La ofensiva de Sergio Massa contra Juan Schiaretti parece no tener fin y desde Córdoba ya se ponen en marcha algunas estrategias para golpear a la pupila del tigrense, Natalia de la Sota.
Es un secreto a voces que el exministro de Economía del débil Alberto Fernández es el principal sponsor de Natalia de la Sota, quien no lo admite en esos términos pero reconoce el vínculo personal y político.
Los cordobesistas denuncian por lo bajo de “las operaciones de Massa contra Schiaretti” y argumentan que “detrás de la jugada en redes cuestionando a ‘El Gringo’ está la mano del massismo”.
Pero esto está planteado en términos de don y contradon, por lo que hay que esperar el contragolpe que tenga a De la Sota como objetivo del ataque schiarettista: en su afán por vincular a la hija del exgobernador José Manuel de la Sota con el kirchnerismo y derivados habrá mensajes varios. La recordada foto de Natalia con Alberto Fernández cantando y tocando la guitarra es un bocadillo delicioso para este tipo de ataques.
Lo que se dice en las carpas del peronismo cordobés es que esperarán la llegada de los últimos días de la campaña para lanzar la avanzada final contra la dirigente que desafió a las estructuras del PJ local y se refugió en el massismo.
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Hay tres situaciones que revisar: los motivos del enojo de Massa con Schiaretti, los motivos del enojo de Natalia con Schiaretti y el enojo de Schiaretti con Massa y la candidata.
Los desencuentros del exintendente de Tigre con el cordobés comenzaron en 2019, cuando se pergeñaba el armado de una candidatura presidencial en un grupo que integraban Schiaretti, Massa, Miguel Pichetto y Juan Manuel Urtubey. El apoyo o rechazo a Mauricio Macri partió al grupo llamado Alternativa Federal, integrado por los cuatro. Urtubey y Massa salieron eyectados de una reunión que se realizó en el Centro Cívico cordobés.
Con el tiempo, los ánimos se calmaron pero la pelea volvió a estallar en 2023 porque Massa y sus aliados culparon al exgobernador cordobés de haber hecho fracasar el proyecto del jefe del Frente Renovador de llegar a la presidencia.
Mascullan que si Schiaretti levantaba su candidatura, Massa hubiera conseguido los puntos necesarios como para ganar en primera vuelta. El peronista obtuvo 36,6 % de los votos al frente de las boletas de Unión por la Patria, Javier Milei (La Libertad Avanza) 29,9 %. Schiaretti (Hacemos por Nuestro País) fue cuarto con 6,7 %. Si los votos del exgobernador se trasladaban al justicialista bonaerense hubiera ganado en primera vuelta. Pero no hay ninguna regla que asegure que los sufragios se trasladen directamente.
No se quieren nada
A partir de ese momento, Massa le puso sello de “enemigo” a Schiaretti y ahora se quiere cobrar venganza apoyando a De la Sota.
A su vez, Natalia está convencida que Schiaretti trabó su candidatura a vicegobernadora en 2023 y promovió a Myrian Prunotto, que tenía menor intención de voto y menos conocimiento que ella. Ahí le hizo la cruz.
Schiaretti considera que tanto Massa como Natalia de la Sota son dos cortesanos kirchneristas. Y es sabido que, en política, lo que más detesta el cordobés es a Cristina Fernández.
Lo cierto es que entre Massa y Schiaretti existen diferencias hoy insalvables. La pelea tendrá un capítulo nuevo de aquí al domingo 26 de octubre, cuando en Córdoba se vote para elegir nueve diputados nacionales.
Hasta hace unos 30/40 días, la lista de De la Sota podría haber conspirado de manera tremenda contra un triunfo de Schiaretti, pero las groserías cometidas por Milei y sus funcionarios, los errores no forzados y la carencia de la mínima estrategia política podrían cambiar las cosas.
Hoy, proyectados los indecisos, la mayoría de las encuestas dicen que Provincias Unidas ganará por un margen de aproximadamente 10 puntos sobre los libertarios. Tercera quedaría Natalia y cuarto Ramón Mestre, del radicalismo. El punto es saber si a Mestre le alcanzará para lograr una banca en esta vertiginosa carrera, que se encuentra muy cerca del final. El pronóstico queda abierto. Nada certifica que las encuestas no se equivoquen ya que la gente es cada vez más reticente a contestarlas y a decir la verdad.
La parte del peronismo clásico
En un relevamiento de la consultora Synopsis, su director Lucas Romero dice que “el escenario electoral parece encaminarse a mostrar más fragmentación política que en las últimas dos elecciones legislativas en la provincia de Córdoba, donde hubo solo tres fuerzas (2021) y dos fuerzas (2017) que llegaron a los dos dígitos de votos en la distribución final. Podría haber cuatro en esta ocasión. La multiplicidad de la oferta (sin PASO) y la fragmentación de la oferta por derecha e izquierda parece explicarla”.
Romero precisa que “en ese contexto, la candidatura de Schiaretti aparece consolidada con algo más de un tercio de los apoyos, lo que lo pone liderando la intención de voto con fragmentación por derecha (LLA, UCR, PRO y otros) y con fragmentación por izquierda (Natalia De la Sota, Carro y Olivero)”.
“A la hora de evaluar la competitividad de Schiaretti entre sus votantes, los principales déficits siguen estando entre los hombres, entre los jóvenes, entre los más ricos y en el sur de la provincia. Recoge mayor apoyo entre las mujeres, entre los mayores de 50 años, entre los de bajo nivel socioeconómico y entre los habitantes de la capital provincial.
Está todo en juego y, en principio, no hay demasiado espacio para los batacazos.