Se replegó, se ordenó, no formó parte de la campaña y aprovechó ese tiempo para porotear porque sabía la embestida que se le venía. Salió a recorrer las provincias, y en una movida que muchos interpretaron como una nacionalización, lo que estaba haciendo en realidad era construir el respaldo para continuar ahí, al frente del bloque UCR en Diputados.
Mario Negri, de él se trata, tiene los votos para seguir comandando la bancada del radicalismo y aguantó la embestida del nosiglismo, con el rol de tres jugadores clave: el senador Martín Lousteau, el diputado Emiliano Yacobitti y el cordobés que hará su desembarco en la Cámara baja, Rodrigo de Loredo. Los tres movieron fichas para quedarse con la jefatura del bloque radical (el interbloque quedará en manos del PRO y a esa la pierde Negri) y parecen haber fracasado.
Porque de la bancada integrada por 46 parlamentarios, el documento que difundió el nosiglismo con Yacobitti a la cabeza y se tituló “Cambiar para gobernar”, sumó la firma de 15 diputados, entre los que estaban De Loredo y la riotercerense que responde al intendente Marcos Ferrer, Gabriela Brouwer de Koning.
El resto, se estima que cerca de 30 pueden llegar a respaldar la continuidad de Negri, y de ellos ya confirmaron el respaldo 27. Con lo cual, el poroteo favorece al caudillo.
Empoderado. “Negri sigue vivo, mientras que Rodrigo jugó y perdió”, sintetizó un dirigente del radicalismo para graficar el cuadro de situación en el centenario partido.
De Loredo pretendía desplazar a Negri y ser la referencia cordobesa del partido. Sobre todo, porque en el entorno del diputado electo esperaban que la Paso ordenara y encolumnara al radicalismo local, tras la victoria de Luis Juez y De Loredo por encima de Negri y Gustavo Santos.
Pero esto no ocurrió. Al menos por ahora.
Y a la derrota en el punteo de los votos para conseguir la continuidad de Negri, los rivales de Lousteau y Enrique Nosiglia sumaron el fin de semana la victoria en la interna de la Juventud Nacional de la UCR. Un cargo que desde hace dos décadas ostentaba el nosiglismo y que el viernes quedó en manos de Valeria Pavón, una correntina que llegó impulsada por el gobernador Gustavo Valdés y detrás de él, el jujeño Gerardo Morales, otro de los rivales de Lousteau y aliado de Negri.
De manera tal que, con una disputa que se define en todos los niveles, el triunfo de la Juventud UCR de la lista Causa Nacional se celebró como una victoria que equilibra y abre el escenario para capítulos aún más interesantes.
El Concejo, la otra pelea. Hace tres semanas PERFIL CORDOBA anticipó que el sucesor de De Loredo en la banca en el Concejo Deliberante iba a ser Lucas Balián, hombre que fue un férreo defensor del mestrismo y hoy integra las filas de Javier Bee Sellares.
Balián entrará en un bloque unipersonal –algo que ya despertó y motivó reuniones en el PJ- y hay enojo en Evolución, el armado de De Loredo. El fin de semana, un dirigente señaló que Balián se había comprometido con operadores de De Loredo a sumarse al bloque con Esteban Bría, y que ahora decidió no cumplir con esa palabra.
Sin embargo, los que analizan el plano nacional, y ven al gobernador correntino Valdés enfrentado con Lousteau, atan cabos rápidamente: Lousteau es la referencia nacional de De Loredo y Valdés la de Bee Sellares.
Por lo tanto, y a pesar de la judicialización que iniciará la otra que peleaba por esa banca, Mariana Jaime, el escaño quedará en manos de Balián y se esmerila el fortalecimiento de De Loredo en el legislativo municipal. Donde puede crecer el negrismo.
A qué juega Mestre. Con la resistencia de Negri y el triunfo en la semana en la rosca legislativa frente a De Loredo, el exintendente Ramón Mestre observa.
El extitular del Palacio 6 de Julio es delegado en el comité nacional de la UCR y cualquier mala noticia para De Loredo será celebrada en el mestrismo. Ahora, de cara a la interna nacional, Mestre sabe que puede obtener un beneficio a la hora de actuar como bloqueador de un De Loredo emergente. Más aún por cómo y a quién responden a nivel nacional.
Mestre puede conseguir un aval de la Vieja Guardia del radicalismo y aspirar a una vicepresidencia del partido. Chance que, algunos detractores del exintendente ven lejana o imposible.
Encuentro en Villa Giardino de Dante Rossi
El alfonsinismo cordobés cerró el año con un encuentro en un lugar tradicional para la UCR como es Villa Giardino. Allí, hubo presencias de las distintas facciones, aunque el acto central fue encabezado por Rodrigo de Loredo y Dante Rossi, uno de los aliados que el diputado electo sumó en la carrera a las Legislativas.
Con las ausencias de Mario Negri y Ramón Mestre, hubo dirigentes del entorno de ambos como es el caso del presidente del partido, Marcos Carasso, o la diputada nacional, Soledad Carrizo.
“La elección del 14 de noviembre generó la esperanza del cambio en la Argentina. Debe ser el punto de partida del cambio en Córdoba, que tiene desde hace 24 años gobernando al peronismo”, dijo Rossi.
Y agregó: “Córdoba tiene baja calidad institucional, una de las más inseguras, es la Provincia que cobra los impuestos y servicios más caros, la segunda en femicidios, la de los 6 puntos más de pobreza que la media nacional, la de los 267 mil millones de pesos de deuda que hipoteca el futuro de las próximas generaciones, la que no sanciona el mapa de ordenamiento territorial y la que le paga salarios de hambre a nuestros docentes y equipos de salud”.
