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CóRDOBA
ESTANCIA JESUITICA DE ALTA GRACIA

Nuevas políticas museológicas en la Casa del Virrey Liniers

El museo busca sumar nuevos actores sociales a su exhibición permanente. También incorporará arte contemporáneo en sus salas.

Tomás Bondone
APUESTA. “Quiero incorporar arte contemporáneo dentro de los espacios expositivos”. | Fino Pizarro

A partir de la incorporación de Tomás E. Bondone como director en enero de este año, el museo se ha planteado la necesidad de incorporar nuevos actores sociales no tenidos en cuenta en la exhibición permanente al momento de su inauguración, en 1977. 

Bondone, con experiencia en museos de mediana complejidad (estuvo cinco años dirigiendo el Palacio Ferreyra Museo Superior de Bellas Artes Evita), señala que si bien su experiencia no es en patrimonio jesuítico, lo que se buscaba era un perfil de gestión.

“El equipo del museo hoy es maravilloso y el museo ha tenido gestiones brillantes, lo que allana el camino para seguir trabajando”, comienza diciendo. El espacio comenzó a reformularse en la década de 1980 pero el 2000 marcó un hito no solo para el museo, sino para todo el legado jesuítico de Córdoba, al ser declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco.

“El museo tiene una puesta tradicional en la que hay poca visibilidad de mujeres y de esclavos, por eso estamos trabajando para visibilizarlo. Esta estancia fue hecha por mano de obra negra y eso nunca se contó. Mi gran objetivo, tal vez un tanto ambicioso, es cambiar la narrativa de la puesta”, señala.

Hoy, la exhibición en las salas está planteada como espacios evocadores y reconstrucciones de épocas. Además cuenta con una sala de arte religioso y elementos como libros de cuentas de los jesuitas que dan cuenta de la contabilidad, ya que estas estancias eran unidades de producción que abastecían al Colegio Máximo de Córdoba”.

El interés de Bondone se centra en la incorporación de arte contemporáneo en algunas salas, como elementos disruptivos, que generen otro tipo de apreciación que no tenga que ver necesariamente con los discursos más racionales.

“El arte contemporáneo tiene la posibilidad de generar preguntas, provocar, plantear otra mirada. Por eso estamos invitando a artistas contemporáneas mujeres de Córdoba y de Alta Gracia a acercar sus propuestas, con la idea de que para la segunda mitad de 2020 ya tengamos algunas salas con este nuevo perfil”, finaliza.