El sistema consiste en aportes mensuales de 1.500 pesos, que les permite a los integrantes del círculo adquirir obras de artistas locales.
AHORRAR EN ARTE. Prácticamente todos los artistas de la galería ofrecen obra a valores que rondan los 15.000 pesos. (Obra: Daniel Brito, El faro, 30x40cm, Acrílico). |
Cedoc Perfil
En la década de 1980, Víctor Marchiaro ideó un plan de ahorro en arte para hacerle frente a la crisis y evitar que esta resintiera su actividad.
Era un negocio ganar-ganar: para los artistas porque hacían circular su obra en el mercado del arte y para los coleccionistas que empezaban a armar sus colecciones, porque era una forma de adquirir obra a precios sumamente asequibles.
En aquella época, la fórmula funcionó muy bien, nucleando a unos 150 interesados en las obras que la galería ofrecía. Con el paso del tiempo el plan se discontinuó y luego fue funcionando intermitentemente hasta que en 2014 volvieron a armar el sistema, reuniendo a unas 60 personas. Hoy retoman la idea y ya suman 40 interesados. “El plan funcionaba como los círculos de ahorro comunes, pero lo que se financiaba eran obras de arte de los artistas de nuestra galería”, empieza relatando Agustín Bertona, hoy al frente de Marchiaro Galería de Arte.
El sistema consiste en sumar personas interesadas en adquirir obras, pero que no cuentan con el capital suficiente para obtenerlas.
Funcionamiento. Cada integrante del círculo hace un aporte mensual de $1.500 durante 10 meses. Todos los meses se realiza un sorteo y el ganador recibe $15.000 para comprar la obra de arte que elija.
“Esto funciona como una especie crédito también, es una forma de financiamiento porque si el coleccionista quiere una obra más cara, podemos financiarle la diferencia con cuotas; eso se arregla con cada cliente en un trato personal. Los aportantes pueden salir sorteados en la primera cuota, pero sino en algún momento de esos 10 meses le tocará. En estos últimos cinco años, gente muy joven ha comprado obra de artistas con cuotas muy bajas”, señala Bertona.
El plan cuenta hoy con 40 personas que todos los meses hacen su aporte y esperan salir sorteados para empezar a armar sus colecciones. “Hay mucha gente joven que se interesa, pero también hay clientes que están desde el 2014. Hay parejas también, que tienen un plan cada uno y de a poquito se van armando sus colecciones. Parece poco $15.000, pero hay obras por esos montos”, agrega. Los artistas, por su parte, atentos al plan, acercan a la galería obras sin marcos u oportunidades especiales para los jóvenes coleccionistas.
El sistema fue lanzado en marzo y en agosto lanzarán uno nuevo. Desde la galería se muestran entusiasmados por los resultados pero también por el movimiento que genera: “Se arman grupos muy lindos. El primer sábado de cada mes se hacen los sorteos y es una oportunidad para tomar algo, brindar y conocernos más”.
La galería –ubicada en una casona antigua en Güemes– tiene 45 años en la actividad y fue fundada por Víctor y Chochi Marchiaro.
