Mientras el resto de los cordobeses emitirá su sufragio a través de la boleta única de papel, los habitantes de Marcos Juárez, La Falda y Cosquín utilizarán un sistema informático. La resolución firmada el último viernes por los magistrados Marta Vidal, Jorge Namur y Leonardo González Zamar no especifica las particularidades del sistema a utilizar, estableciendo “el sufragio con voto electrónico en cualquiera de sus modalidades”.
En experiencias anteriores se contrató a empresas privadas que proveyeron mecanismos diferentes en cuanto a máquinas, sistema de emisión y de conteo en la mesa. La española Indra aportó el sistema en Marcos Juárez para las elecciones municipales de 2010 y Magic Software Argentina lo hizo en 2011 en La Falda, en ocasión de las elecciones provinciales.
Si bien el Tribunal afirma que el sistema ha sido aceptado por la sociedad y no recibió cuestionamientos formales, el voto electrónico ha sido objeto de innumerables críticas de parte de expertos informáticos, quienes cuestionan la seguridad y transparencia del sistema, argumentando que no garantiza el secreto del sufragio.
Además, se ha objetado que el Estado privatice la emisión del sufragio al contratar un sistema que los partidos no pueden fiscalizar. Como alternativa, desde sectores de la sociedad civil se propuso el desarrollo de un software abierto y auditable por parte de la Universidad Nacional de Córdoba, y que el sistema sea propiedad del Gobierno provincial.
La relevancia de la decisión ha activado un necesario debate, pero la proximidad del acto eleccionario seguramente impida cambios sustanciales.
