A partir de marzo del 2019, en San Francisco se asentarán efectivos de la Policía Federal y del grupo Eter quienes se sumarán a la Gendarmería y a la FPA, que ya trabajan en el lugar, para combatir el narcotráfico que acecha a la región, punto de contacto entre el este cordobés con el oeste santafesino. Si bien las fuerzas ya realizan operativos coordinados desde hace un tiempo, la Policía Federal creará una nueva sede en San Francisco, integrada por unas 150 personas. En tanto, un grupo especial de los Comandos Especiales Eter realizará actividades de entrenamiento durante diciembre, enero y febrero, para instalarse definitivamente en marzo.
La región que une a las localidades de San Francisco (Córdoba), Frontera y Josefina (Santa Fe), es considerada una zona caliente en materia de seguridad por la importancia del enclave a la hora de la distribución interprovincial de drogas. Incluso se conformó un Consejo de Seguridad que reúne autoridades de las tres localidades para hacer frente a este flagelo que trae duras consecuencias en las ciudades en cuestión. Según explicaron expertos en seguridad, San Francisco se transformó en uno de los pocos lugares de la provincia en donde se ve el trabajo en conjunto de las fuerzas, cada cual con sus características particulares. Las fuerzas locales, conocedoras del terreno y los nombres propios, aporta información clave a sus pares federales, mucho más experimentadas a la hora del uso de la fuerza y enfrentamientos armados, teniendo en cuenta que la frontera entre ambas localidades es el lugar donde más tiroteos entre narcos y efectivos de seguridad hubo en momentos de allanamientos por drogas. Incluso los vecinos de algunos sectores como barrio Acapulco (Josefina), piden a viva voz que la Gendarmería instale un destacamento en el lugar debido a los continuos enfrentamientos armados que los azotan, muchos de ellos a plena luz del día.
Palabra de la Justicia. El fiscal Luis María Viaut, a cargo de varios de los operativos más resonantes de los últimos tiempos, explicó a este medio que desde hace varios años se esperaba la radicación de Policía Federal en San Francisco. “Estábamos trabajando con oficiales de Bell Ville, localidad que está a 200 kilómetros, con lo que eso implica a la hora de movilización de efectivos”, remarcó. “De esta manera se sumarán al trabajo que estamos haciendo contra el narcotráfico. Hace unas semanas llevamos a cabo un procedimiento muy importante que culminó con la detención de la familia Gallardo, de larga data acá, con frondosos antecedentes en el tema. Además se hicieron allanamientos en la localidad de Cañada de Gómez, provincia de Santa Fe y en Frontera.
La Policía Federal será clave para poder trabajar en estas jurisdicciones porque todo lo que pasa de un lado del límite interprovincial, repercute en el otro”, detalló. “El problema del narcotráfico es mundial, y creo que la suma de estas nuevas fuerzas va a ser una herramienta esencial para intentar controlar todo esto”, completó el funcionario judicial. En la misma línea, Bernardo Alberione, otro de los fiscales que trabaja desde hace tiempo en la lucha contra el narcotráfico, destacó la importancia del desembarco de nuevas fuerzas en la ciudad aunque advirtió que la coordinación del trabajo en conjunto será clave para lograr resultados concretos. “La única manera que podemos trabajar es si coordinamos actividades y compartimos información entre todos. No servirá de nada que cada uno esté realizando sus propios movimientos y tal vez superponiendo esfuerzos. Estamos muy conformes con lo hecho en este 2018, año en que trabajamos con jueces federales y hemos logrado resultados concretos”, destacó Alberione. Fuentes del Ministerio de Seguridad Provincial y de la Nación se mostraron confiados respecto a la llegada de nuevas fuerzas a San Francisco y consideraron que el gran desafío estará dado por la coordinación en los trabajos.
En números. Como informó este medio en abril pasado, entre el 2015 y el 2018, la Fiscalía de Lucha contra el Narcotráfico de San Francisco realizó 129 allanamientos en los cuales secuestraron 4.300 dosis de cocaína, 185.516 dosis de marihuana, $1.279.963, 20 automóviles y 18 motos. Por comercialización y tenencia de drogas hay, hasta el momento, 240 personas detenidas, cifras que duplican a ciudades más grandes como Villa María. Sin embargo la lucha contra el narco está lejos de terminar en la denominada triple frontera cordobesa.
