El consenso parece un término de otra elección. De otra campaña. En realidad, de un acuerdo al que no se llegó nunca. Mañana a las 20 vence el plazo para la presentación de listas para la interna del 17 de marzo con Mario Negri y Ramón Mestre trasladando al resto de la alianza Cambiemos las diferencias eternas del radicalismo.
La columna vertebral de la coalición, como les gusta decir a los radicales en Córdoba, se convirtió en un hervidero en las últimas horas con el enfrentamiento entre los dos referentes que tiene el partido y que pone en riesgo distintas cuestiones. Desde el futuro de ambos, el del resto de los socios y hasta del propio presidente Mauricio Macri al no haber podido -o querido- destrabar un conflicto en la tierra que en 2015 le sonrió en el balotaje.
Casa Rosada decidió jugar fuerte con el tridente Negri, Héctor Baldassi como precandidato a vicegobernador y Luis Juez en la carrera al municipio capitalino. Las diferencias de Balcarce 50 con Mestre se exteriorizaron al punto que en la semana ordenaron las fotos de campaña a los otros socios. A Juez, por ejemplo, le hicieron las fotos el martes, previo a indicarle desde el Gobierno nacional que no tomara el vuelo con destino a Buenos Aires. Que antes debía hacer la sesión fotográfica.
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Esa incidencia de Nación a través del jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, derivó en el mensaje que entre el viernes y ayer intentó mandar Mestre: irá a la pelea con una lista casi pura radical. Al estilo de la vieja Lista 3 y sin definir aún su candidato a vicegobernador ni el hombre para la intendencia.
Mensaje que el viernes comenzó a ser explícito con la foto que se tomó en la inauguración de un laboratorio farmacéutico junto a la familia del expresidente Arturo Umberto Illia, similar a la que en su momento había registrado e irritado al Gobierno nacional junto a Martín Lousteau y Ricardo Alfonsín.
En el entorno del intendente capitalino sostienen que la mística sigue siendo de ellos y algunos hasta se animan a señalar que “Negri se tiñó de amarillo”. “Mestre irá con una lista esencialmente radical y armada en Córdoba”, dijeron.
De reuniones y llamados. El viernes por la noche trascendió la última oferta de Nación a Mestre: encabezar lista de Diputados, manejar el interbloque, mayoría mestrista en la Unicameral y la candidatura de su hermano Diego como legislador por la Capital. La respuesta desde el Palacio 6 de Julio fue un no rotundo.
A esa misma hora en un bar del Cerro, Negri, Baldassi, Juez y el entorno de los tres terminaron de consolidar el frente. La Armada Brancaleone para enfrentar a Mestre y al radicalismo distanciado de Macri.
“Acá está el candidato bendecido por Casa Rosada, el que tiene los votos en el PRO y el que puede enfrentar al aparato que Mestre pondrá en la Capital”, describió un armador.
La venia desde Nación será aún más explícita a medida que comiencen a pasar los días. En Balcarce 50 la desobediencia se paga y así lo harán saber referentes nacionales que pasarán por Córdoba para levantarle la mano a Negri.
El mestrismo sabe que esto se dará, aunque reparan que la única que puede jugar de manera decidida es Elisa Carrió. La socia de Negri en el recinto tiene diferencias con Mestre desde las épocas de Ramón Bautista en tiempos de la Alianza y las fue trasladando a su heredero.
Asimismo, creen que apoyar a un candidato para una interna y perder puede adelantar dos meses las malas noticias para Macri en Córdoba cuando la elección que define todo es en mayo. También sostienen que María Eugenia Vidal y Horacio Rodríguez Larreta no tienen un rival generacional respaldando a Negri. Con Mestre sí.
Cerca del intendente también reconocen que la relación actual del radicalismo nacional con el PRO también incidirá. “A Mestre le gusta mucho el (Alfredo) Cornejo de los últimos 20 días”, sintetizaron con respecto a las diferencias que el mendocino empezó a marcar con la Rosada. El gobernador cuyano habló tres veces esta semana con el intendente cordobés y hay diferencias en torno al contenido de la charla: algunos dicen que trató de pedir que no se llegue a la interna; otros, que lo alentó para que no se baje.
“Si Macri insiste con bajar a Mestre antes de la interna del 17 de marzo, para nosotros se tratará del intendente y uno de los socios. A nivel nacional hablarán de que bajó enfrentó al presidente de la UCR cordobesa”, sintetizó un socio no radical.
En ese fortalecimiento que Mestre busca en el radicalismo, ayer se conoció que hubo sondeos entre el entorno del jefe comunal y Dante Rossi, el exlegislador que también está en la carrera para la gobernación. El acuerdo podría definirse en horas.
La interna amarilla. El macrismo cordobés también llegó a esta instancia con munición gruesa. Desde el sector de Baldassi apuntaron a los orgánicos por no haber podido consolidar un candidato propio en tres años y sacaron trapitos al sol por el acercamiento a Rodrigo de Loredo. “Ataron su futuro político a un acuerdo entre dos personas y le bajaron el precio a Baldassi. Terminaron tratando de acomodar el cuerpo cuando llegó la orden de Nación”, señalaron desde el baldassismo a PERFIL CORDOBA.
El acercamiento de Nicolás Massot a De Loredo como estrategia se empezó a esfumar cuando desde Buenos Aires llegó la orden para apoyar la candidatura de Juez al Municipio. En la semana, Frigerio llamó a Negri y bajó la línea para cerrar con el exsenador en la Capital, tras los resultados de tres encuestas que llegaron a la mesa chica de Cambiemos.
Así, y a pesar de este panorama, la interna está en dudas. Con argumentos que van desde quién financiará la elección, las suspicacias en torno a las sospechas de la transparencia y los tiempos de la Justicia electoral. Como hace un año, y cuando faltan tres meses para la elección provincial, los candidatos de Cambiemos siguen siendo dos.
