Negri y Mestre siguen de cerca el reparto de los cargos en Diputados

“El problema que tenemos es que (Mauricio) Macri sigue vivo en Córdoba”. La frase la soltó el viernes por la tarde un integrante de la coalición y con mucho peso en la mesa chica de uno de los partidos que integran Cambiemos. Y no dista mucho de lo que piensan el resto de los socios en Córdoba. 

Después de las elecciones del domingo pasado, en las que Macri en la provincia terminó por encima del 60% de los votos y le sacó más de 30 puntos a la boleta de Alberto Fernández, se aceleraron los movimientos entre los socios en Córdoba. El primer disparador en cada una de las charlas telefónicas y los mensajes que se fueron mandando por WhatsApp estuvo en el dueño de los votos en la provincia. 

Una vez más, el líder del PRO sacó chapa en Córdoba y ratificó un caudal de votos que sus referentes locales no pudieron obtener -ni siquiera en la sumatoria- en elecciones municipales y en la provincial de este año. Ahora, en territorio mediterráneo también empiezan a preguntarse quién tendrá el control de las seis bancas que se consiguieron el domingo pasado y varios estuvieron pendientes de la tensa reunión que se llevó a cabo el jueves en Casa Rosada entre el presidente y la gobernadora María Eugenia Vidal. 

Nuevo competidor. Hasta el jueves de multitudinario cierre de campaña en Córdoba, algunos en Córdoba creían tener claro quién iba a ejercer el liderazgo del bloque en la Cámara baja. Poder que hoy ostenta, no solo desde el manejo de la bancada de la UCR sino también desde el control del interbloque de Cambiemos, Mario Negri, cabeza de lista el domingo pasado y reelecto en ese sector del Congreso. 

Como contó PERFIL CORDOBA hace semanas, el rival de Negri por ese manejo iba a ser el presidente de la UCR Nacional, Alfredo Cornejo. El gobernador mendocino consiguió la banca en Diputados el domingo pasado y quiere reconfigurar -desde hace rato- la coalición. 

Pero ahora, tras la cumbre Macri-Vidal se sumó a la puja el macrista Cristian Ritondo, actual ministro de Seguridad bonaerense. Un conocedor de los ritmos legislativos por haber formado parte de la Legislatura porteña y un PRO que tiene más vínculos con el peronismo que con los radicales. 

Ese es el hombre que empezó a terciar en la disputa entre los radicales. Por lo que, casi con seguridad, empiecen a tenderse puentes entre los referentes del interior para que el control de esa porción en Diputados siga en manos de un radical y del interior. 

“Los mejores resultados los consiguió en Córdoba, Mendoza, ¿cómo le van a dar el cargo a un tipo que representa a una gestión que perdió? En agosto y ahora”, señaló un radical. 

Ahí está la clave del nuevo Cambiemos que empezó a pedir Negri esta semana, ante la posibilidad de verse desalojado de un poder que ejerció con fuerza en estos cuatro años y ya sin una defensora clave: la inminente jubilada Elisa Carrió. 

A repasar los números. Hasta hace unas semanas, Negri confiaba en el punteo que había realizado para continuar en la presidencia del bloque. “No necesita de los votos del mestrismo en la Cámara”, se animaron a asegurar cerca del diputado. 

Ahora, la seguridad no es tal aseguran en el radicalismo cordobés. De los diputados que ingresaron en 2017: están los tres mestristas, Soledad Carrizo, Brenda Austin y Diego Mestre; el macrista cercano a Emilio Monzó, Gabriel Frizza; y el también PRO, Héctor Baldassi. 

Si se tiene en cuenta los que ingresaron el domingo, los espacios quedaron representados así: Negri, la macrista Soher El Sukaría, el mestrista Hugo Romero, la lilista Leonor Martínez Villada, Luis Juez y Adriana Ruarte, también del PRO orgánico. 

El repaso, por cada uno de las fuerzas y vertientes internas de cada partido, abre un escenario incierto en torno a la posibilidad de reelección de Negri en la presidencia del interbloque. 

El mestrismo también piensa en una reconfiguración de Cambiemos y varios en la mesa chica del intendente Ramón Mestre tienen presente lo que fue la campaña provincial en mayo. Lo mismo que pasa con los macristas que responden en Córdoba a Monzó, que tienen un enojo con el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y con Negri. 

Este sector es el que empezó a afinar contactos con el schiarettismo mirando a la Unicameral cordobesa. Tres bancas en la Legislatura provincial que se viene son macristas (dos orgánicos) y los mensajes con el Gobierno provincial son asiduos. 

Aunque en el schiarettismo reconocen que no son prioridad en este momento, sobre todo por lo que pueda generar esto hacia el seno del peronismo. 

Con este mapa, Mestre y Negri seguirán las negociaciones para los cargos legislativos que se definen en estas semanas. Con repercusiones, incluso, en la Unicameral y el Concejo Deliberante.