Todavía falta. Según las estimaciones del Gobierno, si el acuerdo comercial entre los bloques Mercosur-Unión Europea es debatido y aprobado durante 2020 podría comenzar a entrar en vigencia hacia principios de 2021. Gran parte de los detalles ya están cerrados aunque no se comunicaron porque aún el acuerdo debe ser refrendado por los Congresos de cada país. Por ejemplo, ya están establecidos los detalles del intercambio para las miles de posiciones arancelarias que integrarían el tráfico comercial entre los bloques, pero eso se conocerá conforme avance la adhesión de los países miembros. Con todo, algunos datos sí se pueden ir conociendo. Esta semana, por caso, empresarios de Córdoba participaron de un encuentro organizado por la Cámara de Comercio Exterior de Córdoba (Cacec), Bancor y el Ministerio de Producción y Trabajo de la Nación en el que funcionarios de esa cartera dejaron algunas pistas sobre el convenio que busca ratificarse. El acuerdo es, en general, visto con buenos ojos por el empresariado local, aunque hay ciertas dudas sobre el impacto real entre las industrias con expectativas de negocios con el exterior y de cómo puede afectar el desempeño de las pymes que comercian únicamente en el mercado doméstico y que podrían tener más competencia.
En ese sentido, Marcelo Olmedo, al frente de la Cacec, señaló que “el acuerdo es una gran oportunidad si hacemos lo que tenemos que hacer. Europa no es una región que compita por precios, por eso creo que hay muchas oportunidades para nuestros productos. Y pareciera que los riesgos están controlados”. En tanto, Francisco Mango, director de Negociaciones sobre el Acceso al Mercado de Bienes y Reglas de Origen del Ministerio de Producción, fue quien atendió consultas de los empresarios cordobeses y mostró algunos detalles del acuerdo. “¿Cuánto arancel pagan los productos de Córdoba cada vez que quieren entrar a Europa”, indagó el funcionario. Y respondió que, si se toma una canasta de productos como maní, cajas de cambios o aceite se tiene que, en promedio, la Provincia está pagando aranceles que rondan el 10%. “El acuerdo busca bajar esos costos y desmantelar las barreras que hoy están frenando la llegada de productos a Europa. Hoy, Argentina comercia por US$90 mil millones con Europa y podría ser mucho más”.
El flujo. El nodo del acuerdo fue la negociación, que tiene decenas de aristas, en torno a cómo serán las condiciones de importación de los productos que elabora el otro bloque. En ese sentido, Mango remarcó que se lograron plazos prudentes para la adaptación industrial y se les da 15 años a esos sectores para que se adecuen en términos productivos antes de que se les aplique desgravaciones impositivas para comerciar “de igual a igual”. Entre lo más destacado que mostró Mango es que el 74% de los productos que importa la Unión Europea tendrá desgravación inmediata, contra el 14,1% de los que importa el Mercosur. Un 5% de los insumos que importa UE se desgravarán en 10 años, en tanto ese plazo será para el 42% de lo que importará el Mercosur. Un 15% de bienes importados por Europa corresponde a sectores que tendrán un plazo de 15 años antes de estar desgravados. Y hay otro bloque de bienes y servicios, que es el 9% de las importaciones del Mercosur, que no tendrán desgravaciones ya que se trata de sectores sensibles y que podrían verse muy afectados por el ingreso de productos del bloque europeo.
Por otro lado, también repasó los mecanismos de contención a la apertura. En ese sentido, recordó que se podrán aplicar salvaguardias bilaterales hasta los 18 años de entrada del acuerdo y que ya están establecidas las reglas de origen que aseguran la integración birregional.
IED y compras públicas. Con pequeños altibajos y pese al horizonte que presente Vaca Muerta, lo cierto es que la inversión extranjera directa (IED) de peso viene estancada desde hace 15 años. Lo reconoció Mango al mostrar gráficos que dan cuenta de flujos de fondos de inversión por debajo de US$45 mil millones desde 2004. “El acuerdo también apunta a esto. Los países que firmaron tratados de libre comercio con la UE recibieron un 600% más de IED de empresas europeas”, apuntó. Y dio pistas sobre otro capítulo importante: el de las compras públicas. Siguiendo esa línea, comentó que cada año 250 mil autoridades europeas efectúan compras públicas de servicios y bienes por un equivalente al 16% del PBI europeo (aproximadamente 2,7 billones de euros). Ese capítulo regula el acceso de los proveedores de cada parte al mercado de contrataciones públicas de la otra parte, en igualdad de condiciones de proveedores locales y reglas procedimentales comunes para garantizar un sistema de contrataciones.
Cómo sigue. El cronograma del acuerdo marca que ahora se ingresó en una etapa de Legal scrubbing para revisar normativas y procedimientos y que puede demandar entre tres y nueve meses. Luego, los plazos se parten en dos ramas: por un lado, los socios del Mercosur deben dar su ratificación vía Congreso y luego se da entrada en vigor ‘bilateral’. Por el lado de la UE el panorama es más complejo e implica traducción a 23 idiomas oficiales, la Comisión Europea pasa la propuesta al Consejo Europeo, el que toma decisión y autoriza la firma, lo que requiere el 55% de los votos a favor (3/12 meses), luego se vota en el Parlamento Europeo (3/5 meses) y finalmente la ratificación de cada país miembro de la UE (lo que puede demorar varios años). Antes de ese punto se puede llegar a una ‘Firma de Aplicación Provisional”, solo para el pilar comercial.
