Andrés Fassi divide opiniones con sus ideas, pero ni su crítico más ácido puede negarle que las defiende con argumentos y sobre todo con convicción. Para el presidente de Talleres acaba de terminar una semana de mucha exposición mediática, ya que eligió como estrategia difundir a través de la prensa esa opinión disidente que, según dice, muchos dirigentes del fútbol argentino se niegan a escuchar. Concretamente le apuntó a la anulación de los descensos y la idea de instaurar nuevamente el torneo de 30 equipos en la Primera División, una decisión que ya pareciera “cocinada” en el seno de la AFA.
“Es un formato demagógico”, sostiene Fassi, quien califica la movida como “un grave error” que puede condicionar el futuro del deporte más popular de nuestro país. “Hay que hacer del fútbol un producto vendible, como sucedió en las grandes ligas del mundo. Un campeonato con semejante cantidad de participantes sería imposible de vender al exterior. Para que sea atractivo y rentable no tendría que haber más de 20 ó 22 equipos en la máxima divisional” afirma el titular del club albiazul.
“Las decisiones que se van a tomar en estos meses van a definir los próximos 10 años del fútbol argentino pero nadie enfrenta la situación. Pareciera que ya está todo decidido y que sólo hay que levantar la mano… ¿Hasta cuándo? A muchos les conviene este desorden, pero los que pensamos diferente no podemos quedarnos en la mediocridad de no jugarnos por nuestras ideas. O mantenemos un fútbol de subsistencia, chato, o aprovechamos esto de la pandemia para barajar y dar de nuevo. Yo lucho por un fútbol que sea de vanguardia, que esté en una dimensión diferente”, enfatizó.
“Y si para el Gobierno Nacional es importante que se pasen algunos partidos por la TV abierta, habrá que hablar y buscarle la vuelta. Pero la salida no está en el torneo de 30 equipos. Ese es un modelo obsoleto, más de lo mismo. Es seguir apostando a tratar de vender un jugador para poder `tirar` una temporada más”, agregó.
-¿La idea de un fútbol de vanguardia implica sí o sí la privatización de los clubes?
-Algunos malinterpretan o sacan el tema de las sociedades anónimas para desviar la atención. Hoy lo más importante es cómo se gestiona. El fútbol argentino tiene que profesionalizarse en todos sus estamentos para poder poner en escena un mejor espectáculo. En España se fijan estándares de seguridad, de comodidades para los espectadores y hasta de cómo debe cortarse el césped, y todo eso le da al torneo un auge distinto. La Superliga Argentina se exporta por 6 millones de dólares, mientras que la Liga Española recibe 980 millones de euros por derechos internacionales de TV. No digo que vamos a llegar a esa cifra, pero en un par de años los clubes de Primera División tranquilamente podríamos cobrar entre 200 y 250 millones de dólares del exterior y una cifra similar por la cesión de los derechos de televisación en el país.
-¿Los clubes han seguido cobrando por los derechos televisivos?
-Sí. Talleres recibe un promedio de 14 millones de pesos mensuales. En el año es 1,5 millón de dólares. Cuando se hace la conversión uno se da cuenta de que ha caído notablemente ese valor ingreso.
-¿Y cómo está el tema de los socios?
-Estábamos en 33 mil y más de la mitad ha dejado de pagar el último mes. Es algo totalmente entendible, por la complicada situación laboral y económica que produjo la paralización del país. Por eso agradecemos a quienes pueden seguir cumpliendo, ya que nos ayudan muchísimo en este contexto.
-¿Cuánto dinero perdió Talleres por los cuatro partidos de local que no pudo jugar?
-Sólo por el encuentro ante River, 25 millones de pesos. A eso hay que sumarle 5 millones de pesos por cada uno de los otros compromisos. Tampoco pudimos cobrar 100 millones de pesos que desde enero nos están debiendo por transferencias de jugadores. Así y todo, los 400 empleados del club están al día y los jugadores cobraron el 50 por ciento de los sueldos de marzo. Estamos haciendo un esfuerzo denodado.
-¿Cuál es la posición de Talleres respecto a la definición de la temporada?
-Lo ideal sería que se jueguen los 10 partidos que faltan de la Copa de la Superliga y después empezar un nuevo torneo. Pero todo dependerá de cuántos equipos queden en lo que ahora será la Liga Profesional.
-Las últimas informaciones sobre el posible regreso del fútbol no son muy alentadoras. Incluso el ministro de Salud, Ginés González García, habló de noviembre como fecha tentativa.
-Yo soy más optimista porque las decisiones que ha tomado el gobierno argentino en el marco de esta pandemia han sido muy buenas, de las mejores en todo el mundo. La realidad nos va a ir dando la pauta pero pienso que en julio los equipos ya podrían estar entrenando normalmente. Si el fútbol vuelve recién en setiembre serían seis meses sin actividad y sin ingresos… Una situación caótica desde lo económico.
-¿Cómo visualiza el mundo después de esta pandemia?
-Indudablemente se viene un mundo complicado para todas las industrias, y el fútbol no es la excepción. Hubo un parate muy grande en el mundo y creo que nos llevará al menos dos años reestructurar las cosas. Nuestro fútbol va a salir muy dañado, y habrá que ver cómo se comporta el mercado. Hoy dependemos mucho de Europa, México y Estados Unidos. Me imagino que, al no haber más transferencias multimillonarias, podría llegar a afianzarse nuestro perfil de país exportador de jugadores. Por lo pronto, más que nunca habrá que apostar por el orden y, sobre todo, por el fair play financiero.
-¿Logró contactarse con Claudio “Chiqui” Tapia, el presidente de la AFA?
-Sí. Nos mandamos mensajes y quedamos en hablar. Lo único que le pido es poder estar en la mesa del debate y ser tenido en cuenta para opinar. Creo que es un derecho que tengo como presidente de Talleres. Estoy preparando una carpeta con mis propuestas para acercárselas a él y a la gente de los otros clubes.
-Desde su llegada a Talleres hubo tres gobiernos diferentes y el fútbol pasó por el torneo de 30 equipos, la Superliga, la vuelta a la AFA y ahora la Liga Profesional. ¿Lo desalientan tantas idas y vueltas?
-No me duele trabajar, ni redoblar esfuerzos, ni confrontar… Ni siquiera no ser escuchado. Me duele que el fútbol argentino tenga todo para estar en otra dimensión y que no se haga nada para lograrlo por el egoísmo de algunos y por no dejar actuar a gente con capacidad. Este fútbol de subsistencia que tenemos es culpa de los dirigentes, de nosotros, y no somos capaces de unirnos para sacarlo adelante entre todos.
“No tengo miedo”
Nicolás Russo, el titular de Lanús, fue quien primero salió a cruzar a su par de Talleres Andrés Fassi, principal impulsor de la importación del modelo Fútbol SA en los últimos tiempos. “El fútbol argentino no tiene nada que ver con el mejicano”, declaró un par de meses atrás el directivo granate y hombre de extrema confianza de Sergio Massa, el presidente de la Cámara de Diputados de la Nación. La semana pasada se sumaron a las críticas Gabriel Pellegrino, mandamás de Gimnasia y Esgrima La Plata (“que Fassi muestre la auditoría de su club”) y Daniel Ferreiro, vicepresidente de Nueva Chicago (“Si Talleres tiene problemas financieros, llama al Grupo Pachuca y los resuelve. Nosotros no le vamos a pedir disculpas por ser pobres”).
La alta exposición del dirigente cordobés y su condición de “blanco predilecto” del establishment de la AFA genera preocupación en hinchas de la “T”, que temen represalias con el equipo. Hay antecedentes que justifican esa inquietud. Daniel Passarella (River), Javier Cantero (Independiente) y Armando Pérez (Belgrano), “enemigos” del sistema que llamativamente sufrieron en carne propia el descenso siendo las máximas autoridades de sus respectivos clubes, son algunos botones de muestra.
“No tengo miedo”, afirma Fassi ante la consulta de PERFIL CORDOBA. “Esto no es nada personal. Se trata de una lucha conceptual, un tema de visión, de modelos de gestión. Como presidente de un club tengo la responsabilidad de involucrarme en intentar el cambio profundo que mucha gente demanda en el fútbol argentino”, señaló. “Respeto mucho la opinión de los hinchas de Talleres, pero siempre voy a tratar de dar lo mejor que tengo para ofrecer. Si no lo hiciera, quedaría en deuda como dirigente”, concluyó. El dirigente cordobés destacó el apoyo a su negativa al torneo de 30 equipos de Juan Sebastián Verón y Jorge Amor Ameal, respectivos presidentes de Estudiantes de La Plata y Boca Juniors..
“Extraño a Belgrano”
Desde julio del año pasado Talleres es el único equipo cordobés en la Primera División de la AFA, una situación inédita en la presidencia de Andrés Fassi luego de tres temporadas de convivencia con Belgrano tras el título obtenido en la Primera B Nacional 2016. Sobre este tema, el titular de la entidad de barrio Jardín afirma: “Yo quiero a Belgrano en la `A` y después trabajaremos para que nos vaya mejor que a ellos. También me gustaría que ascienda Instituto y ojalá Racing pudiera estar en la máxima categoría y no en el Regional. Eso nivela hacia arriba”. Y agregó: “Extraño a Belgrano, por supuesto. Ojalá puedan volver los clásicos en Córdoba, porque son muy especiales y le dan al fútbol un condimento y un sabor especial. Son partidos que se viven con mucha familia en la cancha y que tienen una pasión sin igual”.