El empate de Belgrano en Villa Soldati abrió una ilusión monumental en Alta Córdoba. Pero Instituto no lo supo aprovechar; cuan-
do parecía que estaba todo dado para quedarse a tres puntos del puntero, empató y el gusto que deja es amargo.
Instituto entró a la recta final peleando los puestos de vanguardia, producto de 14 triunfos, 10 empates y 4 derrotas, con 35 goles a favor y 20 en contra. Pero ante Riestra era el partido a ganar en la previa al clásico del viernes y ¿los nervios? ¿la presión? le jugaron una mala pasada. Y empató 1-1.
Al primer tiempo el elenco dirigido por Bovaglio lo jugó aferrado a esa ilusión. Salió con todo a comerse al rival. Y abrió el marcador a
los 6 minutos con un penal ejecutado por Graciani. El tanto se festejó con desahogo y luego se defendió con la misma fortaleza. Porque no fue un buen primer tiempo del albirrojo, pero supo cómo administrarlo.
Sin embargo, el complemento fue otra cosa. El equipo albirrojo salió atolondrado y la visita le hizo la vida imposible. Al primer minuto un remate de Riestra dio en el palo, cinco minutos después Romero ejecutó mal, pero a los 17’ en una jugada de difícil explicación, la supo aprovechar Acuña y empató el juego.
Instituto llega al clásico con dos empates consecutivos, cuando tenía todo para aprovechar el bajón de Belgrano.