“El cambio más disruptivo no tienen que ver con el nombre. Es llegar al cliente con un delivery de productos que antes no ofrecíamos. Conocemos mucho a nuestros clientes, inclusive más que ellos mismos, y tenemos mucho para ofrecer”, dice Alejandro Asrín, presidente de Naranja, la empresa que cuenta con 9,4 millones de tarjetas de crédito en el país y continúa su expansión por dos vías: a través del negocio financiero propiamente dicho (de hecho, la semana pasada tomaron la cartera de Tarjeta Nevada, la más importante de la zona Cuyo, con 800.000 plásticos, 30 millones de operaciones anuales y 52 centros de atención en todo el país) y por otro lado, a través de los nuevos negocios “que van surgiendo a partir de alianzas pero que se basan en el historial de consumo de nuestros clientes. Hay un trabajo de big data muy importante que nos permite ver para dónde va el consumidor. Está en nosotros saber interpretar esas tendencias”, acota Asrín.
El cambio del que habla Asrín se refleja en los números de Naranja: el 50% de los ingresos de la empresa provienen de los servicios financieros. El resto está ligado a los servicios. Un porcentaje que los especialistas califican como “excelente” para encarar la nueva estrategia que diseñó la empresa. “Si bien nuestra ancla de negocios es la tarjeta, desde hace tiempo teníamos en claro que no podíamos ser solamente una tarjeta de crédito”, asegura el ejecutivo, añadiendo que “la ventaja es que podemos sumar una propuesta de valor a cada cliente en particular. Estamos en la era de la personalización”.
Turismo y entretenimiento. Desde junio, la empresa ofrece HBO GO, la plataforma de entretenimiento premium de HBO, como un servicio por suscripción online. Esa plataforma permite a los consumidores ver el contenido de HBO (desde Game of Thrones, pasando por éxitos de Hollywood hasta la serie Los Soprano) en cualquier momento y lugar, desde múltiples dispositivos. Según indicaron desde la firma seguirán otros acuerdos ligados al turismo (muy posiblemente con aerolíneas low cost) y “estamos explorando otros sectores que por ahora no podemos adelantar, porque no sabemos cuántos acuerdos se concretarán”, dice el presidente de Naranja.
La base tecnológica, clave. Asrín hace hincapié en la innovación tecnológica para concretar los cambios que se ha propuesto Naranja. “Hemos consultado a empresas de Córdoba y también de la Argentina, aunque por ahora todos los desarrollos tecnológicos que utilizamos son propios, creados en la empresa”, asegura.
Sin embargo, Asrín reconoce que debido al consolidado ecosistema tecnológico que posee Córdoba están observando a startups locales. “Hay mucho talento. Por ahora estamos viendo, y como siempre, no descartamos nada. Tal vez podamos hacer sinergias para potenciar a empresas o adquirir productos específicos: somos amplios en ese sentido”, señala.
-¿Cuál es la competencia de Naranja en la actualidad?
-Estamos en un mundo donde las competencias no son por sectores. Hoy no existen más sectores verticales, más bien todo lo contrario.
-¿Cuál es el plan de Naranja para los próximos años?
-El plan de negocios de la empresa está pensado hasta el 2022. Queremos una empresa con una gama de servicios más amplia, más servicios financieros y no financieros y más satisfacción digital del cliente.
-¿Puede variar mucho la composición de ingresos de la empresa?
-Sigo imaginando un 50/50 entre financiero y no financiero, pero insisto: hay que dar un salto sumando servicios.
