Coordinado por la chaqueña Natalia Porta López, el pasado lunes se presentó en el Museo de la Casa Rosada la reapertura del Plan Nacional de Lecturas, que imprimirá en el primer semestre del año libros por un total de 400 millones de pesos.
El plan -que estuvo operativo entre los años 2008 y 2016- contempla la reedición de la colección Leer por Leer y propone 180 lecturas posibles para 180 días de clases, con contenidos de identidad nacional y latinoamericana y está dirigido a 10 millones de niños, de los cuales el 70% nunca escuchó un cuento.
El ministro de Educación de Córdoba, Walter Grahovac, señaló a PERFIL CORDOBA que la Provincia cuenta con un equipo que ya viene trabajando en un Plan de Lecturas y que, por lo tanto lo anunciado desde la Nación vendrá a fortalecer el programa que ya está en funcionamiento. “Las líneas que sostenemos en Córdoba están en consonancia con los planteos generales que se hicieron a nivel nacional, donde estuvo una referente de nuestro equipo. Pero no olvidemos que este es un gobierno que está ingresando a la gestión, por lo tanto plantean propuestas que, en algunos casos, ya se vienen haciendo. Si hay un apoyo nacional en distribución de libros, mejor todavía, porque fortalece las bibliotecas escolares”, remarcó.
El funcionario señaló que se mantendrá la actividad que se viene realizando, aunque fortificada, y recordó que la realización del Congreso Internacional de la Lengua el año pasado posibilitó que dos años antes se pusieran en marcha actividades en todas las escuelas, en relación al evento.
“Además, la Provincia ha resuelto mantener el Festival de la Palabra que también involucra a los establecimientos escolares. Todo esto está en el marco de lo que hará la Nación, que es estimular la lectura, la literatura y la formación docente. Incluso se habló de la creación de un consejo asesor que involucrará a las provincias; pero todo eso se va a resolver en febrero o marzo, cuando se vuelva a la actividad”.
El Plan de Lectura en Córdoba. Según Grahovac el plan provincial alcanza a todas las escuelas (dos mil primarias, novecientas secundarias y novecientos jardines de infantes). “Nosotros nos vamos a acoplar a lo que venga de la Nación pero sosteniendo lo que ya se hace acá. No hay contradicción y creo que esto va a fortalecer el trabajo que venimos realizando, porque incluso durante estos años en los que no hubo distribución de libros, mantuvimos las escuelas bastante equipadas con textos que conforman sus bibliotecas”.
“Poner el eje en el factor humano”
La escritora cordobesa Eugenia Almeida fue parte de la mesa que presentó el renovado Plan Nacional de Lecturas. En diálogo con PERFIL CORDOBA, Almeida señaló la importancia de acompañar estas políticas públicas. “Fue un hecho que celebramos desde escritores, libreros y editores; realmente la palabra es celebrar porque son políticas públicas que el Estado debe llevar a cabo, puesto que debe garantizar el acceso a la literatura pero también generar espacios de producción de literatura”.
En ese sentido, sostuvo que este plan es muy promisorio para llegar con libros otra vez a las escuelas y destacó la figura de los mediadores: “Esto fue algo que Natalia Porta López resaltó: la importancia de los mediadores para acompañar a los estudiantes en relación a la lectura. Se trabajó mucho en la lectura como placer, no solo atada a una tarea escolar, sino acercarse a la literatura como una forma de expandir la experiencia humana. Es algo que estábamos esperando y que va a traer cambios muy grandes. Lo digo con la esperanza de que eso se convierta en una política de Estado que permanezca a lo largo de los años”.
Por último, Almeida también celebró la decisión de reglamentar la Ley de Bibliotecas: “Porta López dijo también que es necesario que se reglamente la ley de bibliotecas existente en nuestro país, a la cual le falta la reglamentación para poder aplicarla completamente. Fue una de las cosas que más me conmovieron: señalar la importancia de la biblioteca como un espacio único en su tipo para trabajar la lectura y jerarquizar las bibliotecas, los bibliotecarios y a todos los mediadores; las personas que trabajamos en relación a la lectura. Hay que poner el eje en el factor humano, que es lo que más hay que apoyar, y con lo que más hay que trabajar”, destacó.
