El nuevo bloque de diputados del PRO vive momentos de tensión y reacomodos que están directamente ligados a la discusión por el liderazgo del espacio a nivel nacional. Consolidado Cristian Ritondo como presidente de la bancada, ahora el ex ministro de Seguridad bonaerense deberá lidiar con por lo menos cuatro sectores internos que pujarán por marcar el ritmo y la impronta de las decisiones. Ya no solo es una cuestión de halcones y palomas, sino de liderazgos y referencias que saldrán a la luz ante cada disidencia.
"Hoy el bloque lo podrías dividir en cuatro: los PRO larretistas, los PRO equilibristas y filo macristas, los PRO bullrichistas y los afines PRO", en esas categorías describe una fuente parlamentaria el diseño de la bancada del PRO.
Esta situación ya se vio reflejada esta semana, cuando se corporizó la discusión por las autoridades del bloque. El sector que está alineado con Patricia Bullrich empezó a plantear la posibilidad de discutir algunos lugares, lo que inmediatamente se interpretó como que iban por la cabeza de Ritondo. “Nadie ponía en discusión la presidencia de Cristian, pero sí la posibilidad de pararte para ser tenido en cuenta en la toma de decisiones a partir de ahora”, explican ahora en el grupo bullrichista.
De los casi 50 diputados que conformarán ese bloque, Bullrich apostaba contar con más de 15 propios, pero Ritondo apeló a la misma estrategia que implementó Mario Negri en 2019 para frenar el envión de Alfredo Cornejo: juntar firmas de apoyo. Terminaron firmando también los bullrichistas más puros.
Es que ahí empezó a quedar en clara las diferencias. No todos los que firmaron inicialmente el apoyo a Ritondo son larretistas. De hecho, una de las firmas que sorprendió a más de uno fue la de Hernán Lombardi, que llegó a la lista impulsado especialmente por Mauricio Macri. “Dar esa pelea y mezclarla con la pelea de Horacio y Patricia es o fue un error estratégico”, considera uno de los diputados que tiene buen diálogo con ambos sectores.
En el radicalismo ya empezó la pelea por el bloque de diputados
El entredicho terminó de cerrarse este jueves con un encuentro que mantuvieron Bullrich, Ritondo y Gerardo Milman, quien será el principal referente de la titular del PRO en el Congreso. “Todo 10 puntos”, aseguraron a modo de cierre.
Esta vez al bloque se suman más representantes del interior; apenas una veintena son de la Ciudad o provincia de Buenos Aires. Y en ese punto buscó apalancarse también Bullrich, quien se dedicó toda la campaña a recorrer las provincias apoyando a los candidatos del PRO. "Se creyó que por eso muchos la iban a bancar cuando en realidad también recibieron apoyo de Horacio, de Cristian, en algunos casos con ayuda económica que es mucho más importante", razona una fuente del PRO.
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En ese sentido, se está consolidando un subgrupo de no alineados, todos del interior, que busca romper con la dicotomía Larreta/Bullrich. “Hoy te tironean de un lado y de otro, y hay muchos que somos del PRO y somos macristas y vamos a apoyar al candidato que diga Mauricio y apoye el PRO en general”, explica uno de ellos. Otra fuente es más categórica: "El elemento ordenador sigue siendo Macri, la gran mayoría de los diputados no quieren quedar pegados en la interna Larreta-Bullrich, y ninguno descarta que tal vez termine siendo el candidato en 2023". Ahí se mezclan diputados de Santa Fe, Córdoba, Mendoza, Misiones, La Rioja, Tierra del Fuego, Neuquén, entre otras provincias.
Aparte, hay diputados que se los puede considerar como afines al PRO, pero no son miembros del partido como Graciela Ocaña, el puntano Claudio Poggi (ya tendría decidido hacer un bloque propio) o los sanjuaninos Marcelo Orrego y Susana Laciar. Miguel Pichetto también quiere que se arme un grupo de diputados peronistas dentro de JxC, pero las conversaciones todavía no cerraron.
La disidencia más fuerte la armará Emilio Monzó, quien junto a Sebastián García de Luca, Domingo Amaya y Margarita Stolbizer decidieron también armar un bloque propio dentro de Juntos por el Cambio. Pensaban sumar a Rogelio Frigerio, quien finalmente se quedará junto a un par de diputados cercanos dentro de la bancada PRO. Pero es una señal de que las relaciones internas están lejos de estar cerradas.
De hecho, dentro del propio larretismo hay quienes auguran tensiones a medida que se acerque la época tomar decisiones de cara a 2023. Es que Diego Santilli quiere ser gobernador, pero Ritondo también. María Eugenia Vidal, en tanto, no va a querer pasar desapercibida en el recinto.