“No teníamos ni agua saborizada para festejar”. Facundo Manzoni jamás imaginó que lograría imponerse en unas elecciones locales en las que nadie había podido ganarle al peronismo desde el regreso a la democracia.
Viamonte es un pueblito de alrededor de 1500 habitantes ubicado en el departamento Unión, en el sudeste de la provincia de córdoba. Encabezando la lista de Juntos por el Cambio, Manzoni se impuso con el 54% de los votos y tendrá que asumir una responsabilidad impensada.
El joven aseguró que no necesita del sueldo como jefe municipal para vivir, por lo que donará lo que perciba a las instituciones del pueblo para obras.
“Yo soy productor agropecuario, y creo en la meritocracia, en el valor de la palabra empeñada. Ahora tengo un gran desafío y es jodido, pero hay que meterse en política para no resignarse”, manifestó a La Voz.
El cambio que querían y nadie vislumbraba
“La gente estaba cansada, fue mucha gente grande a votar. Acá el oficialismo estaba enquistado en el poder”, contó Manzoni. Participó el 82% de los habilitados por el padrón para votar.
El productor apuntó que en la localidad “los chicos de primaria tienen 40 computadoras pero no hay Internet” y que los habitantes tienen que viajar a otro pueblo “para hacerte una simple radiografía”.
“Los pueblos se están transformando en sociedades viejas, porque todos se van por la falta de oportunidades. Decidí entonces que hay que dar la pelea desde adentro, nos presentamos porque esto era tierra de nadie”, dijo el intendente electo que logró apenas repartir 49 folletos durante la campaña porque “se rompió la impresora de la gráfica”.