Talleres venció 2-1 a Sarmiento en Junín y quedó más cerca de alcanzar los objetivos que le quedan en la Liga Profesional.
Mucha fricción. Enzo Díaz y Gandou, uno de los tantos duelos en la lluviosa tarde de Junín. |
PRENSA SARMIENTO DE JUNÍN
Redacción Perfil
La victoria de Talleres ante Sarmiento de Junín vale mucho más que tres puntos. Le permite al equipo albiazul depender de sí mismo para lograr los objetivos que le quedan en la Liga Profesional: asegurarse el subcampeonato y clasificarse a la fase de grupos de la Copa Libertadores por la tabla anual. El esforzado 2-1 en la lluviosa tarde de Junín también le posibilita llegar con un ánimo inmejorable al histórico enfrentamiento del próximo miércoles ante Boca Juniors por la final de la Copa Argentina.
En el balance del partido la “T” fue el mejor de los dos. Desde el inicio marcó la diferencia a partir del juego que le daban el uruguayo García y “el Rayo” Fértoli, más algunas intervenciones de Romero y las siempre punzantes escaladas de Enzo Díaz.
Para sorpresa de propios y extraños fue Sarmiento el que logró la ventaja, casi en su primera aproximación al arco albiazul. Un tiro libre al borde del área ejecutado por Quiroga y dos toques de “flipper” para dejar desairado a Guido Herrera. El gol de Jonathan Torres, a los 11 minutos, sorprendió al elenco cordobés. Pero la visita logró recuperarse y volvió a marcar presencia en el área rival con un remate de García que obligó al esfuerzo de Vicentini.
Fue el propio número “50” quien controló muy bien la pelota y definió de derecha a los 28 minutos, poniéndole el moño a una gran maniobra de Fértoli por el sector izquierdo.
Entre Guido y Romero
En el arranque del complemento el partido se hizo más trabado y Talleres mostró algunos desajustes en la defensa. Sarmiento careció de profundidad pero se las ingenió para inquietar con centros o remates lejanos a un Herrera que siempre respondió muy bien.
El conjunto de barrio Jardín aguantó los embates con la seguridad de su arquero, con orden defensivo y con la convicción de que las cosas serían diferentes cuando pudiera dar tres pases seguidos en el campo contrario. Así llegó el toqueteo que puso a Romero solito y solo ante los piolines del arco de Sarmiento, para dar vuelta el marcador con el cronómetro en los 8 minutos.
El dueño de casa movió el banco para tratar de torcer el destino de derrota, pero no encontró soluciones en el recambio. La inexplicable salida de Alanís también atento contra sus posibilidades ofensivas, porque lo privó del único destello del que parecía disponer para iluminar los ataques.
Cuando “el Cacique” Medina advirtió que el partido se le hacía cuesta arriba a su adversario, metió una batería de cambios para asegurar con piernas frescas y experiencia el resultado favorable.
“Hoy no pensamos en otra cosa que en Sarmiento, que era un rival difícil, y por suerte pudimos dar un pasito más para tratar de alcanzar nuestros objetivos”, aseguró Diego García al término del encuentro.
El festejo de los jugadores de Talleres fue medido. Hubo abrazos en el campo de juego y alguna que otra selfi en el vestuario. No hubo tiempo para mucho más. El fútbol no da tregua y había llegado la hora de cambiar el chip.
BAJO LA LUPA
Bien. Lo mejor de Talleres se vio cuando tocaron Fértoli, García y Romero. Enzo Díaz se sumó con acierto a ese circuito de juego. El arquero Herrera respondió muy bien cuando lo exigieron.
Más o menos. Las pelotas quietas de Sarmiento fueron una preocupación permanente para la “T”. La mejor arma ofensiva que mostró el elenco local.
Mal. Improvisado como lateral derecho, Federico Torres volvió a mostrarse inseguro y se ganó rápido una amonestación. A Mateo Retegui también le costó muchísimo hacer pie en el partido.
LO DIO VUELTA. Talleres arrancó perdiendo en Junín, pero logró cambiar la historia en base a un juego colectivo más claro, profundo y eficaz.
Síntesis del partido
Sarmiento (1): Manuel Vicentini; Martín García, Brian Salvareschi, Federico Mancinelli y Lautaro Montoya; Sergio Quiroga, Federico Bravo y Gabriel Alanís; Luciano Gondou, Jonathan Torres y Julián Brea. DT: Martín Funes.
Talleres (2): Guido Herrera; Federico Torres, Nahuel Tenaglia, Rafael Pérez y Enzo Díaz; Juan Méndez y Francis Mac Allister; Diego García, José Romero y Héctor Fértoli; Mateo Retegui. DT: Alexander Medina.
Goles: PT 11m Jonathan Torres (S); 28m Diego García (T). ST, 8m Romero (T).
Cambios: ST, 15m Gervasio Núñez por Alanís (S) y Benjamín Borasi por Gondou (S); 22m Yair Arismendi por Brea (S); 26m Juan Cruz Komar por Federico Torres (T), Michael Santos por Romero (T), Rodrigo Villagra por Méndez (T), Ángelo Martino por Fértoli (T); 35m Rodrigo Salinas por Bravo (S); 41m Julián Malatini por Diego García (T).
LO DIO VUELTA. Talleres arrancó perdiendo en Junín, pero logró cambiar la historia en base a un juego colectivo más claro, profundo y eficaz.
