En el operativo “contención” de los propios, el candidato a gobernador del PJ, Martín Llaryora, viene cosechando respaldo entre la tropa del interior provincial, mientras aceita el vínculo con un grupo de intendentes radicales díscolos que se sumarán a la versión ampliada de Hacemos por Córdoba. “Es el momento en el que hay que acelerar”, señaló un llaryorista que le sigue el paso al intendente capitalino, quien intensificó su agenda en el interior en el arranque del año electoral, con la puesta en marcha de la movida festivalera.
En su itinerario de fin de semana, Llaryora participó el viernes de la apertura del festival de Jesús María. A su vez, en Colonia Caroya compartió una cena con intendentes y dirigentes del norte. El sábado visitó Cruz del Eje en el marco de la Fiesta Nacional del Olivo 2023, donde también se reunió con el intendente local, Claudio Farías, y los peronistas de la zona.
La agenda diagramada se completará este domingo con su paso por San Carlos Minas. El postulante a suceder a Juan Schiaretti mantendrá contactos con la tropa del departamento y participará del Festival Provincial de la Minería.
La “Llaryoreta” puso primera en el último tramo del 2022 e intensificará su recorrida en el enero festivalero. La estrategia del candidato oficialista pasa por el apoyo explícito de sus pares peronistas, luego del traspié de la re-re.
Hay muchos heridos por atender, por eso se desplegó el “operativo contención”. La promesa de quien ostentará la lapicera a partir del 10 de diciembre es sumarlos en el futuro gabinete provincial.
A priori, el objetivo clave de Llaryora es lograr el compromiso de los jefes territoriales de pegar los comicios locales a la elección provincial que se convocaría a partir de la segunda semana de junio.
Hasta ahora el operativo viene “muy bien”, advierten las espadas llaryoristas, sumado a que en el comando de campaña exhiben números “muy alentadores” que marcan sus encuestas sobre el escenario electoral.
De todos modos, al postulante al principal sillón del Centro Cívico le falta recorrer los departamentos en donde persiste un fuerte malestar entre los intendentes propios y extraños al haberse caído la re-re. Los que más resisten se concentran en Marcos Juárez y Río Cuarto. En General San Martín y Unión también hay unos cuantos.
Apoyo y fecha unificada. Acerca de los acuerdos alcanzados con los jefes territoriales para “sanar” heridas, tras el paso de la “Llaryoreta” por los departamentos recorridos hasta el momento, en el círculo más próximo al referente peronista hacen un balance preliminar.
Afirmaron que tienen “cerrado” en San Justo (25 intendentes), el norte cordobés (18), Río Segundo (13), San Alberto (11), Cruz del Eje (unos 12) y Minas (6). “En Santa María está todo bien”, expresó un llaryorista al advertir que quienes traccionan en el territorio son los peronistas Marcos Torres (Alta Gracia) y Pedro Ciarez (Malagueño).
La muestra más reciente de este “operativo contención” fue la del departamento Río Segundo, territorio del histórico peronista Francisco Fortuna. El jueves pasado, Llaryora visitó Manfredi, donde recibió el respaldo de 13 intendentes de la región que decidieron pegar sus elecciones locales a la fecha que se fije para la contienda provincial y así “acompañar” al candidato de Hacemos por Córdoba.
Los referentes locales le transmitieron su “apoyo, acompañamiento y movilización en el territorio” de cara a las próximas elecciones provinciales, sostuvieron en un pronunciamiento conjunto. Lo mismo hicieron sus pares de San Alberto cuando se reunieron el martes pasado con el candidato ungido del peronismo.
Al ver el mapa cordobés, a la “Llaryoreta” le queda un largo recorrido. Hay paradas que serán claves por el nivel de resistencia, como por ejemplo Marcos Juárez y Río Cuarto, entre otros puntos de la geografía mediterránea donde también poner el foco, como es el caso de Punilla y Calamuchita.
En el sudeste provincial se advierte que el acuerdo mayoritario deberá surgir –puede darse o no– de un diálogo con el intendente Martín Gill. Hay un grupo de jefes comunales que le responden, entre los cuales se contabilizan aquellos que son muy críticos con el trato recibido por la gestión de Schiaretti.
Descontento. Uno de ellos es el intendente de Cruz Alta, Agustín González. El joven peronista, quien el viernes pasado se mostró con Gill y Sergio Massa en Villa María, confirmó a PERFIL CÓRDOBA que tiene decidido despegar los comicios locales de la fecha de convocatoria que anuncie el gobernador. La medida de adelantar la elección en su distrito es una clara señal de rechazo al poder que habita el Centro Cívico.
El clima político se mantiene en tensión en el departamento Río Cuarto. En off se escuchan voces muy críticas contra Schiaretti y Llaryora por no habilitar la re-reelección por única vez, ante el carácter retroactivo de la ley 10.406.
Un jefe comunal del PJ dio cuenta del “enojo y descontento” que persiste entre sus pares -son unos 18, entre justicialistas y radicales- con los mandamases del peronismo. La misma fuente sostuvo que sus compañeros de gestiones locales “trabajarán en contra de Llaryora y adelantarán elecciones”.
Por su parte, el intendente de Pasco, Daniel Delbono, dijo que ante la imposibilidad de ser re-reelecto se trabaja “en un armado muy local” y, llegado el momento, se analizará “qué jugadores ponemos en la cancha”. Señaló además que de acuerdo “a la estructura que armemos se verá si nos permite ir en una misma fecha” con la provincial.
Todos adentro. En el llaryorismo se muestran muy optimista en contenerlos a todos. “Los vamos a meter a todos adentro”, confió un integrante del núcleo más próximo al postulante oficialista.sBasó su confianza al destacar las cifras que arrojan los sondeos que hacen los propios intendentes. “Estamos ganando”, resaltó y reafirmó el compromiso de que “habrá lugar” para todos en el futuro gabinete.
Ante este escenario que proyecta el oficialismo, desde el núcleo llaryorista se emitió una expresión contundente: “Terminan todos adentro… los nuestros y los radicales. Vamos a tener más intendentes que nunca votando el mismo día”.
Esta es una de las claves fundamentales –sino la más relevante– del tablero electoral diseñado por Llaryora y Schiaretti.
Avanza la movida con intendentes radicales para ampliar HxC
Martín Llaryora aceita el vínculo con los boina blanca desencantados con la cúpula de la UCR que saltarán el charco y se sumarán al proyecto de ampliar Hacemos por Córdoba, preservando su identidad radical, y en lo que implica un armado local-provincial.
En el círculo íntimo del intendente capitalino y en filas de este núcleo de jefes territoriales radicales, referenciados en Myrian Prunotto y Carlos Briner, admiten los pasos avanzados de esta movida que sacudirá el tablero de la política local.
Los llaryorista cuentan unos 15 a 20 jefes comunales de la UCR que se sumarán a la coalición oficialista. A los que jueguen en sus distritos se le garantizará la apuesta a ganador, mientras que a los referentes de ese alineamiento se les ofreció “espacios importantes en las listas y en el futuro esquema de gobierno”, más allá de que suene la posibilidad de integrar la fórmula, como el caso de Prunotto.
No obstante, en el peronismo se le baja el precio a la esrtategia. “Para sumar al binomio tendría que tener mucho cuerpo”, sostienen los estrategas llaryoristas en cuanto a la cuota de participación de los radicales en este armado provincial.
De todos modos, esta alianza marcha “viento en popa” y solo se espera el “momento justo” para oficializarla en el marco de cómo avance el año electoral, que todo indica que se votará a partir de la segunda semana de junio. En este esquema, en el llaryorismo predomina la posición de pegar la fecha de los comicios municipales, pero existe “un plan B”: separarlas 30 días después.