“Antes teníamos a José (De la Sota) como el líder del partido, Juan (Schiaretti) que contenía lo que quedaba por afuera del ‘Gallego’ y entre los dos habían construido todo el alambrado perimetral de la provincia. Ahora no tenemos nada de esto y es un escenario inédito para nosotros”. La frase la soltó en la semana un peronista que tiene chances de integrar el gabinete provincial a partir de diciembre y la utiliza para graficar cómo es el PJ que se viene.
Sin De la Sota, con Schiaretti arrancando su último mandato y con filtraciones en ese alambrado que empezaron a quedar en evidencia hace unos meses, la mesa chica del schiarettismo guarda hermetismo absoluto con respecto a los nombres que formarán parte de la gestión que recomenzará en diciembre. “Solo el ‘1’ tiene los nombres en su cabeza”, reflexionó otro dirigente del partido ante la consulta de PERFIL CORDOBA, en relación a la reserva absoluta del gobernador.
Aunque varios coinciden que el mandatario provincial está aguardando las últimas movidas para medir “fidelidad”. Quiere saber quiénes quedarán de este lado del PJ y quiénes son los que buscarán profundizar los vínculos con Casa Rosada a partir de diciembre.
Este último lote sabe que Alberto Fernández necesitará buscar un equilibrio con el interior para contener el centralismo de Cristina Kirchner en el Congreso y provincia de Buenos Aires. De hecho, una persona de diálogo fluido con el futuro gobierno nacional reconoció que entre la fórmula presidencial electa está claro cuáles son los límites del poder de cada uno.
Caserio, Gill; pero serán más. La decisión de CFK de bloque único en ambas cámaras le abrió la pista al senador nacional Carlos Caserio para pasar al Ejecutivo que encabezará Alberto F. y la chance más concreta es el ministerio de Transporte. Para esa cartera Cristina vetó a Florencio Randazzo y no habría tenido objeción alguna cuando surgió el nombre del dirigente de Punilla para ese cargo.
El recorte de los subsidios de la gestión actual, que derivó a su vez en la puesta en riesgo de algunas rutas en el interior del transporte interurbano comenzó a generar en algunos intendentes cierta expectativa por la línea directa con Caserio. Situación que en la Provincia siguen de cerca, como ocurrió cada vez que el ahora expresidente del PJ cordobés convocó a jefes comunales del partido.
Precisamente, y con respecto a los intendentes, en El Panal están seguros que el próximo que va a romper y casi de manera definitiva es Martín Gill, el titular del Ejecutivo de Villa María.
“Nunca tuvo nada que ver con nosotros. Se acercó cuando se quedó sin paraguas nacional”, sostuvo un schiarettista con respecto al villamariense. Y más de uno cree que no será el único: después de diciembre habrá un revival de la transversalidad K.
Esta chance, la de Gill rompiendo con El Panal, fortalecen las posibilidades de Eduardo Accastello integrando el gabinete y encabezando el ministerio de Industria, como anticipó este diario.
En tanto, y sobre el arribo de Caserio a la gestión albertista, distintas fuentes coinciden con que será el único cordobés con rango de ministro en el futuro gobierno. De todas maneras, en Córdoba se mantiene latente la posibilidad de que el actual titular de Educación en la provincia, Walter Grahovac, arribe a la estructura nacional en una secretaría.
Y otro con buen vínculo con los dirigentes que asumirán en diciembre en Balcarce 50 es Fabián López, actual ministro de Servicios Públicos provincial y quien ya estuvo en gestiones kirchneristas. Schiaretti le pidió a López que continúe en su equipo dos años más y el funcionario -a quien le habrían propuesto un lugar en Cammesa- dio el OK para el arranque.
El ministro coordinador. Con pocos cambios, y la chance de abrir ministerios a otras fuerzas, una de las cuestiones confirmadas es la creación de la figura del ministro coordinador o jefe de gabinete. Allí, pica en punta Carlos Massei, actual ministro de Gobierno, cartera que podría quedar en manos de Facundo Torres, el actual intendente de Alta Gracia.
Si hay salida de algunos intendentes peronistas, los lazos con los radicales se van a fortalecer. Más aún ante la orfandad de los jefes comunales de la UCR a quienes ningún peronista conoce tanto como Massei, según señaló un radical hace unas semanas.
En el interior, el PJ provincial seguirá controlando las ciudades grandes como Río Cuarto, San Francisco y Alta Gracia; así también como otras que crecieron mucho en el último tiempo como La Calera. Y allí estarán puestos los cañones en los primeros meses de la nueva gestión, sobre todo en el Imperio del Sur que tiene elecciones en el 2020 y ahí van a jugar todos.
El repaso de fidelidad entra en la etapa final. Entre esta semana y la próxima, Schiaretti completará los casilleros que faltan para dar inicio a su última gestión y en un contexto sin precedentes.
La agenda de “oposición institucional” a Alberto F.
El schiarettismo sabe que será muy difícil el comienzo de la relación con Alberto Fernández. Las cuentas pendientes por lo que fue la prescindencia del gobernador Juan Schiaretti en las elecciones nacionales le siguen haciendo ruido al presidente electo, quien todas las semanas habilita el desembarco de dirigentes nacionales a la Docta.
El comienzo de la semana que termina lo tuvo a Schiaretti en Río Cuarto con un discurso opositor a las posibilidades de retenciones al campo que planea el Frente de Todos. El escenario no fue casual y el discurso tampoco.
“Los ‘gringos’ van a poner, no tienen drama. Pero siempre y cuando las retenciones sean a la soja, si se avanza con el trigo y el maíz se va a complicar de nuevo”, razonan en El Panal.
De todas maneras, la defensa del campo como bandera será parte de la agenda como “oposición institucional” que planea Schiaretti. Y la cual incluye, además, el reclamo por los fondos adeudados por obra que dejará este Gobierno nacional y la Caja de Jubilaciones.
Este es el punteo que tiene el gobernador en su despacho para marcar diferencias con Casa Rosada a partir de diciembre; agenda que para muchos será institucional, porque en el Congreso, con los parlamentarios del schiarettismo que se mantendrán por fuera del bloque único del Frente de Todos, se terminará dando gobernabilidad.