Hay mujeres que están conquistando trabajos en los que abundan los hombres y que se insertan laboralmente para desarmar estereotipos. En un contexto en el que solo el 20,7% del empleo industrial formal de la Provincia está a cargo de mujeres, una realidad que habla por sí sola.
En ese marco, el miércoles se llevó a cabo un conversatorio para mujeres que realizan oficios no convencionales. ‘Hechas para construir’ fue organizado por el Ministerio de Industria, Comercio y Minería de la Provincia y moderado por la coordinadora de la Mesa de Mujeres de la Córdoba Productiva, Laura Pedernera.
“Una vez vi en mi barrio a una albañil y me pregunté por qué no había más. Me llamó la atención que no haya electricistas, plomeras o gasistas mujeres. Entonces, salí a buscar y la idea es visibilizarlas, porque sí, sí hay mujeres en estos oficios”, le explicó Pedernera a PERFIL CÓRDOBA.
Con ese cuestionamiento comenzó a gestarse esta charla virtual. Pero tal fue el éxito –más de medio centenar de asistentes–, que ya gestionan un encuentro presencial.
“Hay muchas mujeres realizando estos oficios. Pero muchas lo hacen en sus casas, no las dejan ejercer, las empresas no las contratan, piensan que las mujeres son débiles, hay estereotipos que están establecidos y que estamos tratando de romper. No es una cuestión de fuerza, es una cuestión de ‘mañas’”, contó la coordinadora.
Quienes se dedican a la construcción explicaron en el conversatorio que necesitan más mujeres en ese sector. Pero, por lo antes expuesto, muchas mujeres no se animan. “Tienen mi apoyo y está bueno hablarlo”, sostuvo Pedernera, que se mostró muy entusiasta con promover estas actividades. “Este fue el primer paso”, explicó.
Ambiente hostil. Melisa González es electricista, pero ejerce de manera colaborativa para una ONG que trabaja con familias vulnerables que no tienen los medios para contratar profesionales para este tipo de arreglos. Sostiene que uno de los filtros más fuertes acontece en la etapa formativa: “El ambiente era muy hostil. De las cuatro que iniciamos el curso, solo yo pude terminar”, se lamentó en diálogo con este medio la también periodista, oriunda de Villa María.
En ese marco, sostiene que es fundamental que más mujeres ocupen estos espacios para finalizar la formación y contó que se presentó un proyecto para una escuela de oficio exclusiva para mujeres.
Sandra Bulacio, presidenta de Mujeres con Oficios de San Francisco, aportó: “Tenemos el derecho y la obligación como mujeres de aportar a la sociedad de manera igualitaria”.
“En el conversatorio se contaron experiencias muy ricas. Una compañera que alcanzó una formación avanzada narró que lleva seis años sin poder insertarse en el oficio. Es importante la visibilización. Las mujeres tenemos que irrumpir en forma masiva en los espacios de trabajo. Habremos avanzado cuando no sea raro ver a una mujer con un martillo mecánico o revocando una pared o manejando un camión volcador o haciendo una instalación eléctrica”, resaltó González.
- HACKEO
- Una muestra de la resistencia que hay desde ciertos sectores para que la mujer pueda ocupar estos espacios quedó expuesto en el conversatorio, ya que hubo un momento en que entraron al Zoom varones a boicotear la charla y luego fue hackeada. Estos hombres insultaban, escribían cosas obscenas, eructaban e hicieron pasar un desagradable momento. Se perdió material de lo expuesto y se tuvo que cortar. Sin embargo, tras esa situación, continuaron con la actividad y se terminó generando un debate muy fructífero para las participantes. Se está investigando quiénes fueron los autores. Hasta el momento se sabe que fue un grupo de trolls.
Porcentajes muy bajos
Las estadísticas, a nivel nacional, indican que en las actividades de electricidad, gas y agua, existe solo un 17% de participación de mujeres registradas; mientras que en el sector de la construcción sólo un 6%. El rubro de la construcción es percibido como masculino, y ese porcentaje antes expuesto corresponde en gran parte a profesionales, arquitectas y administrativas. No obstante, vale aclarar que en este sector existe un alto grado de informalidad.