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CóRDOBA
CAUSA EUROMAYOR

Para el juez Saúl Silvestre es un “enmarañado jurídico” jamás visto

El magistrado que decretó la quiebra de la empresa T&D se mostró escéptico de que se puedan unir los procesos concursales.

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SAUL SILVESTRE. El juez civil advierte sobre la fragilidad de los boletos de compraventa para verificar los créditos. | Cedoc Perfil

Se liquida un fideicomiso, se decreta una quiebra y esa decisión se convierte en la punta de un ovillo que, al tirar, arrastra bienes de otras sociedades y fideicomisos. La vía civil fue elegida por algunos damnificados en la causa Euromayor que pretenden verificar sus acreencias y recuperar algo de lo que invirtieron.

Pero, a esta altura, las montañas de deudas junto a incumplimientos y estafas permiten avizorar que será una tarea titánica sin resultado asegurado.

PERFIL CORDOBA entrevistó al juez civil, Saul Domingo Silvestre, quien decretó la quiebra de Trust & Development SA (T&D).

—¿Cómo se tramita una quiebra de estas características?

—Lo primero es tratar de entender el enmarañado jurídico, ver la conformación de las sociedades, la participación recíproca que tienen. Después, con ese cuadro armado, empezaremos a ver qué tiene cada una para reclamar lo que, en este caso es de T&D o de otras sociedades.

—¿Se podría instar la unificación de los expedientes?

—Eventualmente hubiese sido una buena medida a tomar, pero desde un principio. Ya hay causas que están iniciadas, en las que se ha llamado a verificar créditos y otras, como la que tenemos nosotros, que recién está empezando. Lo que pasa es que este enmarañado jurídico del que hablamos tornó prácticamente imposible establecer las conexiones que tenían las sociedades y así llegar a estar seguros de que era un conjunto económico.

—Para ser considerado un grupo económico, ¿qué requisitos se deben reunir?

—Básicamente tiene que haber una empresa controlante, lo que acá no surgía tan evidente. Aún cuando en los hechos hay indicios de que había una sola persona que controlaba el manejo de todas las sociedades, ese dato, jurídicamente hablando, no surgía tan claro. Aparecían distintas sociedades que hacían distintas cosas, como por ejemplo vender departamentos en Antigua Cervecería a un inversor en Tierra Alta.

—¿Qué problemas se puedan presentar para la verificación de crédito?

—La dificultad más grande para la gente está en cómo van a acreditar los derechos que tienen. Hemos visto mucha informalidad, documentos que no están en debida forma, boletos sin firmas certificadas o sin pago de las tasas. Creemos que la gente ha sido sorprendida en su buena fe. En eso no podemos obrar con carácter sumamente estricto, pero por otro lado algo deben tener. Por eso vamos a investigar la documentación para acreditar sus derechos.

—¿Hay antecedentes de otros expedientes con esta complejidad societaria?

—A Este enmarañado jurídico -he creado esa muletilla- nunca lo había visto.