Los vouchers educativos de Miliei: en Suecia se debate la efectividad del sistema
Anteriormente, el precandidato a presidente Javier Milei presentó su política en materia de educación, siguiendo con el ejemplo de otros países como Chile y Suecia. De qué trata la propuesta y por qué es cuestionada en el país.
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Perfil Cedoc
Al inicio del año, el candidato a presidente por La Libertad Avanza, Javier Milei, lanzó su plataforma de gobierno. En materia de educación, se vio envuelto en la polémica, porque había propuesto un sistema de vouchers que eliminaría la obligatoriedad y gratuidad del sistema educativo actual.
En Suecia, el sistema de vouchers educativos ha sido objeto de debate y reflexión. Maite Bellón, una argentina en dicho país, explica su funcionamiento y cuáles son las problemáticas que enfrenta.
“No existe el que te den un voucher y vos vayas a elegir el colegio de esa forma, no sé de donde lo sacó. El sistema algo parecido es”, explicó Bellón.
“Lo que existe es que se fije un monto anual por alumno. Por cada alumno que cada colegio toma, se le paga este dinero, pero esa plata nunca la ven las familias, es un monto que le paga la Municipalidad a los colegios, sean de gestión pública o privada”, aclaró.
Uno de los elementos clave para poder entender el sistema de los vouchers, es el de la competencia que se genera entre los colegios por ver quién capta más alumnos. “Lo que hace es que haya más jugadores”.
Sin embargo, este enfoque despierta grandes críticas y debates en la sociedad sueca. Como lo explica Bellón: “para traer alumnos a los colegios de gestión privada, lo cuales a veces los clasifican por debajo de los públicos, se dice que ‘regalan nota’”.
De esta manera, surge un debate similar al que ya acontece en Argentina: jóvenes mejor capacitados dependiendo de a que institución educativa asistan.
“Acá tus notas son muy importantes. De acuerdo a tus notas del primario son las posibilidades de ingresar a un secundario determinado. Dicen que acá uno puede ‘con libertad’ elegir el colegio y no es tan así”,
Además, el modelo se financia mediante los impuestos, por lo que no hay necesidad de abonar cuotas mensuales, como es común en nuestro país.
“Acá todo el mundo paga impuestos a las ganancias. Aunque yo no tenga hijos, aporto para que otros chicos puedan tener buena educación y para que después ellos me paguen la jubilación a mí”, agregó Bellón, subrayando la interconexión que hay entre generaciones.
