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Por qué la semana de Schiaretti se resumió en tres fotos clave

Cerca del gobernador sostienen que la interna de la semana pasada terminó con el albertismo. Las recorridas y las reuniones con Gill y Alesandri, el reencuentro con Llaryora y la proyección nacional.

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REENCUENTRO. Schiaretti y Llaryora en el acto por los 40 años de la Guerra de Malvinas. | Cedoc Perfil

Superadas las internas del peronismo del pasado domingo, cerca del gobernador Juan Schiaretti aseguran que la disputa sirvió para ratificar el final del albertismo en Córdoba. El triunfo del PJ en Villa Carlos Paz, ciudad en la que reside el exsenador y rival de ocasión, Carlos Caserio, la victoria en Calamuchita y el reencuentro con algunos integrantes de la discusión provincial que se viene, fueron imágenes que en el álbum de Schiaretti se empiezan a preparar para el futuro inmediato: asegurar la continuidad del PJ en la provincia y buscar proyección nacional. 

Carrera en la que varios en Córdoba no lo ven encabezando una fórmula, pero sí teniendo un protagonismo central en el armado. 

Esta semana Schiaretti aseguró que el alambrado está sólido para sostener los embates de un Frente de Todos que cada vez luce con más grietas internas. Los resultados en los dos departamentos donde se produjeron internas –Punilla y Calamuchita- con dirigentes que buscan sostener su vínculo directo con el Gobierno nacional sirvieron para eso. En el territorio de Caserio, la boleta que impulsaba el exsenador se impuso a la del schiarettista, intendente de Huerta Grande, Matías Montoto; pero el triunfo no fue lo holgado que los albertistas creían. 

Es más, la victoria schiarettista en Villa Carlos Paz alineó al departamento donde el loteo es compartido con los socialistas, Daniel Gómez Gesteira y Gabriel Musso, intendentes carlospacense y coscoíno, respectivamente. 

Asegurado el resultado, el gobernador salió a contener y no cruzar a opositores. Lo hizo en el arranque de la semana con el intendente de Villa María, Martín Gill, y luego con el de Embalse, Federico Alesandri. El hombre de Calamuchita sufrió una dura derrota y también quedó debilitado su padre, Carlos, uno de los que el año pasado amagó con romper el bloque en la Legislatura. 

Y, por último, el encuentro de ayer con el intendente Martín Llaryora, con quien se empezó a bajar la tensión después de la versión de una candidatura a la intendencia de Schiaretti. Iniciativa que enojó, sobre todo, a la senadora y esposa del gobernador, Alejandra Vigo, con quien también el titular del Palacio 6 de Julio se volvió a ver las caras ayer en el acto por los 40 años de la Guerra de Malvinas.  

Así, con todos alineados detrás de la figura de Schiaretti, lo que viene en la agenda inmediata para el mandatario provincial es buscar muscular en el plano nacional y asegurar la sucesión. Sin dejar de mirar las internas con las que conviven en Juntos por el Cambio.