En Córdoba, la discusión por una Ley de Museos volvió al centro de la escena con un objetivo simple y a la vez ambicioso: ordenar lo que hoy funciona de manera dispersa y darle protección efectiva al patrimonio. “Después de 30 años de espera, hoy es un hito histórico para la cultura de Córdoba”, sostuvo Nancy Almada, al presentar el espíritu de la norma: “una herramienta moderna y necesaria que termina con décadas de improvisación y le da a nuestro patrimonio la protección que se merece”.
En diálogo con Punto y Aparte, Punto a Punto Radio (90.7), Almada detalló que el texto se apoya en cuatro pilares: seguridad jurídica, propiedad clara con un registro provincial de museos y colecciones, profesionalismo mediante un consejo asesor y una visión de futuro que promueva museos vivos, dinámicos y conectados con la comunidad, las escuelas y la tecnología.
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Qué dice el proyecto, en palabras de Almada
Seguridad jurídica. La legisladora lo sintetiza con una imagen potente: “nuestra memoria no tiene precio”. Y agrega: “Blindamos el patrimonio de todos los museos declarándolos inembargables. Nadie más podrá ‘meter mano’ en la memoria de los cordobeses”.
Propiedad clara / registro. Para saber qué tenemos y dónde está, Almada plantea “crear un instituto provincial” que deje sentado qué colecciones hay en cada museo y cuántos museos existen en Córdoba, “formando una red de comunicación entre ellos”.
Profesionalismo. “Se crea un consejo censor asesor, con expertos, para que las decisiones importantes se tomen con conocimiento y no por arbitrariedad política”, subrayó.
Visión 3D: museos vivos y conectados. El proyecto impulsa que los museos dejen de ser “depósitos de objetos viejos” y se conviertan en espacios dinámicos, con experiencias inmersivas y acceso remoto: “desde los colegios y desde cada rincón de Córdoba puedan acceder y conocer las colecciones que hay en cada museo”, explicó.
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Cómo se llegó hasta acá y qué falta
Almada remarcó que hubo “20 meses de trabajo” y consenso con instituciones del sector. “La Asociación de Museos nos apoyó muchísimo; llevan 30 años en esto. Aprendimos de su experiencia y llegamos a esto”, dijo, al destacar la construcción transversal detrás del texto que hoy ingresa en su tramo decisivo.
El desafío, de aquí en más, será llevar la letra al territorio: que el registro funcione, que el consejo asesor se convierta en un ámbito real de criterios técnicos compartidos, y que la visión 3D se traduzca en nuevas prácticas que acerquen el patrimonio a escuelas y comunidades, más allá de las diferencias entre museos grandes y los del interior provincial. “Conocer y proteger el patrimonio cultural es proteger nuestra historia”, concluyó la legisladora.