Uno de los centros de salud más importantes de la provincia, en materia de innovación anti Covid-19, no se encuentra en la ciudad Capital, sino en Río Cuarto. Allí, el Instituto Médico Río Cuarto cuenta con un grupo de destacados profesionales que se encuentran evaluando distintas alternativas terapéuticas para darle batalla al coronavirus.
El instituto cuenta con la aprobación del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades Infecciosas (CDC ) de Estados Unidos, que le permite participar en pruebas internacionales como las que está llevando a cabo en este momento.
Además, ha pasado auditorías e inspecciones de la Food and Drug Administration (FDA) y de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat), lo cual también le permitió abrir nuevas puertas.
En la lucha contra el Covid el instituto, fundado por la doctora Ana Ceballos, está probando diversas terapias conocidas y dos relativamente desconocidas en el territorio nacional: los anticuerpos monoclonales, que ganaron fama internacional cuando se le aplicaron al expresidente norteamericano Donald Trump cuando cursó la enfermedad, y el Novaferon, un potente antivirus.
En detalle. D’Andrea Nores, director de investigación del instituto, comentó que los anticuerpos monoclonales se están tratando en pacientes ambulatorios que pertenecen a grupos de riesgo: pueden ser mayores de 18 años con comorbilidades como asma, diabetes e hipertensión, y si tienen más de 60 años, que estén cursando la enfermedad con no más de 10 días. El objetivo en este estudio es que el paciente evite la internación. “Los anticuerpos son producidos de manera natural por el organismo para ayudar a combatir enfermedades. El BRII-196 y BRII-198, que son los anticuerpos monoclonales que estamos evaluando, se elaboran en un laboratorio y están diseñados para adherirse a la espiga en la superficie del virus que causa el Covid-19, evitando que el virus ingrese en sus células y se replique de forma descontrolada”, graficó.
Superantiviral. El otro tratamiento que está en fase 3 es el Novaferon, un superantiviral que se aplica en otra etapa de la enfermedad, que es la más crítica, cuando el paciente ya se encuentra en terapia intensiva y a un paso de necesitar asistencia respiratoria mecánica. En esta situación, son pocas las terapias efectivas para ayudar al paciente a hacerle frente.
El Novaferon es un fármaco antiviral nebulizable, con probable efecto anti- inflamatorio. “Funciona como una especie bomba atómica de antivirales que busca interceptar al virus cuando este sale al torrente sanguíneo y genera un verdadero desastre en el cuerpo. En ese momento se aplica el Novaferon”, ilustró D’Andrea Nores. “El tratamiento se aplicará a pacientes que están al borde del respirador y evaluaremos cuántos de ellos logran, justamente, evitar la colocación del respirador”, completó.
