“Me da placer estudiar, pero hay mucha gente que no lo entiende”

De chiquita ya decían que era ‘inteligente’. Convivió con esa sentencia. Lo disfrutó pero también lo sufrió. Se adaptó a las circunstancias, muchas veces de carencias, pero nunca lamentándose. A ese don innato lo potenció con estudio y sacrificio. Del ‘no se puede’ al ‘de alguna manera se puede conseguir’ fue siempre un principio de vida. 

Por eso, a Betina Cynthia Mamani se le eriza la piel y sus brillantes ojos se humedecen cuando rememora el mensaje que su papá Gerardo le mandó hace unos días, cuando fue elegida como una de las 10 Jóvenes Sobresalientes, el histórico certamen que organiza la Bolsa de Comercio de Córdoba: “Disfrutalo, porque te venís preparando desde niña”.

A Cynthia siempre le gustó estudiar. A los 3 años tuvo su primera computadora y desde entonces expuso un conocimiento distinto a la media. Tanto es así que ya a esa edad le pedía a su mamá Liliana, docente de Lengua, que le enseñara a leer.

“Desde los 9 años mi papá, profesor de matemáticas, me preparaba para las olimpíadas de esa materia y tuve la oportunidad de ganar algunas”, cuenta con una sonrisa picarona. Los números forman parte de su formación. Y claro, eso trajo aparejado algunas complicaciones de niña. “Me aburría en el colegio, me decían nerd, siempre me cargaban y era triste”, rememora en la charla con PERFIL CÓRDOBA.

Y allí sus ojos viajan. Hace una pausa cuando recuerda ese tiempo, donde incluso por su nombre le decían ‘Bety, la fea’. Sin embargo, ella no pretende ubicarse en un papel de víctima. “No me gusta la victimización”, exclama con potencia. Eso le dio fuerzas para “aprovechar que era diferente para distinguirme”.

Y vaya que se distinguió. Mamani es ingeniera en software. Obtuvo una beca completa para estudiar la carrera de ingeniería informática en el Instituto Tecnológico de Buenos Aires y logró un puntaje de 10/10 en los exámenes de selección en física y matemáticas. Desde el 2015 es miembro de Mensa, entidad mundial de alto coeficiente intelectual, percentil 98. Actualmente, trabaja de manera remota para la empresa multinacional Medallia. Se desempeña en el puesto Senior Software Engineer junto al equipo que desarrolla el Experience Data Platform. Antes, estaba en procesos en Facebook, Mediaocean y Microsoft. También trabajó en Fadea, Intel, McAfee y Mercado Libre.

“Estoy donde quiero estar”, dice y ahora su sonrisa es bien grande. Pero rápidamente aclara: “No soy conformista: planeo mucho más para mí y trabajo para desarrollarme en puestos de liderazgo”.

Respecto a la distinción que otorga la Bolsa de Comercio, donde la ingeniera fue destacada por su desempeño profesional, sostiene que “fue un reconocimiento al trabajo sostenido en el tiempo”.

“No todos largamos desde la misma línea de partida. Yo vivía en calle de tierra”, señala, mientras se acomoda en el sofá del departamento inteligente diseñado, programado e implementado por ella.

Es que Mamani nació en Quilmes en agosto de 1991 y desde el 2013 vive en Córdoba. En realidad, elije vivir en Córdoba, ya que ha tenido propuestas laborales de distintas partes del mundo. Incluso, vive en un edificio en Nueva Córdoba que ella vio cuando se estaba construyendo y dijo: “Yo voy a vivir ahí”.

Así de decidida es. Adora a su perrita Lina, a la que no deja de hacerle mimos, tiene un tatuaje en la espalda con un fórmula matemática, es fanática de Los Simpsons, hincha de Racing y maradoneana, de niña quería ser árbitro, fue hija y nieta única hasta los 15 años y le gusta hacer bromas. “Tengo una vida normal. Sí, laburo mucho, pero me gusta juntarme con amigos”, cuenta mientras vuel ve a sonreír y acomoda su pelo colorado.

Además, sigue estudiando. No se detiene. Ya está inscripta para el 2022 en la flamante carrera de licenciatura en Matemáticas en la Universidad Siglo 21.

“La búsqueda de la perfección siempre me trajo un miedo al fracaso”.

• INTEGRANTE DE MENSA
• La organización internacional Mensa es una sociedad abierta para individuos que poseen un cociente intelectual que esté dentro del 2% más destacado de la población mundial. Actualmente cuenta con miembros en más de 100 países y es la High IQ Society más reconocida mundialmente. Entre ellos está Cynthia Mamani. A propósito, contó: “Cuando tenía 10 años, revisando unos libros de mi papá leí sobre Mensa y decía que a partir de los 16 años podías entrar. En esa época también había visto el capítulo de Los Simpsons donde la mencionan. Y me quedó. A los 16 años hice unos test por Internet, pero ya estando acá me volvió a picar el bicho. Busqué información y justo había un examen en Córdoba. Tenía un poco de miedo al fracaso, pero me quise probar. Me anoté, rendí y me fue bien. Eran 40 ejercicios en 20 minutos. Me puse recontenta cuando me avisaron que había entrado. Se hacen juntadas, viajes y todos tenemos experiencias en común. Te hacen sentir a gusto. Fui porque tenía un sentimiento de soledad y sentía la necesidad de compartir. No lo hice para andar contándolo”.

AMOR DE HERMANA. “En unos años van a hablar mucho de mi hermano Agustín, él es un genio”, dice.