Los hinchas vienen marchando

“El sueño que nos trajo hasta acá es armar un equipo que juegue de memoria, con la verdad en los pies y la justicia en el corazón”.

En sus redes sociales, la Coordinadora de Derechos Humanos del Fútbol Argentino deja en claro cuáles son la táctica y la estrategia con las que, seis años atrás. entró a la cancha para jugar un partido clave, contra el olvido.

El debut oficial de la organización fue el 24 de marzo de 2018, con hinchas y socios de veinte clubes que se movilizaron juntos hacia Plaza de Mayo, en la conmemoración de un nuevo aniversario del último golpe cívico-militar en nuestro país.

A aquella primera formación se fueron sumando ‘jugadores’ de Santa Fe, Mendoza, San Juan, San Luis, Salta, Jujuy, Río Negro y de otras provincias. En Córdoba, simpatizantes de Belgrano, Instituto, Talleres, Racing y Los Andes dieron el puntapié inicial.

En Córdoba, la marcha de los futboleros se realizará con dos consignas: ‘En las tribunas nos faltan 30.000’ y ‘Los clubes son de los socios. No a las SAD (Sociedades Anónimas Deportivas)’.

Este año, por primera vez, quienes integran el espacio en nuestra provincia marcharán juntos, cada uno identificado con los colores de su equipo, o con la camiseta del seleccionado nacional. “Para ponerle el color de las tribunas a las calles de la memoria”, según la invitación lanzada por el colectivo. Además, la columna de hinchas preparó banderas con diferentes leyendas y homenajes, y pañuelos blancos con la imagen de Diego Maradona.

“Desde hace varias semanas venimos trabajando para esta actividad, todos juntos y con muy buena onda”, destaca Matías Capra, hincha de Belgrano e integrante de la Mesa de Trabajo de Derechos Humanos en representación del Espacio Memoria La Perla.

La marcha de los futboleros se llevará a cabo con dos consignas: ‘En las tribunas nos faltan 30.000’ y ‘Los clubes son de los socios. No a las SAD (Sociedades Anónimas Deportivas)’.

LA COORDINADORA. Hinchas de clubes de todo el país se unieron en 2018 para visibilizar y reivindicar los derechos humanos desde el fútbol. /// FOTO: COORDINADORA DD.HH. FÚTBOL ARGENTINO

AFA tiene la pelota

El pasado 1 de marzo, la Coordinadora de Derechos Humanos del Fútbol Argentino envió a la AFA una nota en la que propone y solicita la realización de un “postergado y merecido” homenaje para los jugadores argentinos detenidos, desaparecidos y asesinados por la última dictadura.

“De la investigación realizada por el periodista y escritor Gustavo Veiga, y de los aportes de los espacios de Derechos Humanos de los clubes, surge un listado -probablemente incompleto- de 27 futbolistas”, se puntualiza.

El reclamo de “un acto reparatorio de dimensiones históricas”, también fue elevado a las autoridades de Futbolistas Argentinos Agremiados (FAA).

“Al día de la fecha no se ha realizado ningún acto oficial de la AFA ni de FAA para recordarlos y homenajearlos”, destacó el escrito. “Tenemos el convencimiento de que ha llegado el momento de saldar esa deuda histórica, mediante la colocación de una placa que recuerde no sólo sus nombres, sino la relevancia de mantener vivos los principios de Memoria, Verdad y Justicia”, añadió.

‘La Coordinadora’ sugirió que el acto -en consonancia con el que realizó la Unión Argentina de Rugby en 2021- se lleve a cabo en el complejo deportivo ‘Lionel Messi’, en Ezeiza.

“Todavía no tuvimos una respuesta formal, pero ya marcamos la cancha. La coincidencia de este 24 de marzo con los amistosos de la Selección en Estados Unidos, seguramente ha sido un obstáculo. Pero no tenemos dudas de que, tarde o temprano, el homenaje se va a hacer”, destacó Capra.

PANUELOS BLANCOS. Los hinchas de los clubes cordobeses prepararon banderas con consignas y le añadieron la imagen de Diego Maradona al símbolo de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo. /// FOTO: COORDINADORA DD.HH. FÚTBOL ARGENTINO

La pasión por el fútbol, un denominador común

Un enganche, dos marcadores de punta y un arquero. El listado actualizado de los 27 futbolistas que fueron víctimas del terrorismo de Estado, durante la última dictadura militar argentina, incluye a cuatro nombres cordobeses. 

Ignacio Manuel Cisneros Iraola, Alberto Armando Garbiglia Giraudo, Eduardo Raúl Requena Alonso y Raúl Leonel Bru Micieli son los exjugadores relevados por la Coordinadora de Derechos Humanos del Fútbol Argentino en nuestra provincia.

“Tenemos referencias de que en Córdoba puede que haya algunos más”, señala Matías Capra, uno de los referentes de ‘La Coordinadora’ a nivel provincial. “Es una búsqueda constante, y seguramente la nómina se irá ampliando. Sucede que, en el caso de los desaparecidos, durante muchos años no se consideró el vínculo con el deporte como una referencia concreta, y se hacía más hincapié en la militancia política”, puntualiza.

IGNACIO CISNEROS.

Hincha, socio y jugador

Con apenas 10 años, Ignacio Cisneros se dio el gusto de dar su primera vuelta olímpica con la camiseta del club del que era hincha y socio. “El Corcho”, nacido el 22 de octubre de 1947 en Río Cuarto, hizo sus primeras gambetas en el baby fútbol de la Asociación Atlética Estudiantes, que fue el patio de su infancia y además lo cobijó en sus divisiones menores.

“Era el lugar de sus amores”, supo contar Marta, su hermana, sobre el vínculo de Ignacio con la entidad celeste. El enganche no llegó a jugar en la primera del León, pero despuntó su pasión por la pelota representando a Agronomía en el Torneo Interfacultades de la Universidad Nacional de La Plata, donde se recibió de ingeniero y trabajó como secretario académico.

Militante de Montoneros, Cisneros fue secuestrado el 15 de febrero de 1977, tras visitar a su familia en Alpa Corral. Estuvo en ‘La Cacha’, un centro clandestino de detención platense, y en el campo de concentración cordobés ‘La Perla’, donde, según el testimonio de una sobreviviente, fue asesinado. Tenía 29 años, esposa e hijo. Su mamá, Antonia Iraola, Ciudadana Ilustre de Río Cuarto, fue una de las 14 protagonistas de la primera ronda de las Madres de Playa de Mayo, el 30 de abril de 1977.

ALBERTO GARBIGLIA.

Un lateral histórico

Alberto Garbiglia, ‘el Pato’, fue integrante de uno de las más recordadas formaciones del Club Sportivo Rural Santa Eufemia, la que alcanzó el subcampeonato en la edición 1971 de la Liga Adrián Beccar Varela. Tenía 18 años cuando sobresalía como lateral izquierdo en el club de la ciudad del Departamento Juárez Celman, donde nació el 7 de mayo de 1953.

Al poco tiempo de jugar la final del campeonato regional, Garbiglia se radicó en Córdoba para estudiar Medicina en la UNC. Militante del Partido Revolucionario de los Trabajadores-Ejército Revolucionario del Pueblo (PRT-ERP), fue secuestrado entre junio y julio de 1977 y permaneció en cautiverio en el Centro Clandestino de Detención y Tortura ‘La Perla’. Tenía 24 años en el momento de su detención. Aún sigue desaparecido.

EDUARDO REQUENA.

De la pista a la cancha

Eduardo Requena, ‘el Gallego’, fue respectivo campeón argentino de salto con vallas y subcampeón nacional de salto en alto en los Juegos Evita de 1953 y 1954, pero a los 13 años (nació el 15 de noviembre de 1938) cambió el atletismo por el fútbol. Dos años más tarde debutó en la primera de River Plate de Villa María, donde ganó cuatro torneos seguidos, entre 1958 y 1962. También integró la selección de su ciudad. Quienes lo vieron adentro de un campo de juego lo describen como ‘un lateral izquierdo con gran ida y vuelta, veloz, de buen manejo y un gran cabezazo’.

En 1963 se recibió de profesor de Historia y Geografía en Bell Ville, y tiempo después comenzó su militancia política y sindical. El 23 de julio de 1976, cuando tenía 37 años, fue raptado por la patota del genocida Luciano Benjamín Menéndez en las adyacencias de la Plaza Colón y trasladado a ‘La Perla’. En ese lugar, que desde hace 15 años funciona como Espacio para la Memoria, fue inaugurado en 2017 el ‘Centro Educativo en Derechos Humanos Eduardo Requena’. También lleva el nombre del docente desaparecido el Ipem 207 de barrio Ituzaingó.

RAÚL BRU.

Arquero y maestro

Raúl Bru, ‘el Oso’, fue asesinado en su casa de barrio General Bustos el 2 de noviembre de 1976, cuando tenía 24 años. Casado y padre de un hijo, había llegado años atrás desde Santa Fe, con su título de maestro normal. Militante de Montoneros, también tenía un pasado como futbolista.

En su juventud, había sido arquero de 9 de Julio, el club de la Liga Rafaelina que, según el relato de amigos, fue ni más ni menos que “su primer amor”. En 2023 fue homenajeado junto a otros 21 desaparecidos por las autoridades de Rafaela, la ciudad donde nació el 10 de abril de 1952.