Perfil
CóRDOBA
La primera dama del fútbol argentino

Lula presidenta

Lucía Barbuto (33) fue la primera mujer elegida para conducir a un club de Primera División de la AFA el pasado 6 de octubre. En Córdoba, en la cancha de Belgrano, presenció su primer partido desde ese rol dirigencial.

Lucía Barbuto
Carácter y sensibilidad. Dos atributos que la flamante presidente de Banfield considera clave para su flamante gestión. | novedadesdelsur.com.ar

“A Córdoba ya la conocía. Vine muchas veces con Banfield, aunque no me había tocado estar exactamente en este estadio. Siempre es un placer volver. Es un lugar hermoso y lo disfruto mucho… Espero llevarme los tres puntos a casa en mi primer partido como presidenta”.

Lucía Barbuto no disimula su pasión por los colores verde y blanco. O quizá todavía no se acostumbra a declarar con “formalidad”. Y por si hiciera falta aclararlo, se define como hincha y socia del Taladro “de toda la vida”.

“Lula”, como la llaman familiares, amigos y compañeros de trabajo, tiene 33 años, es asistente quirúrgica y está cerca de recibirse como licenciada en obstetricia. El pasado 6 de octubre se convirtió en la primera mandataria electa de un club de la Primera División del fútbol argentino y en esa condición debutó la semana pasada en el Gigante de Alberdi, donde su equipo empató 1-1 con Belgrano por la 9ª fecha de la Superliga.

“Este es un partido muy especial para mí y para muchos otros dirigentes que están dando sus primeros pasos. En mi caso, si bien ya formaba parte de la gestión anterior, ahora me toca vivir la experiencia desde otro rol”, le dijo a PERFIL CÓRDOBA esta mujer que representa la avanzada de lo que ella misma define como “un cambio de época” en el deporte y en la sociedad.

Barbuto no es una desconocida en Banfield. Trabaja en el club hace 14 años con una fuerte participación en la actividad social y educativa de la institución del sur bonaerense, y se desempeñó como revisora de cuentas durante los seis años de mandato de Eduardo Spinoza, su antecesor.

“Es el compromiso más importante de mi vida”, afirma acerca de la responsabilidad de conducir los destinos del club de sus amores, función para la que reconoce tener “carácter y personalidad” y también esa “mirada sensible” que las mujeres aportan como nadie.

Una mirada que brilla cuando le preguntan sobre su ídolo y ella interrumpe con un “¡¡¡Garrafa!!!”, en alusión a José Luis Sánchez, el mítico número “10” que lideró al equipo campeón de la B Nacional 2000/2001.

“¿La primera vez que fui a ver a Banfield? No me acuerdo, porque yo tenía semanas. Toda mi familia es hincha del club y mis padres, Reinaldo y Susana, me llevaban a la cancha desde que nací. Sí tengo presente la primera vez que fui sola, o la primera vez que fui con mi hermana Sofía, cuando ya era más grande”, cuenta Lucía.

“Hace algunos años varios amigos me invitaron a acercarme más al club y acepté. Me pareció bueno. Tenía que dejar de ser una opinóloga que estaba atrás de un arco”, añade.

SAD, violencia y selección

“Me imaginaba que podía llamar la atención, pero nunca pensé que iba a causar tanto revuelo”, sostiene Barbuto sobre su arribo a la presidencia de un club de la máxima divisional, hecho que tiene un antecedente en 1971, cuando Natividad Gallego de Marcovecchio quedó a cargo de Platense por la renuncia del presidente Juan Santiago y del vice 1º Salomón Fainstein.

La flamante mandataria banfileña fue recibida días atrás por Claudio “Chiqui” Tapia, el titular de la AFA, quien la felicitó por su designación y celebró su incorporación a la mesa de las grandes decisiones.

-Está pendiente la discusión por el ingreso de las sociedades anónimas deportivas al fútbol argentino. ¿Cuál es la postura de Banfield?

-Nosotros ya expresamos nuestra posición. Lo dijo Eduardo (Spinoza) a lo largo de su presidencia y yo lo reiteré la semana pasada en asamblea: no estamos a favor de las SAD. Por una cuestión lógica de coherencia con el tipo de club que tenemos, que cumple un rol social importantísimo en la comunidad de Banfield y en el municipio de Lomas de Zamora. En Banfield es algo impensado pero tampoco queremos que la chance se abra para otros clubes porque eso generaría una gran diferencia.

-¿Una gran diferencia respecto al poder competitivo?

-Habría una desventaja deportiva a la hora de comprar jugadores, es cierto, pero también en todo lo que significa sostener actividades que, si bien no generan ganancias, nosotros las mantenemos porque creemos que es importante para la sociedad sacar a los chicos de la calle. Que ellos puedan estar haciendo deportes en nuestro club es maravilloso. Tenemos un colegio con 4 mil alumnos entre jardín, primario y secundario que no sólo es nuestro, ya que escuelas estatales de la zona hacen actividades en nuestro club. Va más allá del fútbol nuestra oposición a las SAD.

-Un tema siempre candente en nuestro fútbol es la violencia, ¿qué hay que hacer para erradicar ese flagelo?

-Creo que es un trabajo de todos. Los dirigentes, las fuerzas de seguridad, la Justicia y también cada uno de nosotros como hinchas debemos hacer que el fútbol sea más sano y que se pueda disfrutar. Banfield tiene un estadio donde van muchísimas familias y realmente lo disfrutamos. Nunca tuvimos un problema y queremos que eso se vea reflejado en todas las canchas del país.

-¿Qué pensás de la situación de los seleccionados nacionales?

–Si te digo que me voy a meter en ese lío, te miento, porque ya tengo bastante con Banfield. Obviamente disfruto como argentina de ver jugar a nuestras selecciones, tanto la de fútbol masculino como la de fútbol femenino, pero no tengo la cabeza en ese tema, más allá de disfrutarlo como hincha y como dirigente del futbol.

-Teniendo en cuenta que tu vida está vinculada al fútbol y a la obstetricia, ¿qué cosas te gustaría ayudar a alumbrar en el fútbol argentino desde la presidencia de Banfield?

-Me gustaría marcar un camino. Que el mío no sea un caso aislado y que sirva para que muchas más mujeres se animen a involucrarse. Que sea una inspiración. Aunque nunca me sentí discriminada y vivimos un cambio de época en el sentido de que la sociedad está más avanzada, tengo claro que el fútbol es un ámbito bastante machista todavía en nuestro país. También me gustaría ayudar a alumbrar un deporte más justo, más equitativo y más participativo. Es lo que voy a tratar de hacer.

Y por casa, ¿cómo andamos?

De los 38 clubes afiliados a la Liga Cordobesa de Fútbol hay dos que son presididos por mujeres, ambos de la Primera B. Se trata de Villa Siburu Central, que desde hace dos años tiene como máxima autoridad a Mariela Carreras, y del CIBI, que lleva cuatro meses y medio bajo la conducción de Patricia Páez.

En las comisiones directivas de los cuatro entidades que participan en los principales campeonatos de la AFA, que en total suman 116 cargos, sólo hay tres mujeres. Talleres y Belgrano tienen como respectivas vocales a María Soledad Ortiz y Lorena Vázquez, y Racing de Nueva Italia cuenta con Analía Galíndez en el cargo de pro tesorero segundo. Instituto no tiene representación femenina en su actual dirigencia.