El término hub aéreo se refiere a aquellas estaciones aéreas en las que las aerolíneas concentran las conexiones entre sus vuelos de corto y medio radio y los internacionales. Es un centro de distribución de rutas de aviación comercial.
El aeropuerto Ingeniero Taravella, más conocido como Córdoba o COR, según el código de Iata, fue hasta no hace mucho el principal hub aéreo del interior del país, con más de 15 aerolíneas utilizando sus pistas, como Aerolíneas Argentinas, Austral, Latam Argentina, Sky, Andes, Flybondi, JetSmart, Iberia, Air Europa, Copa, Gol, Azul, Amaszonas, American y Norwegian (en sus rutas a Europa y de cabotaje).
Esas compañías unían más de 24 rutas, domésticas y del exterior, como Ezeiza, Aeroparque, El Palomar, Mar del Plata, Bariloche, Iguazú, Neuquén, Ushuaia, El Calafate, Mendoza, Salta, Jujuy, Trelew, Resistencia, Comodoro Rivadavia, Asunción, Madrid, Santiago de Chile, San Pablo, Rio de Janeiro, Lima, Montevideo, Miami y Panamá.
Con el hub, los viajeros de más de 10 provincias argentinas podían volar dentro del territorio nacional o al mundo, sin la necesidad de pasar por Ezeiza o Aeroparque, en Buenos Aires.
PERFIL CÓRDOBA consultó a Gustavo Santos, exministro de Turismo de la Nación y expresidente de la Agencia Córdoba Turismo, quien fue uno de los funcionarios que más trabajó para armar y consolidar el hub Córdoba.
“Las principal estructura que sostenía el hub internacional de Córdoba era Latam Argentina que, vía Santiago de Chile, Lima o San Pablo, nos conectaba con 126 destinos del mundo con una sola escala. Una segunda línea que nos unía, vía Panamá, con Centroamérica y Estados Unidos es Copa Airlines, y, en su momento Iberia y luego Air Europa, vía Madrid, nos llevaban a toda Europa, Asia y otros destinos”, recordó.
Y agregó: “También funcionaba perfectamente el sistema regional, con vuelos a Brasil, Chile, Perú, Bolivia, Uruguay”, y apuntó la tercera estrategia del hub que fueron los vuelos de cabotaje. Al respecto, mencionó las lowcost que se basaban en Córdoba y Latam Argentina que conectaban destinos nacionales y Buenos Aires.
“Eso mismo hicimos con Aerolíneas Argentinas, con la que uníamos todo el norte con el sur del país con escala en Córdoba (el sistema se llamó NorCorSur y SurCorNor, con vuelos en ambos sentidos), con horarios nucleares matutinos y vespertinos, en los que se concentraban los vuelos. Además, se estableció Córdoba como la base operativa de Austral y sus tripulaciones. Eso permitió moverse por todo el país sin tener que pasar por Buenos Aires, que es marginal desde el punto de vista geográfico”, reseñó.
–¿Y qué pasó con todo eso?
–Pasó que lo destruyeron. Porque la base de Latam Argentina en internacional y la de Austral en cabotaje ya no existen, Latam se fue del país y Austral fue subsumida por Aerolíneas Argentinas y los aviones Embraer ya no están. Con el pretexto de la pandemia, lo que han hecho es volver a concentrar todos los vuelos internacionales en Ezeiza y el cabotaje en Aeroparque.
No es un problema de pandemia, que ha hecho caer los vuelos en el mundo entero entre un 40/50%; en Córdoba se ha destruido la infraestructura que posibilitaba el hub.
–¿Cómo se recupera el hub?
–El día que estemos todos vacunados, que haya inmunidad comunitaria, que tiremos los barbijos, el hub Córdoba no va a existir. Cómo recuperarlo: con otra política aerocomercial, con otra vision de Argentina en el mundo, que permita entrar en contacto nuevamente con Latam, que vuelvan los vuelos a Córdoba, estructurar una base de Aerolíneas en el Taravella, todas políticas que presuponen una visión estratégica diferente del mercado aerocomercial. Si todo esto se diera –con este Gobierno no lo creo posible–, es un proceso que va a llevar un tiempo, tendrá que haber renegociaciones que demandan tiempo.
–¿Cuándo puede comenzar a revertirse la demanda, que comiencen a verse números positivos?
–La demanda turística no es neutral a la política comercial del país. Llegamos a batir records de turismo receptivo y ser los número uno de Sudamérica del 2017 al 2019, cuando superamos a Brasil; tuvimos 7,4 millones de turistas extranjeros en Argentina y ellos tuvieron 6,4 millones. Pero eso no fue casualidad, hubo políticas aerocomerciales que nos integraron al mundo; durante mi gestión en Turismo vinieron nueve empresas que antes no volaban al país. Por eso insisto en lo de la inserción en el mundo y políticas aerocomerciales integradoras: Argentina es un país geográficamente marginal, el problema no es su oferta sino la distancia que la separa del mundo emisivo (antes Estados Unidos y Europa y ahora se sumaron China y Oriente), por lo cual sin aviones, sin mercado aerocomercial y sin conectividad, no hay posibilidades de desarrollar el turismo receptivo en Argentina, que llegó a representar el cuarto complejo exportador del país, después de las oleaginosas, los cereales y el complejo automotor, con ingresos que llegaron a entre los 5,4 y 5,8 mil millones de dólares. Y otra medida que adoptamos fue la estrategia de la promoción digital del país, no en función de la oferta sino de la demanda, de la que carecíamos cuando el mercado turístico mundial se mueve en más del 70% con ventas en Internet.
El crecimiento que tuvimos en 2019, en términos porcentuales, duplicó la tasa promedio del mundo y triplicó la de América. Volver a todo eso va a depender de la política aerocomercial y turística que se adopte.
Estadísticas de cantidad de vuelos
Según las estadísticas de la Empresa Argentina de Navegación Aérea SE (Eana), dependiente del Ministerio de Transporte, el movimiento del aeropuerto Córdoba en cantidad de vuelos, mostraba los siguientes registros:
-De enero a abril de 2018 respecto al mismo lapso de 2019, el cabotaje pasó de 20.767 a 25.026, una variación de +21%, mientras que el internacional subió de 9.730 a 11.184, un 15% más.
-Comparando el mismo cuatrimestre de 2020 con el de 2021, el cabotaje cayó un 58%, de 4.819 vuelos a 2.013, y el internacional se derrumbó de 1.244 a cuatro, un -100%.