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CóRDOBA
HISTORIAS ASOMBROSAS DE CÓRDOBA

Los argentinos que lucharon con Inglaterra en la Segunda Guerra Mundial

1-11-2020-Logo Perfil
. | CEDOC PERFIL

En un enorme avión bombardero de guerra B-24 Liberator, piloteado por un argentino que lleva en su hombro un mono, otros argentinos discuten con un sargento gurkha nepalí, mientras sobrevuelan Birmania. ¿Qué es esto? ¿El argumento de una película inverosímil, imposible de creer? No. Para nada. Pasó en la Segunda Guerra Mundial, cuando 4.500 muchachos argentinos se fueron a alistar para luchar contra Hitler porque pensaban que si no lo paraban en Europa lo iban a tener que enfrentar en Sudamérica.

Tenían razón. Se fueron en barco y terminaron formando una escuadrilla llamada Argentine - British Squadron 164. Una ironía de la historia: murieron 122 pilotos argentinos defendiendo a Inglaterra.

En la escena referida al comienzo, un cordobés, Alec Pearson, junto a Robin Houston (conocido por ir a todas sus misiones de guerra con su macaco birmano Minnie), discutían con un sargento miembro de los gurkhas, un cuerpo de élite de Nepal dirigido por oficiales británicos. El soldado asiático, que nunca se había arrojado desde un avión antes, exigía, para lanzarse, que el aparato volara más bajo, más cerca de la selva.

Los gurkhas (se pronuncia gurjas) tienen una valentía que ya es legendaria. Y sus kukris, sus largos y pesados cuchillos de hoja doblada en forma de V, diseñados para decapitar a un enemigo de un solo golpe, son aún usadas por ellos en combate. Son un cuerpo militar que siempre salió airoso en mil batallas, si bien ellos tuvieron un traspié en la Guerra de Malvinas, en la Batalla de Thumbledown, cuando se enfrentaron al BIM 5 del capitán Rovasio.

En la cabina del avión, Pearson, que llevaba siempre un revólver 38 para dispararse en caso de aterrizaje forzoso para no caer en manos de los japoneses y ser torturado como era práctica habitual, le dijo al nepalí que necesitaban cierta altura para que se abriera el paracaídas. El hombre se sorprendió y le contestó al cordobés: “Ah. ¿Es con paracaídas?”. Es que pensaba que debían arrojarse sobre los árboles, directamente. De ahí su exigencia de volar tan bajo...

Pilotos nacidos en Argentina que ayudaron a Inglaterra en su momento más difícil a ganarle a Hitler. Esos muchachos hicieron bien. A los malos -y éstos eran unos canallas- se los debe enfrentar en donde sea. Eso sí: Inglaterra no debe olvidar a los 122 argentinos que alguna vez dieron su vida por ese país y por la libertad, en esos años en que el mundo entero estuvo en peligro. Y nosotros tampoco podemos olvidar a esos héroes, bien nuestros.

(*) Autor de cinco novelas históricas bestsellers llamadas saga África.