El empate 2-2 ante Alvarado del viernes pasado en Alberdi profundizó la crisis en Belgrano, que estiró a ocho partidos su racha sin triunfos en la Primera Nacional. La directiva, que viene siendo cuestionada por socios opositores y un sector de la hinchada y que días atrás sufrió un revés judicial en el marco de la causa por el pase de Emiliano Rigoni, acelera las gestiones por la contratación de un nuevo DT.
“Los dirigentes ya me avisaron que están buscando otro entrenador. Mi ego es mucho más chico que mi amor por el club, así que no voy a ser un obstáculo”, dijo el interino Julio Constantín. Gustavo Álvarez, con antecedentes en Temperley y Aldosivi, se reunió con la cúpula celeste el último jueves en Salsipuedes y pica en punta para la sucesión.
¿Chau Copa?
Más allá de que todavía exista una chance matemática, la conducción de Belgrano entiende que será muy difícil que el equipo obtenga el pasaporte a la Copa Argentina 2020, premio reservado para los sietes mejores clasificados de cada zona al término de la primera fase del campeonato de Primera Nacional.
Al conjunto celeste le quedan dos partidos hasta el receso: el próximo sábado ante Mitre de Santiago del Estero, en el Estadio Julio César Villagra, y el último fin de semana de noviembre frente a Estudiantes de Caseros en Buenos Aires. Sería la primera vez que el Pirata queda afuera de esta competencia desde su restauración en la temporada 2011/2012.
La principal preocupación, en este momento, en enderezar la campaña para quedar entre los cuatro mejores y poder pelear por un puesto de ascenso al final de las 30 fechas del certamen regular. Esta eventual levantada le permitiría alejarse del último puesto de la Zona 1, que condena a la categoría inferior y que actualmente ocupa Nueva Chicago con 10 unidades, apenas tres menos de las que suma la "B" en 13 presentaciones, en las que cosechó dos triunfos, siete empates y cuatro derrotas.