convalidó con los holdouts nacionales y que quedó en 3,75%.

El nivel de la tasa que Córdoba concedió y la estrategia de lograr un acuerdo sin caer en default –algo que no logró ni la Nación ni otras provincias- detonaron el núcleo de las críticas que se escucharon en boca de Guzmán hace algunas horas.

En una charla en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Entre Ríos Guzmán disparó contra la estrategia de Córdoba, sin mencionar a la provincia ni dar nombres. Criticó a las gestiones que aceptan “lo que dictan los acreedores de turno que prestaron tomando un riesgo o aún peor, que compran esa deuda muy barata cuando ya está claro que no se puede hacer frente a los términos originales y después buscan extraer un retorno extraordinario. Eso dañaría la posibilidad de enfrentar políticas públicas para lo que las distintas provincias necesitan”.

Guzmán respondió consultas sobre si se trabaja para gestar un bloque de provincias que deben negociar sus deudas y señaló: “se trabaja de forma coordinada. El problema es que hay algunas provincias que miran un retorno de corto plazo político y que en lugar de decir ´voy a un acuerdo sostenible ´prefieren un acuerdo rápido. Y hay otras que sí actúan con más paciencia, buscando resolver los problemas de una forma sensata y tomándose más tiempo para llegar a un acuerdo que sea sostenible. Y eso es lo que la Nación fomenta”.

“Hay una única caja de dólares en el país, todas las provincias la comparten, de poco sirve anunciar un acuerdo que un tiempo después no se va a poder cumplir”, completó Guzmán.

¿Se puede generar una grieta en la forma de gestionar las deudas? Los cruces que llegaron tras el acuerdo de Córdoba parecen indicar que sí. Finalmente, algunos analistas políticos sembraron otro manto de dudas alimentado por este nuevo desencuentro. Y remarcaron que la Nación debe avalar los acuerdos de deuda que las provincias negocian.