Viernes 27
de octubre, 11.30 de la mañana. El intendente Ramón Mestre recibe a PERFIL
CORDOBA en su despacho del Palacio 6 de Julio. En esta entrevista hará un
repaso de la mitad de su segunda gestión. Confirma que analiza cambios para su
gabinete en el corto plazo y habla de la relación con el gremio tras la salida
del histórico Rubén Daniele. En la charla, además, repasa los números de la
Municipalidad, defiende el nivel de endeudamiento y afirma que el trabajo
grueso de ajustar los números en el marco de un pacto de responsabilidad fiscal
nacional es una exigencia que le cabe más a la Provincia que a la
Municipalidad. En el terreno político y partidario, dejó definiciones de peso.
Habla de un fin de ciclo del peronismo en Córdoba, afirma que Cambiemos
gobernará la provincia en 2019 y que ese puesto demanda “experiencia”, tratando
de despegarse de potenciales competidores. Y aunque reconoce el peso específico
de Mauricio Macri como líder natural del espacio, afirma que la coalición, y
los partidos que la integran, tienen una potencia igual de importante.
-Está iniciando la segunda parte de su
segunda gestión, ¿qué balance hace y qué deudas pendientes tiene?
-Yo no me voy a calificar hasta que termine la gestión. Estamos contentos por
el momento que vive la ciudad, con muchísimo ritmo de obras. Si durante las
gestiones anteriores se hubiera mantenido este ritmo de obras, Córdoba no
tendría muchas de las dificultades que hoy tiene. Inauguramos el desagüe número
40, son muchos los que faltan, pero si todos los intendentes hubieran hecho un
promedio de 40 obras por gestión, hubiese sido más fácil dar respuestas.
-¿Tienen herramientas para ir monitoreando las
demandas de los cordobeses?
-Sí, desde que
asumimos. Hay una firme decisión de avanzar en la modernización. Arrancamos con
un sistema arcaico que siempre tuvo la Municipalidad. El sistema financiero es
un ejemplo, no se había accedido nunca al mercado de valores, algo que no se
podía entender para una ciudad como Córdoba, que tiene el tamaño de una
provincia. Tomamos decisiones para potenciar la información, darle más
herramientas a la gente para que controle, para que haya más transparencia y
todo eso devino en las herramientas que estamos usando, como el 147, para poder
hacer un seguimiento con la APP y hacer un control de la gestión con los
reclamos que se van haciendo, el Portal de Datos, etc. Con todo eso, se accede
a información que antes era imposible tener, porque no estaban los sistemas,
porque no había una decisión política de llevarla adelante.
-Les trajo efectos colaterales con el gremio.
-Para nosotros lo
público tiene que ser público. Lo vengo diciendo desde que fui senador de la
Nación. Lo primero que hicimos cuando llegamos al Municipio fue abrir una
oficina de Información Pública. Una información que había que cargar, porque
hay una ordenanza que lo exige, es la información de los empleados. No estuvo
exento de polémicas. Hemos tenido un año bastante complejo en términos de
tensiones gremiales, pero creo que lo importante es que se cumpla la ordenanza.
-¿Cambia el vínculo con el gremio a partir del
cambio de conducción?
-Yo espero que no,
siempre hemos sido muy abiertos para dialogar más allá de enconos, enojos,
molestias. Prueba de ello fue la situación que vivimos cuando asumimos, con 800
personas que estaban con contratos precarios, muchos de ellos estaban en un
memo, ni siquiera tenían contrato de trabajo. Se hizo una gestión y se tomó la
decisión de tener una ordenanza de concurso público, lo que significó que 2.000
trabajadores entraron por la puerta grande, no por la ventana, porque eran
amigos del intendente o de fulano de tal.
-El gasto salarial se lleva el 58% del presupuesto,
¿tienen margen para ajustarlo?
-Está en 57,8% y to
- dos los días se trabaja para ir logrando lo que marca una ordenanza que
nosotros mismos nos impusimos. Vamos camino a eso, no es sencillo, pero hay una
tarea permanente.
-Le consulto eso porque se viene una discusión
importante que involucra a Nación, provincias y municipios en relación a la
Responsabilidad Fiscal, ¿dónde puede trabajar la Municipalidad para bajar el
gasto corriente?
-Lo venimos
haciendo. Cuando asumí, el 82% del gasto era corriente y ese número ya de por
sí habla de lo que estamos planteando. Haberlo llevado al 57% es un enorme
avance, hay que seguir trabajando y vamos a buscar la forma de acompañar el
proceso que se plantea a nivel nacional. Hay que seguir haciendo el esfuerzo en
la jurisdicción municipal, pero me parece que más esfuerzo van a tener que
poner en otras jurisdicciones. Yo logré terminar mi primer mandato con 1.300
empleados menos respecto a los que asumí: de 14.400 empleados terminé con
13.100. Hablo de todos los empleados de la administración municipal, los de
Crese y los de Tamse y, posteriormente los empleados de Esop, que hemos
constituido nosotros. Pero esa suma y esa resta da cuenta de que hemos sido
cuidadosos en el gasto corriente y seguramente vamos a seguir ese ritmo de
bajar ese costo. Tal vez otros deberían dar explicaciones sobre por qué lo han
duplicado. Me parece que es una pregunta más fuerte en términos de responsabilidad
en otras jurisdicciones.
-Se disparó al 27% la deuda en relación con los
ingresos, ¿tienen pensado volver a tomar deuda el año que viene para que no
caiga el ritmo de las obras?
-No solamente
pueden hacer obras tomando deuda. Nosotros, en la gestión pasada, hicimos 1.600
cuadras de asfalto sin tomar deuda, construimos desagües, llevamos adelante
inversiones en centros vecinales y espacios públicos y construimos dos parques
educativos. Se pueden hacer obras si se administra de manera prudente y sin hacer
esfuerzos que no están a la altura de las circunstancias de la ciudad. Hicimos
100.000 metros de infraestructura cloacal, atacamos un problema. Pasaron
gestiones que no hicieron obras de ninguna característica. En esta gestión
vamos por las 1.500 cuadras inauguradas y están previstas para el año que viene
1.500 más…
-¿Con recursos propios?
-Sí, sí, con
recursos propios y nacionales. Y está claro que la toma de un crédito está
sujeta a una autorización que la da el Concejo Deliberante, con lo cual no estamos
en condiciones de decir si vamos a poder hacer uso o no. La deuda es
absolutamente controlable, está dentro de las posibilidades que el municipio
tiene para llevarla adelante.
El capítulo ciudad del Costo Córdoba
-Hay mucha preocupación en el empresariado por el llamado Costo Córdoba,
¿tienen dónde atacar para bajar el costo ciudad?
-De manera
permanente venimos haciendo esfuerzos para que el costo sea menor, arrancando
por los sectores más desprotegidos. No debemos olvidarnos que los cordobeses no
pagan el segundo boleto cuando se trasladan en el transporte público de
pasajeros. Usted me dirá, ¿qué incidencia tiene en el entramado productivo?
Bueno, eso busca alivianar la carga al usuario. En materia de planteos,
nosotros lo que hemos hecho ha sido acompañar la inflación, no está previsto
una cuestión excepcional ni de ningún tributo ni de nada y estamos en un
proceso de revisión, porque estamos trabajando en el Presupuesto. El secretario
de Economía está recibiendo de manera permanente a las organizaciones, las
cámaras, escuchando planteos y dialogando para bajar el costo. Pero es algo
parecido a lo de la Responsabilidad Fiscal, nosotros podemos dar ejemplos
claros, con el gasto corriente en baja, pero en esto me parece que la mirada se
tiene que correr hacia otro lado, los que han movido la perilla de la
tabulación de los impuestos no están acá.
El futuro de Cambiemos y la mira en 2019
-Después del resultado del domingo en
Cambiemos, se instaló que hay un fin de ciclo de Unión por Córdoba, ¿coincide?
-Estoy
absolutamente convencido de que es así, de que se inicia un fin de ciclo, pero
creo que lo ha determinado la ciudadanía. Por ahí algunos plantean, en la
alquimia de los análisis, que la elección se nacionalizó. Desde mi punto de
vista, el cambio llegó a la Argentina en 2015: en las PASO se avizoró y ahora
ya se plasmó. Se plasmó en nuestra provincia porque la base del gobierno es la
alternancia, no es bueno que siempre sean los mismos y aquí tenemos un sector
político que hace 20 años, camino a 20 años, que gobierna la Provincia.
Claramente, cuando se expresa una idea así es porque hay un inicio de fin de
ciclo, se comienza un cambio. Sin dudas, Cambiemos va a gobernar en 2019 y esto
es algo que, con mucha prudencia y responsabilidad, hay que construirlo. Hay
que construir la alternativa que los cordobeses están esperando que se les
ofrezca en materia electoral.
-¿Le preocupa esa competencia que hay dentro de
la coalición?
-En absoluto. Me
parece buenísimo que haya convicción, ganas, ideas, distintos dirigentes,
mujeres y hombres que quieran ocupar una responsabilidad de estas
características. Administrar una provincia o cualquier jurisdicción lo debe
hacer un equipo, gente capacitada, con experiencia. Eso amerita un trabajo
potente por parte de aquellos que integramos Cambiemos, dejando de lado
intereses personales.
-¿Le ve vida de largo plazo a Cambiemos o puede
haber fragilidades?
-Yo estoy
convencido de que Cambiemos ha llegado para quedarse a la Argentina, a Córdoba
y a todos los lugares del país. La herramienta tuvo su origen en Marcos Juárez.
Había muchos dentro de mi partido que no querían que se hiciera la cabecera de
playa en Marcos Juárez. Y nosotros acompañamos y la llevamos adelante en
noviembre de 2014, lo que después fue Gualeguaychú para el radicalismo y la
construcción de Cambiemos. No tengo dudas de que el referente es nuestro
presidente, pero también tiene igual de importancia Cambiemos, los partidos y
los dirigentes políticos que integran el espacio. Es mucho más fuerte que algo personal
o individual. La resolución que tenga que dar Cambiemos en los próximos meses
tal vez sea la forma en que se relaciona Cambiemos para poder fortalecerlo.
-¿Habrá cambios en el gabinete para esta última
parte de la gestión?
-Nosotros siempre
estamos evaluando y analizando el funcionamiento del equipo. Sin lugar a dudas
que puede haber algún cambio, pero no va a estar circunscripto a inconvenientes
de la gestión, sino a una coordinación y a la necesidad que pueda llegar a
tener. No va a ser algo que pueda cambiar el eje que tenemos en el gobierno.