“Las redes del Estado tienen que ser usadas democráticamente”

Invitado por el Grupo Convergencia para las jornadas donde se analizó el presente y el futuro del mercado de las telecomunicaciones, Franco Cecchini presidente de la Cá- mara Argentina de Tráfico IP y director de Iplan dialogó con PERFIL CORDOBA. Los ejes que atraviesan el sector y la particularidad del mercado cordobés, según su óptica.

-La información dice que la Ley de Convergencia entraría en las próximas semanas al Congreso, ¿cómo lo ven? 
-Creo que está dormida, no lo van a sacar ni ahora ni el año que viene, previo a las elecciones. Nadie la está pidiendo. Al existir el DNU de diciembre de 2015 que dejaba sin efecto la Ley de Medios y al estar la aprobación de la fusión por parte del Enacom (N.de R.: se refiere a la fusión entre Cablevisión y Telecom) no cambia nada con la ley. 

-Entre el DNU y la aprobación del Enacom, ¿los jugadores de peso ya están hechos? 
-Los jugadores de peso ya están hechos. Hoy tenemos la fusión, ¿cómo se vuelve atrás? Más allá de que Defensa de la Competencia esté un poco remolona porque hay un esquema de negociación, ya están fusionados. Por eso, fácticamente, nadie necesita la Ley de Convergencia porque nadie la está esperando. Lo bueno y lo malo que tiene ya se hizo. Sí faltan los reglamentos, de interconexión, de usuarios y de calidad del servicio.

-Iplan es una Pyme, ¿cómo está el mercado de las telecomunicaciones para las firmas chicas? 
-Para nosotros es fantástico. Porque hay redes de clave módem del siglo pasado para dar servicio de televisión por cable, a las que después le pusieron tecnología para dar Internet, más o menos. Las redes de ADSL actuales fueron creadas para dar telefonía y luego se les puso dispositivos para dar Internet de 1 mega, 5 megas o 20 megas. Mientras que las redes de fibra óptica que desarrolla Iplan naturalmente dan 1 giga. Pero no porque seamos buenos, sino porque damos 1 giga. Esas redes son las que permiten los servicios del futuro. Iplan está comprando e instalando lo que hoy está en vigencia, no por inteligencia ni por inversión, sino por época. El costo de modificar la red vieja no justifica los ingresos mayores que pueden tener por cambiarla.

-¿Hacer la reconversión implica costos muy altos?
-Implica costos muy altos reconvertir toda la red. Lo van a hacer a último momento, cuando el financiero diga que tiene excedentes para destinar y ser competitivos. De todas formas, el porcentaje de mercado que puede robar una empresa como Iplan es muy bajo, es muy poco lo que pueden perder frente al esfuerzo de inversión que tienen que hacer para modernizar su red. Les conviene mantener las redes y mantener el negocio sobre los contenidos y la televisión. No pasa lo mismo en el mercado corporativo.

-¿Ustedes se van a enfocar en el corporativo?
-Siempre estuvimos en el corporativo y ahora vamos por el residencial, donde estamos jugando una pequeña ficha en Buenos Aires. En el segmento corporativo estamos por encima del 20% y en Córdoba, y Rosario, tenemos una red acotada, pero con una presencia en torno al 15%. La idea es acceder al residencial en 2019.

-¿Cómo ve el rol del Estado, no solo como regulador, sino también como player?
-Lo veo muy bien, pero no como un jugador hacia el cliente final, sino dando la posibilidad de utilizar la infraestructura instalada, un recurso que tiene que estar disponible. Y esas redes tienen que estar democráticamente utilizadas porque son del Estado.

-En Córdoba está muy concentrado el servicio de banda ancha, ¿qué opina? 
-Es un problema que tiene Córdoba originado por la fusión, ahí el ente regulador tendría que decir que está pasando una situación particular porque hay un monopolio privado de hecho. No estamos en contra de la fusión, pero debería haber incentivos a las otras empresas para que haya competencia.

Una ficha en el residencial  
Con Iplan Liv la firma pondrá un pie en el segmento residencial. Para ello destinará una inversión de $500 millones en infraestructura. Para Córdoba se prevé un desembolso de $50 millones. El negocio residencial representa hoy el 2% de los ingresos de la compañía, pero la previsión es que a finales de este 2018 la participación suba hasta el 5% y que en 2020 trepe al 15%.