Los saqueos se metieron en el centro de la campaña electoral

En los últimos días, todos los sucesos que se registraron en el país y en la provincia quedaron entrampados en la campaña electoral. Desde los saqueos hasta la incorporación argentina a los Brics, pasando por la incomprensible amenaza al fiscal Bernardo Alberione y los anuncios formulados por el ministro-candidato Sergio Massa en Córdoba, fueron objeto de polémicas y afirmaciones contundentes de los principales actores de la política argentina por estos días. 

Casi en rol de panelistas de un programa chimentero de la tele, los aspirantes opinaron de todo para mostrarse como los mejores para salir de una de las peores crisis socioeconómicas del país, desde la recuperación de la democracia a esta parte.

Los saqueos conmovieron a Córdoba, primero, y a buena parte de la Argentina, después. El disparador se ubicó en la ciudad de Río Cuarto, donde el domingo pasado diferentes bandas actuaron criminalmente y robaron o saquearon a comercios.

Números que meten miedo. Sin embargo, el árbol no debe tapar el bosque porque aunque hayan sido operaciones repudiables, hay que tener en cuenta el estado de vulnerabilidad de casi la mitad de los cordobeses. El ministro de Desarrollo Social, Carlos Massei afirmó en Canal 10 que cuando Juan Schiaretti asumió su tercer mandato como gobernador en 2019, el programa Paicor asistía a 159.000 chicos que recibían una comida diaria. Casi cuatro años después, hay 329.000 inscriptos, es decir que creció más del 100 por ciento. La cifra es paralizante. 

Massei describió que muchos papás y mamás mandan a sus hijos al Paicor a pesar de que tienen trabajo. “Lo que pasa es que no llegan a fin de mes y por eso, a veces con dolor, tienen que acudir a esta solución”, agregó el ministro. Ese es un fenómeno nuevo en el país: personas que tienen un trabajo (generalmente informal) reciben un ingreso que se ubica por debajo de la línea de pobreza, lo cual pone de relieve una realidad que debe llamar a la reflexión a la clase dirigente, que tiene la obligación de revertir la situación. De todos modos y aludiendo al irónico y mordaz comentario de un analista político “siempre hay posibilidades de estar peor”.

Sobre los saqueos, Massei habló de robos en manada, con lo que eludió referirse a la reforma del ex-Código de Faltas, desde hace unos años denominado Código de Convivencia.

El miércoles último, con el voto del peronismo y una parte de la oposición, se sancionó la reforma que incorporó un artículo (el 70 bis) al ordenamiento legal que dice serán sancionados los que protagonicen “acciones atemorizantes para la ciudadanía o amenazantes para la propiedad pública o privada”, las que recibirán una pena de multa, trabajo comunitario y hasta 15 días de arresto.

La ley dice que la sanción será para los que “formen parte de aglomeraciones de más de tres personas, con el objetivo de atemorizar a las personas o causar perjuicios a la propiedad pública o privada”.

Del mismo modo, las personas que inciten, organicen o alienten las actividades arriba indicadas, serán pasibles del doble de las sanciones.

La reforma al Código de Convivencia mereció críticas, porque algunos especialistas en derecho penal y miembros de la oposición consideraron que es un regreso a la vieja figura del merodeo, que fue eyectada porque facilitaba excesos de la Policía. 

Para la oposición –que no votó el proyecto– se trató de una puesta en escena y sólo se sancionó la norma porque la pidió el Centro Cívico, ávido por encontrar una respuesta rápida. Para este tipo de delitos, el Código Penal contempla penas de hasta 15 años.

Después de los sucesos de Río Cuarto, se repitieron otros en la ciudad de Córdoba y en otros puntos del interior provincial. La legisladora oficialista Nadia Fernández advirtió que en varios de los desmanes se apreció la presencia de posibles infiltrados, bien organizados y con una acción planificada sobre todo a través de convocatorias realizadas en grupos de WhatsApp.

En Río Cuarto una de las supuestas cabecillas era una mujer que armó un grupo de 700 personas en WhatsApp, que venía supuestamente del sur del país.

Fuentes judiciales, por otro lado, revelaron que varios de los chips telefónicos secuestrados habían sido adquiridos en La Matanza, provincia de Buenos Aires.

Algunos dirigentes oficialistas intentaron sumarle condimentos electoralistas, pero posteriormente esa idea fue desalentada por el propio Poder Ejecutivo de la Provincia.

Los ataques a comercios preocuparon a toda la sociedad, pero se registraron otros hechos que sirvieron para engrosar el listado de polémicas en la campaña electoral.

A favor y en contra del ingreso a los Brics. El anuncio sobre la entrada de Argentina a los Brics (grupo de países conformado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica que se oponen a las políticas de Washington) generó posiciones muy encontradas.

Apenas conocida la noticia, Javier Milei y Patricia Bullrich salieron a cuestionar la disposición y dijeron que si ganan las elecciones, el país no estará en ese grupo de naciones. Utilizaron diferentes argumentos, pero dejaron la cancha bien marcada.

A favor se manifestó obviamente el Gobierno nacional y el gobernador y candidato presidencial Juan Schiaretti, quien sorprendió a la primera línea del círculo rojo cordobés con esta apreciación.

La visita del ministro Massa a Córdoba también tuvo sus tironeos. El candidato presidencial oficialista le tendió una mano a los delasotistas y al propio Schiaretti, con la clara intención de restarle votos al peronismo cordobés en la primera vuelta electoral.  El ministro provincial de Servicios Públicos, Fabián López, salió a cruzarlo con dureza.

El próximo martes viene Bullrich con el claro objetivo de sumar votos y seducir a los que se inclinaron por Schiaretti en las PASO. Estamos hablando del 27 por ciento de los que fueron a votar en la provincia.

Por las dudas, la candidata de Juntos por el Cambio ya manifestó su solidaridad con el fiscal Alberione, ante las amenazas que recibió en Frontera, Santa Fe. La presión supuestamente de los narcos se vincula a la investigación que lleva adelante este funcionario judicial.

La dirigente aprovechó para recordar que conocía muy bien la polémica franja que divide Córdoba de Santa Fe desde la época en que fue ministra de Seguridad del expresidente Mauricio Macri. Y volvió a prometer mano dura contra el narcotráfico si llega a la presidencia de la Nación.

Aunque la campaña electoral comenzará formalmente en septiembre, obviamente el partido ya se está jugando en una cancha que tiene cinco jugadores, aunque sólo tres tienen posibilidades ciertas de triunfo. Schiaretti juega otro juego: conseguir la mayor cantidad de diputados nacionales para aumentar su representación legislativa. Eso le permitiría ser árbitro en el Congreso, dada la marcada paridad que se espera ya que ninguno de los ‘tres grandes’ (Milei, Bullrich y Massa) lograría el volumen necesario como para imponer condiciones en las cámaras del Congreso.

La ruleta empieza a girar. Donde se detenga la bola, hará ruido, mucho ruido.