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EMILIANO SORDI

Radiografía de un campeón

El riocuartense campeón del mundo en MMA no es producto de la casualidad. Es un trabajo de años que dio su fruto. Testimonios de quienes lo entrenan.

Sordi
CON BANCA. Sordi, tras ganar en Estados Unidos, con apoyo de la familia y cheque millonario. | cedoc Perfil

El cierre del 2019 encontró a Río Cuarto expectante por un hijo de su ciudad. Esta vez la maratón de los dos años pasó a un segundo plano, debido a que en New York peleaba por el título del mundo Emiliano Sordi. Y el cordobés hizo que esa expectación valiera la pena, logrando un hecho inédito, con un nivel sorprendente y de manera veloz. El planeta empezó a hablar de él. Y en Río Cuarto aún inflan el pecho por su “He-Man”.

En Banda Norte o en Alberdi, los hinchas de Estudiantes o lo de Atenas, en la plaza Roca o en la San Martín, en el “Imperio del sur” hablan del logro de Sordi, que a sus 28 años, en el legendario Madison Square Garden, se transformó en el primer campeón del mundo argentino de MMA.

“En la tele hablan del millón de dólares, de la plata, de si la trae o no, pero no cuentan todo lo que hizo para ser quién es”, se quejó un riocuartense en la calle Sobremonte. Entonces, en PERFIL Córdoba fuimos a hablar con personas que conocen el trabajo de Sordi. Y en ese marco encontramos que “He-Man” es producto de un sinfín de cualidades propias de un ganador que se propuso “ser un ganador”.

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"El Emi es un tipo que entrena muy bien. Es muy fuerte, aprende rápido, es inteligente y es muy frío. No comparte sus emociones, medio cerrado, nunca te dirá que está mal. Es indestructible en su cabeza. Lo entreno hace dos años, pero lo conozco hace un tiempo, porque entrenábamos juntos; y en un momento me llamaron para entrenarlo y empezamos a trabajar. Cuando lo empecé a entrenar, él estaba en sus primeras tres peleas de UFC, que no fueron buenas... Y después empezamos a trabajar en sus debilidades y hoy el Emi, es un deportista muy completo, muy fuerte. Mejoró muchísimo y todo es mérito de él. Tiene muy claro lo que quiere. Sabe seguir las instrucciones. Además, es buen compañero y muy, pero muy humilde. Puede haber ganado la plata que haya ganado, y va a venir a entrenar caminando o en bicicleta con una zapatillas que las tiene hace cinco años”, explica Juan Ignacio Carballo, atleta de la Selección argentina en lanzamiento de bala y preparador físico de Sordi. El “Nacho” trabaja en el Centro Deportivo Kaizen de Río Cuarto, donde es habitual ver al campeón del mundo que hizo historia el 31 de diciembre.

Ariel Celdran, entrenador deportivo y coach ontológico del gimnasio, describe: “Emiliano hace cuatro años que trabaja con nosotros. Pasamos por la diferentes etapas, sus primeras victorias en Estados Unidos y también esas derrotas consecutivas que debió afrontar y su carrera peligraba. Sin embargo, salió adelante y esos aprendizajes posteriores a las derrotas fueron lo que forjaron al deportista que es hoy”. Además, agrega: “Es un chico super humilde, sencillo; tal vez por demás para su disciplina. Él no vende un show fuera de la jaula, respeta a sus rivales… Es un atleta muy completo, es bueno de pie, bueno en el suelo, bueno luchando. Hizo su trabajo de manera muy profesional. Tiene una autoconfianza consolidada, que tal vez tiempo atrás no la tenía. En este torneo se lo vio sólido y superior a sus rivales, con una confianza que sabía que subía al ring y la pelea se definía en el primer round… Estamos orgullosos y contentos por tantos años de días duros y de gloria, que ahora se termina coronando de esta manera”.

Sordi trabaja en el aspecto táctico, físico, mental, emocional y, también, en lo nutricional. Todas esas cualidades de aportar aprendizaje a las distintas áreas lo transformaron en el orgullo del “Imperio del Sur”.

A propósito de lo alimenticio, Andrés Biasi, nutricionista del campeón, narró:  “Emiliano naturalmente está entre los 105 kilos, y pelea en 93 kilos. Entonces tiene que siempre cuidarse al extremo. Él suele tener días de entrenamiento de triple turno, es decir con un alto gasto energético, pero nunca puso dificultad… Cuando está en el exterior, tengo un contacto directo vía whatsApp, y él es capaz de llamar a las 3 o 4 de la mañana para consultarme sobre alguna alimentación que no estaba en su plan y con qué lo podía reemplazar. Es un pibe con una conducta intachable, súper sano”.

Sordi pelea en la PFL (Professional Fighters League), una de las mejores organizaciones de esta disciplina.

 

Entre Río Cuarto y Estados Unidos

El campeón Emiliano Sordi no regresó aún a la Argentina. Por estas horas aún está en Estados Unidos. En un principio tenía previsto retornar a Río Cuarto el 7 del corriente, pero a raíz de esta consagración le han llegado varias propuestas que está analizando.

No obstante, el riocuartense se divide en el año su tiempo en el país y en California. Todo el proceso de entrenamiento lo realiza en Río Cuarto y dependiendo de la pelea o el oponente, se instala en Estados Unidos un mes o dos meses antes de una competencia para la puesto a punto con su equipo de entrenamiento, en un gimnasio específico de peleadores de MMA.

 

Anecdotario de una evolución tremenda

La consagración de Emiliano Sordi llegó al vencer por nocaut en el primer round a Jordan Johnson en el Madison Square Garden. Además del cinturón de campeón, se llevó un cheque por un millón de dólares. Pero para eso hubo un trabajo de evolución muy grande.

“En la primera evaluación de fuerza máxima que le hice al Emi, levantó 170 kilos de una sentadilla. Y después en el primer período de preparación de fuerza máxima, tiró 230 kilos. ¡Una locura! Es muchísimo eso…”, recuerda Juan Ignacio Carballo sobre su evolución física. Pero también el preparador físico relató sobre su sacrificio: “El Emi viajó a competencias a Brasil y dormía en un sótano porque no tenía plata para hospedarse en ningún lado. No tenía apoyo de nadie, pero él se la bancó como pudo…”